No poder más

657 35 0
                                    

Narra Lara

Me había metido en esta situación yo sola. Nathan y yo nos habíamos vuelto muy amigos, solo eso. Él sabía de Christopher se lo había contado cuando ya no había podido más. Él lo entendió completamente y me dijo que sabía que pasaba algo, que lo había notado en el momento en que nos había visto a los dos. Habíamos acordado ir a cenar después de la presentación de los chicos. Él estaría un par de días en la ciudad y queríamos platicar un poco. Era increíble que hubiéramos encontrado a Christopher y a Ana en ese lugar. Yo lo había escogido, era patético. Cuando entramos y vi sus manos juntas mi corazón se partió otro poco. No sabía su aún habían pedazos que romper o si solamente eran boronas. Nos sentamos con ellos y tras una cena incómoda ahora estábamos juntos en mi auto. Le había pedido a él que manejar porque no estaba segura de no chocar teniéndolo junto a mí.

- Está bien Chris, no me debes explicaciones – el auto se orilló abruptamente y casi se me sale el alma. Apagó el motor y me miró fuertemente. Como si quisiera atravesar mi alma.

- No es cierto, te la debo. Te dije que te amaba Lara y eso no ha cambiado. Pero tú me rechazaste, me heriste y no podía seguir como idiota detrás de ti. Por qué crees que he tratado de ignorarte todo este tiempo? Porque no me cabe en el pecho lo que siento por ti y no puedo seguir viéndote cada segundo del día sabiendo que para ti soy nada más que un niño idiota. – madre mía. Seguía diciendo que me amaba. Miré sus ojos y lo vi ahí todo. La verdad. Todo lo que yo había negado a mí misma era cierto, él me amaba de la misma manera en que yo lo amaba a él, ahora estaba segura de eso – Ana y yo solo somos amigos, ella sabe de ti y de lo que siento. Estaba tratando de ayudarme pero supongo que las cosas nunca salen como uno quiere.

- Nathan y yo solo somos amigos – dije por fin, si él iba a ser honesto yo podía serlo igual. Ya me había cansado de fingir que no ocurría nada entre nosotros. – él sabe de ti. – su mirada se tornó esperanzada y sentí calor en mi pecho, iba a decirle toda la verdad. – te amo Christopher, te amo desde el primer día. Pero no sé cómo hacer esto puede funcionar. Tú eres mi responsabilidad y si Ricky se entera, no quiero perder mi trabajo, no podría estar sin los chicos – suspiré y dije lo único que de verdad importaba – pero tampoco puedo estar más sin ti.

Ahora estábamos en mi departamento sentados en el sillón sin decirnos nada, como dos adolescentes en nuestra primera cita. Era algo extraño pero se sentía demasiado bien. Por fin le había confesado lo que sentía y él estaba demasiado feliz. Después de mi declaración nos habíamos besado por largo rato hasta que sugerí que viniéramos a mi casa. Mala idea porque ahora no sabía qué seguía, se suponía que nos seguiríamos besando o teníamos que hacer algo más?

- Quieres ver algo en la tele? – pregunté y me miró seriamente para después reírse. No había día en el que no me gustara su risa pero me ofendía que se riera de mí solo porque sí.

- Enserio? Te digo que te amo por segunda vez y tú me lo dices por primera y quieres ver la tele? – bien, suponía que si era bastante patética. Pero estaba nerviosa, no sabía qué hacer. Había evitado este tipo de situaciones incluso cuando había tenido esa relación de tres años.

- Bueno, entonces qué sugieres? – pregunté temerosa de su respuesta. Lo vi en sus ojos, lo que él quería y lo que no sabía si yo estaba dispuesta a darle. Se acercó a mi lado del sillón y besó mis labios mientras sus manos me acariciaban, era demasiado fácil perderse en él. Los besos se hicieron duros y ansiosos, comencé a sentir un fuego que nunca antes había sentido. Algo extraño dentro de mí, deseo. Sus manos de repente acariciaron mi escote y paré todo. Simple. – para. – sus ojos estaban vidriosos y su respiración acelerada. Sabía lo que le estaba sucediendo a su cuerpo y esperaba que no le decepcionara lo que estaba a punto de decirle.

¿Y qué si te quiero? (Christopher Vélez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora