Un novio suplente

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- ¿Cómo has estado Christopher?, escuché que han estado de gira por México – añoranza se sentó en mi pecho, yo amaba mi país y quería mostrárselo a Christopher algún día, la parte verdadera. Los tacos en las esquinas, la música, el color. Eso quería verlo con él pero no se había dado la oportunidad antes y al parecer ahora jamás se daría.

- Bien, sí. Estuvimos por allá algunos días – su voz era plana, como si no hubiera ningún sentimiento en él. Quería que me dijera algo, que me registrara de alguna manera pero parecía que estaba demasiado ocupado acariciando la cintura de la nueva chica.

- Es precioso ¿no? – me atreví a hablar y él me miró como si yo fuera espacio desperdiciado en el mundo. Así de vacía me sentí.

- Si, lo es. – era todo, él no iba a darme nada más. ¿De verdad tenía yo que pagar por un error que no cometí? ¿Por algo que él si había hecho era yo la que tenía que rendirse? Tal vez me doliera la garganta cada vez que respiraba pero no iba a dejar que él me derrotara, tenía que salir adelante sin él.

- Bien, pues tenemos que irnos, somos el primer show – dije atropelladamente y arrastré a Sebastián hasta su camerino, él iba riendo y hablándome sobre una canción nueva que necesitaba grabar o algo por el estilo. No había puesto nada de atención porque seguía pensando en Chris y sus dedos acariciándola.

Estaba dando vueltas como loca, el show empezaba en 10 segundos y Sebastián se veía tan disperso que me daba miedo que algo malo pasara sobre el escenario. Desde que volvimos al camerino después de ver a Christopher y a la tal Bea se había portado distante y preocupado, le pregunté varias veces si todo estaba bien y él seguía repitiéndome que sí. Pero honestamente no le creía nada, como ya dije había aprendido a conocerlo demasiado bien. Y a mí no se me escapaba nada.

- Sale al aire en tres, dos, uno – contaron junto a mí y la música comenzó a sonar. Los acordes eran los de otra canción que ni siquiera conocía y que definitivamente no estaba programada para ese día.

- Alguien sabe ¿quién se equivocó? Porque lo mato – grité ahí detrás mientras Sebastián cantaba sin ningún problema. Como si supiera que eso iba a pasar.

- Por una mirada se comienza, y más si tus ojos me contestan.
Me aterra decirte que me encantas, pero de hoy no va a pasar,
Que sepas que me vuelves loco...

Ooooo uuuuuu Oorororonanananaa

Un 7 de mayo en aquel antro, es más que evidente que has llorado.
Como es que alguien pudo hacerte daño, yo me las tuve que ingeniar
Pa'robarte una sonrisa
y supe, que el tiempo llegaría y tras esta amistad
Te quiero confesar que ya no puedo más, que casi voy a explotar...

De amor, de hacerte el amor juntitos los dos y despertar con el regalo, de un sueño que se cumple aquí a tu lado De amor de pura ilusión, y en esta ocasión demostrarte que todo lo puede el amor. No puedo negar que estoy cansado, de ser el psicólogo ignorado
Amarte en silencio me ha enseñado que se paciente no es callar
Ouunoono, Si el corazón te grita hazlo.
Sin duda no existe otra manera de expresar mejor que hacerte esta canción,
Porque eres mi inspiración, provocas una explosión

De amor, que ganas de hacerte el amor juntitos los dos y despertar con el regalo, de un sueño que se cumple aquí a tu lado. De amor de pura ilusión, y en esta ocasión demostrarte que todo lo puede el amor.

Disculpa mi franqueza pero ser psicólogo ya me cansó - paró, completamente todo se detuvo detrás de esa oración y cuando comenzó a acercarse tras bambalinas donde yo estaba quise gritar, no estaba preparada para eso. – ven conmigo – susurró llegando hasta mí y tendiéndome la mano.

- ¿Qué? No, claro que no. No tiene sentido porque yo no canto

- Ya sé que no cantas, es por otra cosa, vamos – sin más aviso jaló de mi mano hasta llegar al centro del escenario, las luces eran cegadoras pero aún podía escuchar los cuchicheos de la gente - Lara, hoy frente a todos quiero decirte – mierda no, por favor no. Que no sea lo que estoy pensando. Desesperadamente miré al público y pude ver a Christopher, el único rostro que veía era el suyo con el ceño fruncido y una línea recta formada por sus labios en vez de la hermosa sonrisa que siempre tenía – te quiero, estos meses que he pasado trabajando contigo han sido increíbles y quiero que seas mi novia. Te quiero y quiero hacerte feliz – la sonrisa de Sebastián era enorme y me sentí acorralada, Christopher tenía ya una cita y Sebastián se me había declarado frente a todos. Entonces veamos si esta vez era cierto que un clavo sacaba a otro clavo.

No podía creer que momentos antes en verdad había aceptado una relación con Sebastián. No era posible que yo hubiera dicho que sí. La canción había sido hermosa, eso era cierto. Y tenía razón, él había sido también mi psicólogo, le conté algunas cosas de cómo me sentía con respecto a Christopher y creí que él lo había entendido. Que desgraciadamente al único hombre al que iba a amar era Christopher Vélez. Pero ahora yo tenía un nuevo novio y ya me estaban dando náuseas.

- Preciosa, es por acá – Sebastián seguía con una enorme sonrisa en el rostro mientras yo lo seguía sin siquiera ver el camino. Estaba entumecida, la había cagado y por la mirada que vi en los chicos desde arriba del escenario ellos lo sabían también. Lo seguí hasta los camerinos y entramos al suyo, era un espacio lindo y me dejé caer en el sillón. – estoy tan contento de que hayas dicho que sí. – se sentó a mi lado y pasó su bazo por mis hombros.

- ¿Por qué yo? – pregunté de la nada y él me miro divertido.

- ¿Por qué tu qué? – me atrajo más hacia sí mismo y me solté a su lado, me gustaba abrazar a Sebastián, era cálido y fuerte pero no era lo mismo.

- ¿Por qué quieres que sea tu novia? – miró mi rostro y plantó un suave beso en mi frente.

- Porque eres hermosa, eres divertida, eres mandona y porque no puedo concentrarme cuando estás cerca – vaaayaaaa, esas eran buenas razones y si no hubiera estado flechada por alguien más probablemente se me hubieran caído las bragas ahí mismo.

- No soy todo eso, tú sabes que – de repente acercó su boca a la mía y me besó. Era un beso suave y respetuoso, era plano y no me hizo sentir nada.

- Sé que está Christopher, sé que va a costarte trabajo olvidarlo y sé que puedo hacerte feliz. No me sorprende que él se haya enamorado de ti, porque eres la mejor chica que he conocido pero espero que puedas llegar a amarme como lo amabas a él – también yo, pero primero esperaba dejar de amarlo.

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¿Y qué si te quiero? (Christopher Vélez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora