The Lost Lord.

Digno de batalla.

Había pasado una semana después de la presentació  de Tiana, la señal de guerra se volvió a anunciar de nuevo.
Era una mañana soleada, Alexandre preparó su armadura para la batalla.
Los guerreros estában listos, sólo esperaban a su rey para cabalgar.

Tiana: Esperaré a tu regreso amado mío.
[Haciéndo reverencia]
Alexandre: Ganaremos querida, ganaremos!

Luego se marchó en su caballo dirigiéndose al norte.
Dónde lo esperaba un ejercito con su representante a la vista, parecía que era un veterano de guerra.
De otro reino enemigo por su padre, quién tenía deudas con él.

Alexandre: Acepto su rendición.
-[Caballeros ríendo]
=Muchacho, no sabes lo que has dicho.
Alexandre: He dicho, que ganaré!

Ambos habían bajado del caballo y dispuestos a enfrentarse...

=Que tristeza que tu padre haya muerto y no me haya pagado.
Alexandre: Puedes ir a acompañarlo tal vez allá en dónde está te pueda saldar tu deuda con él. [Sonrió]

Luego de eso todos comenzaron a luchar, era una guerra rápida Alexandre esquivaba los golpes de aquel hombre maduro.
Cansado no se daba por vencido, pero para Alexandre era el comienzo aún soportaba mucho más que él.

=Eres ágil!
Alexandre: Peleas como una niña...

La lucha era sin ningún arma, era sólo a mano por decirlo así.
Pero de un rato Alexandre sacó una mini espada encajándola en la costilla de aquel hombre, sosteniendo su cuerpo y penetrándo su carne este guardó de inmediato la espada haciéndo que el enemigo cayera al pasto ensangrentado.
Muriendo lentamente que nadie se daba cuenta.

Alexandre: !La cuenta está pagada! [Riéndo]

El hombre dio su último respiro y murió, dejándo a su ejercito débil.
Alexandre había ganado la batalla, los contrincantes prestaron atención rindiéndose se inclinaron ante él.
Su capa negra volaba con el aire, su mirada misteriosa llena de temor hacia que los demás le tuvieran pavor.

Alexandre: Acepto su rendición! Mientras tanto todo lo que su reino ha robado del mío, me será regresado el doble.
Su rey a muerto en batalla, ya no tienen a quién seguir... [riendo]

Alexandre tomó su caballo y se fue...
Había ganado la batalla pero hizo trampa, había usado una espada para matar al otro rey, estába en contra de las reglas de una batalla.
Pero aún así lo tomaron digno de batalla.
Regresó a casa y recibió una celebración por la victoria tomada.
Sus guerreros habían sido invitados, los súbditos de aquel reino habían dejado las riquezas que el padre de Alexandre había dado en aquellos tiempos pasados.
Transylvania volvió a tener lo que antes le pertenecía, estába creciendo.

Heimdal: Enorabuena mi señor, hemos crecido mucho gracias a su victoria.
Alexandre: Y creían que estába haciendo algo mal, se equivocaron todos.
David: El pueblo está contento del progreso, creo que se ha calamdo todo lo relacionado con tu mandato.
Alexandre: Creo que no hace falta mencionarlo David!
Dejémos eso atrás, y sigamos adelante, este reino va a prosperar aún más se los aseguro.

Alexandre caminó directo a su habitación para dejar su armadura pero en el centro se encontró con su madre, quién estába esperándolo.

Alexandre: Madre!!
Leyna: [inundada de lágrimas] Hijo!!
Alexandre: Creí que ya no volverías...
Leyna: Tenías razón, algún día este reino íba a volver a ser como antes, cómo cuando tu padre reinaba.
Sabía que podías hacerlo y que en tus manos estába nuestra salvación.
Alexandre: Lo ves madre? Te dije que un cambio podría ser un beneficio para el pueblo, sé que mi maldad me dejó ciego por unos días pero mira, he ganado la batalla.
Todo está de vuelta, nuestras riquezas, nuestras pertenencias han regresado a nosotros.

Ambos se abrazaron con todas sus fuerzas, luego de eso Alexandre continuó su camino y de pronto las ventanas estában abiertas y afuera tres hechiceras lo estában esperando.

-Hemos venido a usted mi señor!