Cicatriz.

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Los caballeros de ambos lados retrocedieron, Corpus deseaba una conversación más eficiente con Alexandre; ambos se miraban con frialdad, enojo y remordimiento.
Sobre todo Corpus quién fue el más dañado durante esa época de su infancia.
Después de su caída Alexandre no volvió a buscarlo, se sentía culpable de averlo arrojado desde lo alto, Corpus había sido resguardado en su habitación por un largo périodo, esperando a que su amigo volviera.

Miraba el viejo reloj pasar, él no llegaba hacía él para disculparse o saber que había sobrevivido.
Hubo una época en dónde los reyes estában en situaciones difíciles, ambos no podían verse ni siquiera mandarse correspondencia, había guerra obscura.
Corpus pensaba que su amigo se había vuelto su enemigo.
Odiaba la idea de ser abandonado aquella tarde cuándo las olas de la cascada eran fuertes y podían evadir cualquier cosa que cruzara su camino.
Pasaron días, meses incluso años y Alexandre no aparecía o no daba señales de amabilidad o arrepentimiento.
Pero luego su padre lo juzgó un cobarde, diciéndole a Corpus que lo había traicionado.
Dejándole una marca que no se podrá borrar nunca más.

Ya había olvidado por completo ese asunto, continuó con su vida en el reyno de su padre.
Pero en una aldea se volvió a encontrar con Alexandre, lo veía de lejos.
Estába sorprendido habían pasado años y ambos se habían vuelto unos hombres, para Corpus pudo ser fácil reconocer a Alexandre años más tarde.

Corpus: [Hablando serio] Te vi en esa aldea, estábas ahí parado hablando con una doncella.
No pude acercarme a ti, al pensar...
Al recordar lo que me hiciste.
Alexandre: !No podía!
Corpus: [Desesperado] Pero sí podías abandonarme? Dejándome casi morir allá?
Dejándome solo y con la esperanza de que un día regresarías a verme?
Alexandre: [susurró] Lo siento...
Corpus: No, no lo sientes... sì de verdad lo habrías sentido me abrías buscado, me abrías escrito.
Pasé días y días escribiéndote y jamás respondiste.
[Susurró] Estábas tan ocupado volviéndote rey, no es así?

Alexandre sólo miraba la ira de Corpus, reprochándole su abandono y falta de interés hacia él.
Tenía derecho de restregarle todas sus faltas.

Alexandre: Era dificil, no podía comprender lo que pasaba por mi mente.
Si yo hubiese reaccionado, creeme intenté buscarte, tus cartas nunca me llegaron. [Mintió]

Alexandre había recibido las cartas más nunca las leyó, miraba el sobre y sabía que se trataba de Corpus pero no se atrevía a leer cada renglón de la hoja, quemaba ese recuerdo en cada tinta en cada sobre que llevaba en sus manos.
Ambos llevaban una cicatriz, Corpus llevaba la suya en el cuello y en tiempos de pérdida Alexandre no podía con su sufrimiento e hizo una cicatriz en su cuello; así enlazando con Corpus creía que era lo justo.

Alexandre: [mostrando su cuello]...

Corpus lo miraba sorprendido, era la misma cicatriz que el portaba.
Pareciera que ambos habían caído pero no fue así.

Alexandre: Estámos enlazados ahora, no hay un delator, ya no.

The Lost Lord.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora