The Lost Lord.

No rompas las reglas.

Tiana había aceptado ser la mujer de Alexandre, ambos había  regresado al castilo.
Mientras que Leyna estába ausente Tiana se había paseado cómodamente por el enorme lugar, estába feliz pero más al tener a Alexandre cómo futuro marido.
Él había pedido su mano, y pronto se casarían, luego de eso tendrían a su primer hijo.

David: No crees que te estás apresurando? [Exclamó]
Alexandre: De qué hablas, no importa! Ahora tengo lo que quería, ella es feliz yo también lo soy, deja de cuestionarme!

[En otro lugar]

Leyna: Oh, merci! No sé que he cometido que mi hijo se ha vuelto un inpuro.
Merci: [preocupada] De qué me hablas, Leyna? Qué pasa con él?
Leyna: [sollozando] Desde que isaac murió hubo un cambio en él, ahora es frío, cruel con los súbditos, mirada despiadada, mi niño no era así.
Merci: El poder atormenta al ser humano querida, bien lo sabemos todos.

Merci era la amiga de la madre de Alexandre, ambas compartían secretos, charlas, incluso Merci era una medium y hechicera blanca.
Podía percibir el futuro en las personas, ellas se entendían muy bien.

Merci: Sabes que él está cerca de Alexandre, cuándo terminaras con esa otra tormenta?
No es bueno para ti ni para él, terminará odiándote!
Leyna: Aún no Merci, aún no puede saberlo.

[En Transylvania]

Tiana: Jamás había estado en una habitación tan grande y lujosa.
Alexandre: A partir de ahora lo estarás, a mi lado.. [sonrió]
Tiana: Tú eres el rey, eso indica que seré la reyna?
Alexande: [dudoso] Podría decir que sí, si pudiera pero mi madre aún vive por lo tanto sigue siéndolo.
Si ella muere a ti te sedo el lugar.
Tiana: No importa, sólo quiero estar a tu lado, ser tu mujer, ser tuya!

Alexandre la miraba con una gran admiración, se estába encariñando con ella tan rápido pudiera.
Antes tenía la mentalidad de sólo tenerla cómo esclava pero esa poca pureza que le quedaba lo hizo enamorarse de verdad.
Ablandando de nuevo su corazón, tal vez no podía ser reyna pero sí la dueña de su alma. 

Alexandre: [besando la mano de Tiana] Quiero presentarte en sociedad amada mía.

Tiana sonreía al escuchar tan dulces palabras que salían de sus labios, realmente estába emocionada.
Tenían algunas horas de estar juntos y ya actuaban cómo si fuesen marido y mujer.
Pero a Alexandre no le importaba a su merced el pueblo no tenía ya el derecho de juzgarlo.

Alexandre: [hablándole al oído] Todos sabrán que eres mía y que pronto nos casaremos, aquellos que se han burlado de ti, que te han humillado o deseado la muerte verán que has progresado y que  rey te ha salvado de la perdición.

El escriba de Alexandre se había encargado de eliminar todo lo relacionado con el rey Isasc, por más que fuera su padre ya no podía seguir con la misma generación, las mismas reglas, los mismos mandatos.

-Mi lord, estoy llsto para escribir sus mamdatos.
Alexandre: !Perfecto!

Rey Alexandre...

Ningún súbdito juzgará sin ser juzgado por el mismo rey.

Obedecerás los mandatos y aceptarás el castigo.

No darás falsos testimonios.

Matarás en nombre de tu rey.

Obtendrás el perdón por medio de la tortura.

Si violas alguna ley o mandato tu nombre se sellará en el libro de los condenados.

Serás decapitado si traicionas a tu rey

Alexandre: Por ahora esto será anunciado a la corte y al pueblo, quedó claro?
-Sí su alteza!

-Cómo querrás que obedezcan tus reglas si tú ya has roto otras!