Capítulo 38: Agonía.

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28 de Diciembre 2013

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28 de Diciembre 2013

POV Ethan

Mis pensamientos están a punto de volverme loco, han pasado horas desde que Eleonor se fue, me siento como el hombre más idiota del planeta, debía al menos perseguirla pero no, lo mejor que se me ocurrió fue quedarme parado como un imbécil, estoy preocupado, no me contesta las llamadas, créanme son muchas las que he hecho... El cielo comienza a oscurecerse, tendré que ir a la dirección que me envió, seguro el hijo de puta ese está intentando manipularla, a estas alturas no creo que ella se deje engañar.

No quiero encontrármelo, porque no voy a aguantar mis ganas de matarlo, he tenido mucha paciencia con todo esto, él cruzó los límites, no creo que se detenga, por eso me angustia tanto, no sé qué hicimos para merecer esto.

Cojo mi teléfono nuevamente para marcarle pero ahora suena apagado...

Joder.

Maldita sea.

¿Cómo pude ser tan imbécil de no acompañarla?

De verdad que he metido la pata hasta el fondo.

Llego a la recepción del hotel, veo a una chica muy concentrada revisando unos papeles... Me detengo justo al frente del mostrador un tanto desesperado, aclaro la garganta...

— ¿Que desea? — dice con flojera, sin ni siquiera voltear a mirar... Bingo... Ahora tengo que lidiar con esta.

— Busco al Sr. Chadd Bratkrischik, soy Brandon Whilkerson — miento.

— No le puedo dar información — expresa sin levantar la mirada, comienzo a enfadarme...

— Soy su padrino de bodas... Vine a... — me mira, revisa en una carpeta que tiene a un costado.

— Habitación 6.36 — escupe con apatía, a esta mujer le hace falta algo en su vida...

No voy a decir que.

Me dirijo a los ascensores, le doy al mágico botón, espero unos segundos, suena un pequeño timbre anunciando el ascensor, me meto rápidamente marcando desesperado el piso 6, la impaciencia que tengo está a un nivel subnormal, mis manos están sudando, si pudieran sentir mi corazón creerían que me está sucediendo algo extraño, de verdad no quiero que esa maldita rata la toque, no conoce mi lado oscuro, rogaría por su vida si se encontrara con él, eso lo llevamos en la sangre, sí, pero puedo ser peor que el mismo demonio, se metió en un callejón del cual no podrá salir. Espero encontrarla aquí, porque si no tendré que avisarle a todos, no quiero preocupar a nadie. Salgo del elevador exasperado, llego a la puerta de la habitación dándole golpes muy fuertes...

— Abran la maldita puerta... Eleonor, Dennison, Abran de una vez — ¿Sera que está aquí?, mierda... ¿Y si no?

Agarro nuevamente mi teléfono temblando, llamo a Dorotty, ya estoy muy nervioso y agobiado, no quiero que le haga daño.

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