En aquella habitación reinaba el silencio y la oscuridad después de haber estado durante todo el segundo día de viaje fuera del hotel. Habían visitado los lugares más emblemáticos de Roma sin descanso desde las nueve de la mañana hasta prácticamente la hora de la cena y aunque se supone que debería de estar exhausta parecía un búho. La una de la mañana marcaba el reloj, consiguiendo que bufara y cambiara su postura para ver si así de una vez por todas se reconciliaba con el sueño. Su amiga Alba había caído rendida según tocó el colchón, ni siquiera le hizo falta ponerse el pijama y ya se encontraba roncando. Eso le hacía desesperarse aún más porque seguramente cuando amaneciera y tuvieran que marcharse de nuevo a pasear por la ciudad no podría con su cuerpo.
El sonido del móvil vibrando consiguió llamar su atención porque no escuchaba nada más, así que lo cogió y entrecerrando los ojos por toda la luz inesperada pudo ver de qué se trataba. Sonrió ampliamente.
"¿duermes?"
"no, por lo que veo no soy la única"
Camila se mordió el labio al recibir una respuesta tan rápido, pensaba que quizás su alumna estaría en el quinto sueño y no sería consciente de aquel mensaje hasta la mañana siguiente, pero tuvo la suerte de que ambas estaban igual de despiertas y con las mismas ganas de verse, aunque eso último aún no lo sabía ninguna. Se incorporó algo para que su espalda quedara en el cabecero de la cama mientras escribía el mensaje.
"y creo que me queda bastante hasta que eso pase"
"¿y eso?"
"pues porque no paro de pensar"
"¿en qué? si puede saberse"
"en ti"
"aún no me acostumbro a que me digas estas cosas"
"¿te gusta que te las diga?"
"me encanta, aunque parezca estúpida porque no sé qué contestar"
Camila sonrió apretando los labios y comenzó a jugar con el inferior entre sus dientes. Pensando en lo peligroso que podría llegar a ser hablar a altas horas de la madrugada.
"entonces las seguiré diciendo"
"¿y en qué piensas sobre mi?"
"¿de verdad quieres que te lo diga?"
"si, ¿o te da vergüenza?"
"pues pienso en que no hemos podido tener ni un momento de intimidad en todo el día"
"ha sido imposible, hay demasiadas caras conocidas"
"por eso mismo, aunque no me faltaban ganas de encerrarnos en algún baño"
"creo que no hubiera podido dejarte salir después"
Respiró más profundo al leer eso último, cruzando las piernas y ventilándose la cara con su propia mano. Sentía que en aquella habitación habían subido un par de grados desde que comenzaron la conversación.
"¿por qué?"
"eso me gustaría explicártelo en persona, Camila"
"pues ven"
"¿a dónde?"
"a mi habitación"
No podía creerse lo que leía, si una semana antes le llegaban a explicar que esto iba a ocurrir se reiría.
"pueden pillarnos..."
"no va a pasar, está todo controlado, te dejo la puerta entreabierta para que no tengas que llamar"
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Quizás
RomanceElla era poesía desde las infinitas pestañas hasta las caderas. Era el punto tangente sobre el que se sostenía el mundo y aguantaba la pesada carga de la vida con una sola de sus sonrisas. Se había vuelto pintora y poeta sólo por tener a la musa exa...