Las 4 de la mañana.

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Ha pasado tan solo una semana desde que enterramos a Samuel y a Alena. Una semana desde que supe que su hijo, Samuel Jr., ahora Samuel a secas, estaba a mi cargo, bajo mi custodia, desde que me hice padre sin elegirlo, desde que supe que algo tan pequeño y delicado dependería durante muchos años de mí en su totalidad.

Tan solo una semana, y ya me estoy planteando si Alena y Samuel tomaron la decisión adecuada.

Son las 4 de la mañana. Estoy sentado en una silla, con Samuel en brazos. Él está llorando, totalmente histérico, le he dado de comer hace poco tiempo, le he cambiado, y nada, sigue igual. Nadie me avisó de esto. Estaría bien que los bebes hablasen y dijeran "Tengo gases." o "Me he cagado, cambiame, cerdo.", pero no funciona así. Yo no soy padre en si, no tengo ese instinto, no me han dado clases de "Como cuidar bien al hijo de tus amigos muertos.". Esto es demasiado dificil...

Y para colmo, quedarme con Samuel no era la única sorpresa.

Alena y Samuel sabían que yo vivía en un piso pequeño y cochambroso en el centro de Madrid, únicamente para mí. Apenas tenía espacio para trabajar y vivir bajo el mismo techo. Lo alquilé para independizarme, porque vivir a los 30 con mis padres me parecía un poco...excesivo. 

Claramente no podía criar allí a Samuel, y como el piso de ambos quedaría a nombre de su hijo, y yo tenía su custodia al 100%, ahora yo...vivía en el piso de Alena y Samuel. Si, todos los días, ver sus fotos, sus cosas, mirar cada rincón y pensar en todo lo que allí han podido vivir...Destrozaría a cualquiera, os lo aseguro, pero era lo mejor para el niño.

Encendí el equipo de música, todavía con el iPod de Alena, y suavemente sonó "When I look at you". Alena, su música, y el maldito aleatorio...No pude evitar que mis ojos se empañasen. La situación me superaba.

Miré a Samuel, que ahora parecía estar más calmado, y que me miraba, con sus ojos claros. Alena... . No podía caerme y arrastrar a aquella personita. Una de mis lágrimas cayó sobre el rostro de Samuelin, y este hizo una pedorreta, asqueado. Comencé a reirme. Si, solo, sin más. Le devolví la pedorreta, y soltó una carcajada de bebé, de estas dulces, risueñas, que alegran el día a cualquiera.

Ahora sonaba "Magic." de Coldplay, pero no me importaba ya la música. Comencé a jugar con Samuel, con sus deditos, su tripa, sus pies, haciendole cosquillas, y el reía, babeaba, y volvía a reir. Era una ternurita, y desprendía tanta felicidad...La viva imagen de sus padres, así es como tenía que verlo.

Y quizá, de esa forma, no duela tanto como duele.

Al poco rato, Samuel comenzó a quedarse dormido entre mis brazos, mientras agarraba con todas sus fuerzas uno de mis dedos. Me levanté lentamente y le lleve con cuidado hasta su cuna, donde lo posé, y le dejé allí, dormitando, hasta dentro de unas pocas horas, cuando reclame su biberón. Pero bueno, ya no me importa tanto.

Me da igual si tomaron o no la decisión correcta. Me da igual si estoy preparado, o no, si sé, o no sé. Cuidaré se Samuel, y lo daré absolutamente todo por su bienestar. Porque si, porque Alena y Vegetta lo hubieran dado por él, porque me confiaron lo que más querían, y porque aquel pequeño era lo único que me quedaba de ellos, la razón por la que Alena y Samuel se mantendrán siempre vivos, aunque sea dentro de mi. 

Y así, podré continuar mi camino, y sonreír de oreja a oreja, como a Alena tanto le gustaba.

2da TEMPORADA "Tras una pantalla, Tito Willy" (Willy Fanfic.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora