The Lost Lord.

Ammyt.

Alexandre notó que en el espejo algo se formaba, algo negro obscuro como si el mismo reflejara algo una figura humana.

Alexandre: Qué has dicho?
-Ella no puede arruinar tus planes. [Voz femenina]
Alexandre: Quiero que te me muestres tu existencia.

La forma que contemplaba aquel espejo era una mujer, parecía diferente que Alexandre notaba con incógnitas de qué puediera ser de una razs distinta.
Sus ojos eran como los de un felino, su cabello violeta y sus manos con uñas largas...

-No tema Alexandre, he sido enviada para usted.
Vengo de lo más profundo del inframundo, una de las criaturas más poderosas del Aaru juzgo a los condenados e inpuros de este mundo, devorando sus corazones que no merecen un lugar de existencia...
Mi apariencia para usted es algo considerable, pero para sus enemigos un tanto aterradora y así teman por sus vidas miserables.
Alexandre: Haberlo dicho antes! [Sonrió]
-Soy tu protectora, he sido enviada para protegerlo de cualquier insecto que pueda hacerle daño.
Alexandre: Agradezco el gesto, pero no soy un niño pequeño así que..
-[interrumpiendolo] Me parece que no está entendiendo, con mi poder puedo ayudarlo a cumplir sus fantasías en este mundo, puedo hacer que el más humano insignificante se arrodille ante usted o incluso desaparezca de su vista!.
Alexandre: Me agrada, y por qué él no me lo ha dicho? Por qué así?
-Quería sorprenderlo, ya que usted ha cumplido con una de las misiones...
Alexandre: [Sorprendido y sin palabras]..

La mujer salía del espejo, su sobra era un tono como su cabello.. Violeta.
Rodeaba al rey con total atención que Alexandre sintió incomodidad.

Alexandre: Por qué me miras tanto?
-Eres un hombre totalmemte fuerte, has cambiado mucho que tu nobleza ha desaparecido, es digno de un Rey obscuro.
Alexandre: [Vanidoso dijo] Yo obtengo lo que quiero, cambio como me da mi gusto.

Hablaron por algunas horas que al atardecer aquella Ammyt salió del castillo a hacer la cacería.
Buscándo hombres inpuros para llevarselos a Alexandre, algunos eran para su cena claro está pero los de gran importancia tendrían que ser llevados a su amo.

-Pequeño muchacho no deberías estar aquí!

Había un joven plebello de casi doce años de edad yacía en el lago azul a casi anochecer.

~Estába pescando algo. [Dijo el adolescente]
-Es tarde para que lo hagas, regresa a casa.
~¿Quién es usted?
-No querrás saberlo querido, eres tan puro que no conoces la maldad, ve a casa no lo volveré a repetir.

Aquel chico se fue atemorizado pensando que le pasaría si se hubiese quedado.
Luego de eso ella vagaba por el reino, la hora de la media noche se estaba acercando cada vez más hasta que encontró un hombre perdido entre la penumbra.

-Algo te atormenta... [dijo ella]

El hombre aterrorizado al ver su aspecto salió corriendo casi tropezando por las rocas y sin luz que pudiera guiarlo.
Ella reía mientras lo seguía que de repente se postró delante de él y mirándolo con una mirada aterradora le sacó el corazón.

-[Tomando aire] Es demasiado grande!, no eres digno!! [Dijo riendo]

Había matado aquel hombre dejándolo caer al suelo, guardó el corazón para despuès entregarselo a Alexandre probar que ella puede ser su mano derecha, que juntos pueden hacer que todos teman y sigan en serio las reglas del Rey.