Nuevos principios.

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El traqueteo del coche, junto con el calor que Mich me transmitía, hacía que mi cuerpo se volviera pesado, y mi mente se nublara. Era en momentos como este, cuando me adormecía, en los que, sin pensar en nada, podía disfrutar de las pequeñas cosas, como sus caricias, o el tacto de su melena pelirroja. Era entonces cuando , con más tranquilidad, podía ver las cosas de forma nítida. El único momento del día en el que la culpabilidad de perder todo lo que Samuel y Alena dejaron ciegamente a mi cargo se esfumaba, pues era en momentos como este en los que veía que yo no busqué nada de esto. 

Decidí quedarme con esa idea en mi cabeza, puesto que era la real, la correcta. Decidí librarme de la responsabilidad de los hechos, pues en realidad nunca fue mía. Tardé tiempo, pero al final me di cuenta de todo eso, y cuando lo hice, decidí que mi propia vida continuaría con una sonrisa, puesto que los que faltan lo hubieran querido así.

El coche se detuvo, despertándome de golpe, aún atontado por el sueño, y acomodado con Mich. Me hubiera quedado allí el resto de mis días, de no ser por las palabras de Luzu.

-Ya estamos aquí...- dijo, cansado y a la vez emocionado.- vuestro nuevo hogar.

Salí del vehículo, impaciente por entrar en el que sería el próximo decorado de la historia de mi vida. Respiré hondo y me giré, pudiendo ver a Mich contemplando asombrada la fachada de una casa. De nuestra casa.

Mich no supo antes como era, pues tenía que ser una sorpresa para ella, una manera de agradecerla todo. Yo me encargué de buscar el hogar perfecto. Y lo encontré. Una casa no muy grande, con la fachada blanca menos en la zona de la entrada, de piedra beige. La puerta del garaje, al igual de la de la entrada y los marcos de la puerta, en un tono verde claro, y el pequeño porche de la entrada, de madera clarina.

-Es...-comenzó a decir Mich, emocionada, mientras buscaba las palabras que mejor describieran todo lo que ese momento se agarrotaba en sus cuerdas vocales.- Increíble. Maravillosa. ¡Es genial!.- la abracé por la espalda, y dejé caer un beso detrás de su oreja.

-Es nuestro hogar, nuestra fortaleza.- aclaré, abrazandola fuerte contra mi pecho.- Te lo mereces.

-Nos lo merecemos.- me corrige, mientras gira entre mis brazos, quedando nuestros labios a escasos milímetros, sintiendo una atracción que escapa de las leyes de la física.- Te quiero.- sonríe a ras de mi, haciendo que los pelos de mi nuca se erizan. Estoy donde quiero estar, y con quien quiero estar.

-Los momentos empalagosos que llevan al sexo duro mejor dejadlos para cuando yo no esté, please...- Luzu sabe como cortar la magia del momento...Le miro con desprecio mientras Mich solo puede reir.

-Ostras, chaval, mira que eres mala gente...- finalmente no puedo aguantar mis carcajadas, y estallamos los tres en sonoras risas.

Mientras tanto, oímos llegar un coche que se detuvo justo al lado de nosotros. De él, se bajaron dos rostros más que conocidos.

-¿Alguien ha llamado a los pintores?.- bromeó Frank, con un enorme rodillo sobre el hombro y un bote de pintura en la mano, mientras que Alex sacaba el resto de instrumental.

-Todo unos profesionales...- reimos juntos ante el sarcasmo de Luzu. Los chicos se acercaron y nos dieron un abrazo a cada uno.

-Estamos contigo, tío.- me susurró Alex, lo que me hizo sentir bien. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien. Los acontecimientos y la suerte estaban de mi lado, y tenía el pálpito de que así sería durante mucho tiempo.

-¿Qué haceis que no estais ya dentro?.- la pregunta orden de Frank hicieron que de mi bolsillo sacara las llaves, y me dirigiera hacia la puerta. Un leve giro de muñeca, y estábamos dentro.

No hay finales reales, tan solo son nuevos principios.

2da TEMPORADA "Tras una pantalla, Tito Willy" (Willy Fanfic.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora