The Lost Lord.

Hasta que la muerte nos separe.

Habían pasado dos semanas después del festín, Alexandre y Victoria se seguían viendo aunque el rey ya estába a punto de casarse con Tiana la doncella, pero nunca lo dijo y por qué lo diría?
Correría peligro su plan, puesto que después de eso Victoria quería ser la mujer de Alexandre, y este besándole la mano le había dicho que ya lo era pero para Victoria no era suficiente.
Ella quería que todos supieran que ella era la reina.

David: Hoy es el gran día, Romeo.
Alexandre: Espero que todo esté tal y cómo lo he ordenado. [Mirando al espejo]
David: Estás seguro que Tiana es la mujer con la que querrás estar por el restro de tu vida?
[Suspiró] Puedes matarme o torturarme, pero a mí no me engañas!
Te has estado revolcándo con la duqueza Victoria.
Alexandre: [Levantándose rápido] Tal vez sea condenado pero....
David, nadie puede saberlo ni siquiera Tiana! Entiendes?
David: Una esposa y una amante? Estás en la perdisión, y no creo que alguien te rescate de ahí.

Lo rodeaba el nerviosismo y la desesperación, no sabía las consecuencias de sus actos pero ya era el día de su casamiento con Tiana, ya no tenía marcha atrás.
Estában listos, Alexandre quería que todo el pueblo fuera a su boda pero pareciera que la multitud estába dividida; algunos ya estában en la iglesia pero en una ceremonia normal cómo cualquier otra mientras que los demás estában afuera con él.

Alexandre estába enojado, que entró co  rabia e interrumpiendo la ceremonía.
Todos adentro lo miraron, el sacerdote se levantó y lo enfrentó diciéndole.

-Qué haces aquí?
Alexandre: Hoy es el día de mi boda, se supone que usted debería esperarme no empezar antes de lo acordado.
-Esto es un día diferente Alexandre, no puedes casarte en la casa de Dios.
No eres digno, has roto tus votos.
Alexandre: [riendo] Y ellos? Los has dejado entrar, sus caras perdidas, llenas de maldad y a mí me culpas?
niegas la entrada a tu rey...
-Lo siento Alexandre, no puedes estar aquí, no puedo casarte...
Eres impuro!

Alexandre sorprendido y sin palabras miraba al sacerdote sin parpadear mientras que las personas lo miraban impresionados, murmurándose entre ellos lo que acaban de escuchar.

Alexandre: [Hablándo entre dientres] Vendrá el día en que tu casa se convertirá en polvo, no tendrán mi asilo, mi perdón.
Quienes me han rechazado obtendrán mi negació el día en que me estiren la mano.
Abrá un nuevo dios a quién tendrán que seguir quieran o no.

Se fue lleno de rabia, guió a su gente a otro lugar.
La boda sí se había realizado, los llevó a una cueva enorme dónde habían antorchas y asientos tal cómo una iglesia pero más siniestra y obscura.
Y en lugar de venerar al mismo dios veneraban al señor de la perdición a su imagen y semejanza.
Había un sacerdote que estába en alianza con el rey, fue quién dio avance a la ceremonia.
Alexandre y Tiana se habían casado sin ningún impedimento.

Alexandre: Hasta que la muerte nos separe! [Dijo mirando a Tiana]

Se levantó una nueva religión liberal, dónde no existieran reglas que seguir ni obligaciones que hacer o eso parecía.
Pero Alexandre juró destruir la antigua dónde una vez fue rechazado.