Oh, amado padre.

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Había pasado algunos días después de el recuentro con Corpus en aquel campo de batalla, Alexandre no pofía creer que su popio amigo de su infancia había sído capaz de enfrentarlo en aquel campo de batalla:
Pero ese lazo de honestidad lo dejó caer, no podía hacerlo por lo que la haya hecho, ambos serían incapaces de destruir ese lazo.
Alexandre yacía en el trono desde que su padre murió, su corazón puro seguía en pie pero de vez en cuando lo sentía cada vez más solitario.
Quería ser amado por todos, trataba de que siguieran su camino, por supuesto lo hacían pero él sentía que no era cómo lo deseaba...

Alexandre: Madre.. [dando la espalda]
-Sí?
Alexandre: Y si no soy digno de esta corona?
¿Y si estoy haciendo las cosas mal?
-[La mujer se acercó a él] Hijo mío, no temas! Lo estás haciendo bien, en el pueblo todos te quieren, más sin embargo has mantenido tu cordura, tu fe en que este reino saldrá adelante, con o sin tu padre.
Alexanfre: [voz quebrada] Pero él abría levantado aún más este reino, estába a punto de enriquecerlo de poder cada vez que luchaba.
Y en cambio yo sólo lo estoy debilotando.
-Claro que no, hijo mío!
Has echo obras buenas, la paz abunda todo el lugar.
Debes seguir tu corazón, debes ser fuerte, un rey jamás se rinde.
[Besó su frente]

Alexandre se sentía agobiado, era un rey un poco sensible y quería cambiarlo, no quería que la gente lo viera cómo un niño que creció con todo y no sabe lo que quiere.
Quería que lo vieran triunfante y valiente.
La sensibilidad lo vuelve vulnerable.

Alexandre: Oh, amado padre por qué te has ído de este mundo.
Te necesito ahora, te necesito tanto, necesito de tu guía, de tus palabras.

Miraba el gran crucifijo del ventanal, su vista perdida, por un rato olvidó sus penas cómo si algo lo hipnotizara por completo.
Había una gran diferencia entre Corpus y Alexandre, uno era recio, fuerte, audaz.
Mientras que el otro era honesto, sensible, fiel y puro.
Eran inseparables en aquella epoca pero sus padres llevaban una gran rivaildad en el trono; de tal palo tal astilla.
Pero desde que sucedió ese acontecimiento ambos han perdido esa escencia de amistad, el lazo que llevaban está desgarrado.
Alexandre trataba de repararlo para que siguiera fuerte.
Se ha sentido lleno de culpa, al no poder regresar por su amigo, al ser interrumpido por los caballeros que ordenaron su retirada en aquella cascada.
Cada noche se repite esa misma escena, volviéndose en una gran pesadilla sin fin.

-Veo que algo te atormenta..

David, es uno de los caballeros más leales del reino.
También se puede considerar amigo de Alexandre, había sido entrenado desde niño.
Su padre era un leal herrero que esculpía y fábricaba las armaduras de las tropas del Transylvania.

Alexandre: Había sido enfrentado por mi viejo amigo, Corpus.
David: ¿Luchaste con él? [Sorprendido]
Alexandre: !No!, estuvimos a punto pero no... sólo me reprochaba el a verlo abandonado cuando niños.
David: Y crees que te hará pagar por lo que hiciste?
Alexandre: Hicimos las pases, dejamos la pelea pero sí, siento que tarde o temprano recibiré un castigo de su parte.

The Lost Lord.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora