SOLO POR TI

CAPITULO 37

Era Ino, era ella..."estoy en la bahía, te estaré esperando no tardes" dijo para después colgar, tomé las llaves del local y lo cerré rápidamente y salí corriendo hacia su encuentro, no tenía miedo, ya no lo tenía, solo tenía felicidad por volver a verla, no importaba si tengo que llorar y arrodillarme mil veces para que me perdone, lo hare, hare todo para recuperar a mi amiga, baje las escaleras que daban hacia la bahía y mire a todos lados, me faltaba el aire de tanto correr, pero mi mente imaginaba mil y un escenario estando frente a ti, que palabras decir y como poder ablandar su corazón y lograr su perdón...cuando pude ver la figura de Ino observando el mar, me sentí feliz, nerviosa, con ganas de llorar, cada paso que daba hacia ella mis ojos se nublaban por las lágrimas.

––Ino...–– La llame con la voz entrecortada, me detuve al ver su rostro serio –– Yo...

––Vine porque estoy cansada, deja de estar dejándome mensajes de voz –– reprocho viéndome fijamente, aunque dolió en la forma que lo dijo una parte de mí se sintió aliviada de saber que si los escuchaba. –– Di lo que tengas que decir.

––Lo siento...no, esa no es la palabra correcta perdóname Ino, perdóname por todo lo que dije y el mal que te cause –– apreté los puños en mis costados y las lágrimas bajaban con fuerza –– Yo sé que no lo merezco, sé que te cause mucho daño, traicione tu confianza y expuse tu secreto...yo debí ponerme en tu lugar, no debí haber dicho lo que dije –– Hice una reverencia y volví a pedir perdón.

Ino no dijo nada y simplemente se acercó a mí, sentí su mano sobre mi hombro, elevé la mirada y ver como ella me sonreía como siempre lo hacía, hizo que me corazón se derritiera al saber que fui perdonada, apreté mis labios ahogando un sollozo y sin poder resistirlo me lance a sus brazos.

––Lo siento...lo siento –– Ino me abrazaba con fuerza, mientras yo lloraba con más fuerza entre sus brazos.

Unos minutos más tarde nos encontrábamos sentadas sobre la arena una al lado de la otra, descanse mi cabeza sobre mis rodillas y observaba a Ino, que miraba maravillada el mar, al sentir mi mirada volteo a verme.

––¿Qué ocurre? –– Cuestionó al no comprender como mis ojos aun irritados por tanto llorar la observaban como si fuera este un sueño, uno de los que tanto tuve

––Lo siento y gracias por perdonarme Ino –– Se acercó a mí y me atrajo hacia sus brazos.

––Yo debería darte las gracias, Sakura cada palabra que dijiste en ese momento fue cierto y lo que dijiste fue lo que yo debí haber hecho desde hace mucho tiempo –– Soltó un suspiro y me alejo de su lado para ver el mar –– Me encontraba petrificada al ver cómo te lanzaste sobre Hinata, no eras la Sakura que conocí, cuando Naruto te aparto y te pusiste de pie, mi cuerpo temblaba al ver tu mirada de decepción hacia mí y supe de inmediato que idea cruzo por tu cabeza, cuando quise acercarme y Shikamaru y mi padre me detuvieron con sus palabras, me llene de impotencia, tus ojos perdieron brillo y tu expresión sucumbió a la oscuridad y yo solo podía observar...

Baje la mirada, aún recuerdo ese sentimiento y el dolor que sentí en ese momento, pero me duele mucho más ahora el saber que no debí haber reaccionado de ese modo.

––Cuando enfrentaste a mi padre y dijiste mi verdad, una parte de mí sintió que un enorme hueco se abría debajo de mis pies y otra parte se sintió salvada, después que te fuiste y todo termino, le dije lo que pensaba y sentía a mis padres, me liberé completamente, al final cuando mi padre me pidió que me retratara y no lo hice, me dijo que ya no era su hija, me dolió, pero comprendí que esta es mi vida y solo tengo una para vivirla, cuando supe lo que te paso y fui a verte al hospital...

––Espera, tú fuiste a verme, Satoshi dijo que nunca fuiste –– fruncí el ceño, necesitaba una explicación de eso.

––Todos fuimos a verte, pero tu hermano se encontraba fuera de sí, al enterarse de la verdad, golpeo con fuerza a Naruto y luego arremetió contra Menma, pidió que todos nos alejáramos de ti, por culpa de nosotros te habíamos llevado a esto y si tu morías no nos alcanzaría la vida para pagarle el perder a la persona más importante para él.