CAPITULO 40

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Al llegar a casa, observe a mi hermano en el ventanal hablando por teléfono, al notar su expresión llena de felicidad puedo adivinar con quien está hablando; por un instante lo detalle y en ese intervalo hizo que mi corazón se llenara de ternura una pequeña sonrisa se adornó en mis labios, la única familia que me queda y al que más quiero ver feliz en este mundo ¿Qué tanto estaría dispuesta hacer por la felicidad de mi querido hermano?

Aquella cuestión trajo de golpe la imagen de Menma a mi mente haciendo que mi pecho se comprima y la vista se me nubla por las lágrimas, apreté los puños a mis costados sin interrumpir su charla me dirigí a mi habitación, al cerrar la puerta detrás de mi apoye mi espalda sobre la puerta y me deje caer al piso como si toda mi energía la hubiera perdido de pronto. Solté un largo y doloroso suspiro...Lloré en medio de la oscuridad, llevé mis manos a mi boca ahogando los sollozos mientras mi cuerpo tiembla.

Durante toda la conversación con Naruto mi cerebro trabaja rápidamente tratando de procesar cada palabra dicha, analizar cada expresión demostrada y comprender los motivos de todos; todos son egoístas, todos son mezquinos, todos son hipócritas, todos somos...Naruto, Menma y Hinata fueron una tormenta, un desastre natural que me sacudió mi mundo por completo llevándose todo lo bueno y honesto de mí y dejando solo perdida, culpas, odios infundados y lágrimas innecesarias, me llevaron al fondo ¿podría considerarme una víctima?

No, siempre tuve dos opciones, en mi sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien, pero me impuse en tener a Naruto y me volví egoísta, en un punto podría decir que al verme en el espejo solo podía ver a mi madre y cada vez que tenía frente a mí a Hinata solo podía ver la amante de mi padre, no quería ser como ella no quería perder como lo hizo mi madre...tonterías, mi falta de amor propio me llevo a todo esto, cada decisión tomada tiene una consecuencia, lo ocurrido solo fue un principio de acción y reacción, si no fuera...no, no vale la pena pensar el en ¿hubiera? Porque nada de lo ocurrió se puede cambiar y justo en este instante...Menma

La luz de la Luna filtrándose por mi ventana, hace que todo en estas cuatro paredes empiece aclararse y como ellas la oscuridad en mi mente también empieza a dispersarse y no puedo dejar de preguntarme ¿a qué hora mi vida se convirtió en esto? Escuchar todas esas palabras de Naruto simplemente me abatieron, el miedo que sentía de saber la verdad, era porque en el fondo quería creer que las razones de su disputa eran otra cosa, pero saber todo lo que causo y nunca haber pedido perdón por tal acto...

Esa sonrisa siempre fue una mentira ¿verdad? Menma, lo ocultaste también que me fue casi imposible darme cuenta que yo también te estaba causando daño indirectamente, mi deseo por estar con Naruto, el escuchar de mis labios que lo amaba y como me esforzaba día tras día por alcanzarlo, mientras tu solo podías observar impotente mi andar hacia Naruto, ahora sé que mi confesión la escucho Naruto y en un punto se sintió culpable y la rechazo o fue porque te vio, ¿Qué expresión tuviste al ver esa escena? Imaginarlo hace que me sienta aun peor.

"Sakura si tienes que llorar aquí está mi pecho, cuando sientas que no puedes continuar por que tus pies no tienen fuerzas para dar un paso, aquí están mis brazos que serán tu bastón y mis piernas caminaran junto a ti hasta que puedas hacerlo por ti misma...yo te hare sonreír y yo llorare las lágrimas que quieras llorar o que aun te falten por llorar por mi hermano"

Resuenan esas palabras en mi mente con dolor, eres un tonto Menma, todo fuera acabado si tan solo me fueras dicho la verdad, esas lagrimas no las fuera derramado, no me sentiría cansada física y emocionalmente como me sentí cuando todo casi termina y como me siento ahora, tu no tendrías que ofrecerte como un bastón y mucho menos querer llorar las lágrimas que no había llorado porque sé que tú lo estabas haciendo desde hace mucho tiempo.

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