Primogénito no deseado.

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Ya han pasado meses para que ambos hijos nazcan.
El hijo de Tiana había nacido antes de tiempo, ella no sabía el sexo de su pequeño.
Dio a luz en la habitación, una partera había llegado lo más rápido posible para comenzar la labor.

Alexandre estába presente, estába nervioso ya no sabía si sería un niño ó una niña.
Tiana hacía su labor de parto, tenía miedo de perder al bebé.
Ya que era muy joven para ser madre y David también estába presente, cuándo por fin nació aquella criatura la partera anunció que era una niña.

Alexandre borró su sonrisa y la conviritió en una gran seriedad, retrocediendo.
Negaba cargar a su "hija", no soportaba verla.

-Mi señor, es su hija! Debe cargarla en sus brazos.
Alexandre: No lilith, alejala de mi vista...
Leyna: Qué estás diciendo Alexandre, qué te sucede?
Alexandre: No, una niña no! [Gritando] No!! Debió ser un varón.
Mi primer heredero debía ser un varón y no una mujer.!!

El rey estába enloqueciendo, estába inundado de coraje al saber que era una niña.
Tiana estába triste de verlo reaccionar de esa manera.

Alexandre: Ni siquiera se parece a mí, no lleva mi imagen y semejanza.
Mira su cabellera, no es rubia, por qué diablos es obscura.

Alexandre odiaba mirar a su propia hija, no quería que la acercaran a él.
Luego de eso Victoria irrumpió, abriendo la puerta con gran fuerza.

Victoria: Cuentale David, dile de una vez a tu rey por qué la niña no es rubia cómo su supuesto padre.
Alexandre: [susurró] Victoria...
Tiana: ¿Quién es esta mujer?
Victoria: [vanidosa] Ésta mujer a quién miras es la nueva esposa del rey Alexandre.
Este pequeño que llevo en mi vientre es hijo de él, llevamos estándo juntos todo este tiempo.
Tiana: No, no eso no es verdad!
Victoria: Claro que es verdad, ahora dile a él que no es padre de esa bastarda!
Sino, David! [Sonrisa malévola]

David se había acercado más, su rostro reflejaba angustia de que Alexandre terminara castigándolos a ambos.

Alexandre: ¿Qué, has dicho?
Victoria: [acercándose a Alexandre] Cómo me escuchaste, ella te engañó con tu guerrero.
Esa niña no es tu hija, es de él!
Tiana: Alexandre, no! Esto es una confusión ella es nuestra hija. [Dijo entre lágrimas]

Estába indignado, triste, pero no quería reconocer que él también la había engañado con Victoria.
Que había hecho un acto de fornicación aún en el matrimonio pero no aceptó su culpabilidad sólo se dedicó a ver los errores de Tiana, puesto que siendo rey creía que tenía el derecho de hacer y decidir lo que le viniera en gana.

Alexandre: Quiero que te largues de aquí, llévate a esa niña.
Ya no eres mi esposa, no eres nadie Tiana!
Me has traicionado, tú siendo mi mujer tenías que hacer lo que tu marido te dijera.
Leyna: [interrumpiendo] Alexandre! No puedes hacer eso! [Dijo enojada]
Alexandre: [Dando la espalda a su madre] Claro que puedo, que para eso soy vuestro rey.
Y mi legado, mi heredero tiene que ser un varón y Victoria lo tendrá.
Sabías desde un principio que sólo te utilicé, me enamoré de ti un instante pero ese amor se fue consumiendo hasta hacerse costumbre.

Tiana estába débil, no podía defenderse ya que el parto la había dejado sin fuerzas, Alexandre no dijo nada a David, no estába seguro de ello.
Creía que era un pretexto sobre la paternidad, pero sabiendo que él no era el padre lo único que quería era no volver a Tiana jamás.
Le quitó la corona y rápido eliminó su nombre y lo agregó al libro de los condenados.
Con lágrimas rencorosas arrojaba cualquier cosa para saciar su sed de furia y rencor.

Alexandre: [hablando entre dientes] Qué nadie sepa que esa niña ha nacido, digan que ha muerto o lo que sea pero no será poclamada parte de mi descendecia.
Heimdal: ¿Está seguro mi señor?
Alexandre: [gritó] Seguro!! Hazlo ahora!

Un carruaje había salido del castillo, en él venía Tiana y su hija junto con David.
Para escoltarla, aunque éste estába sorprendido de que el rey no lo castigara, ni lo desterrara del reino.

Victoria: Si no lo decías tú, tendría que decirlo yo y así fue..
Alexandre: [voz débil] Deja que todo se aquiete, no puedo procesarlo todo.
Victoria: [tocando el hombro de Alexandre] Es una carga menos, todo se a removido.
Ahora estámos juntos...

Ambos se miraron mútuamente, Victoria quería ser reina, quería la ambición igual que Alexandre pero sin duda no quería que llegara a una traición o arrebatarle el trono pues sabía que Alexandre era más fuerte que ella.

Alexandre: No sé que sucederá ahora Victoria.
Victoria: El tiempo lo decidirá amor mío.

The Lost Lord.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora