Adicto a ella.

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-Mich, despierta.- susurré a su oído suavemente para no sobresaltarla.- Hoy tenemos algo preparado...

Mich abrió un ojo, cogió su móvil, que se encontraba cargando sobre la mesita de noche, lo desbloqueó y vió la hora. Las 06:30.

-A esta hora se duerme, Willy...- se dió la vuelta y cerró de nuevo los ojos, pero yo la zarandeé para que no se volviera a despertar.- Que pesado eres, cariño...Más te vale que sea algo fascinante.

-Lo será.- confirmo.- Pero tenemos que ponernos ya en marcha para aprovechar el día...Que está un poco lejos y tenemos reserva.- Mich me mira unicamente con un ojo abierto de nuevo, sorprendida.- ¿Te pensabas que iba a compartirte con más gente?.- sonrío, y ella sonríe conmigo.- Buenos días, marmota.- y la beso en los labios.

Tardamos 2 horas y media en llegar, pero el trayecto mereció la pena.

Mich miraba con los ojos como platos lo que ante nosotros se encontraba, totalmente absorta en su propio asombro, y yo mientras la observaba con una sonrisa de satisfacción mientras me dejaba también hechizar.

-Es...Es...- buscaba una palabra que englobara todo lo que sentía en ese momento, lo que sentíamos, y la palabra no aparecía.- Gracias Willy.- me abraza la cintura, y yo la acerco a mi.

Ante nosotros, un pequeño lago termal en el valle de unas montañas cubiertas por una densa capa de nieve que refleja el azul del día, y mientras los témpanos creando con los rayos del sol extraños relflejos que hacían de aquel sitio un lugar mágico. Aguas claras, y una atmósfera vapórea. Sólo Mich y yo.

-Para nosotros.- rodeo su cintura con mis brazos, y la beso.

Poco después, cambiamos la ropa de abrigo para el frío por los trajes de baño, y nadamos rodeados de un paisaje invernal, donde la cencellada, el hielo y la nieve son los protagonistas, donde el color blanco se funde con el cielo, allá donde el tiempo se detiene y el espacio desaparece.

Allí, con el agua por el cuello, me abrazo a lo más importante que tengo, a una sonrisa, a unos ojos, a un corazón y a una personalidad. Me abrazo a ella, a Mich, y disfruto simplemente de estar con ella, a solas, sin que nada ni nadie más importe, como si fueramos los únicos en la Tierra, o como si ese paraiso en el que nos encontramos fuera otro mundo totalmente diferente.

-Madre mía Willy, de verdad, te lo has...

-Nos lo hemos ganado, ¿no?.- la interrumpo con una sonrisa, y ella asiente.- Pues ya está. Tenía ganas de estar solo contigo, muchas, y ya que estamos por fin a solas, vamos a darnos algún capricho...

-¿Y dices que nadie más puede venir aquí hoy?.- asiento ante su pregunta.- Por lo que nadie nos puede ver...- vuelvo a asentir.- Osea, que esto es para nosotros solos, y podemos hacer lo que queramos...- asiento por tercera vez, a lo que Mich pone una sonrisa pícara. Sé lo que está pasando por su cabeza.- Excelente...

Entonces, Mich rodea mi cintura con sus piernas, y mi cuello con sus brazos, y me besa. Su lengua juguetona en mi boca, explorándome, y mi lengua comienza a buscar ansiosa su aliento. La intensidad sube por parte de ambos, la pasión toma el control, y tanto el deseo como el calor nublan nuestras mentes. Mis besos bajan de su boca a su cuello, dejando pequeños mordiscos con marca, y notando como algunos músculos de su cuerpo comienzan a tensarse, y como todo mi cuepo comienza a alterarse y a pedir más. 

Mis manos van de su rostro a su cuello, y de su cuello al nudo de los tirantes de su bikini, que no dudo en desatar. Noto la sonrisa lasciva de Mich a ras de mi, y después comienza a besar mi cuello y mi oreja, llenando mis terminaciones nerviosas de placenteras sensaciones mientas que traza con sus dedos líneas en mi espalda, apretando levemente en mi columna, causando en mi ligeros escalofríos que me activan por dentro.

No puedo parar de besarla, de tocar con los labios cada centímetro de su piel. Una extraña fuerza que me atrae a ella con furia, y de la cual no me quiero librar.

Con otro leve tirón, termino de desabrochar la parte alta de su bikini, y dejo caer en su pecho nuevos besos, más acelerados y desesperados, mientras que ella comienza a desabrocharme el bañador lentamente, con paciencia, torturándome con esa eterna espera, rozando con sus dedos la parte más alterada y sensible de mí en estos momentos. Finalmente, me baja el bañador, y me quedo completamente desnudo y con una calentura de importancia. 

Mis besos bajan de su pecho a debajo del agua, a su vientre, y de su vientre a la zona interna de sus muslos. Bajo la parte inferior de su bikini con tiempo, sin necesitar aire, como si lo único que fuera necesario para vivir fuera estar en ese momento, ahí, así, con ella, y el oxígeno fuera algo secundario.

Cuando termino salgo a la superficie, y siento en mi espalda el gélido aire de la montaña que contrasta con el calor ya no solo del agua. No me importa. Nada ya me importa. Solo la figura esbelta que tengo enfrente y su sonrisa, su mirada. Esa mirada de la que soy adicto.

La acerco a mi, y comenzamos de nuevo a besarnos aceleradamente, mientras la llevo a una zona menos profunda. El autocontrol y la humanidad ya no forman parte de nosotros, transformandonos en dos animales, en dos bestias que actúan sin pensar, que se dejan llevar por sus instintos.

Encuentro una piedra donde poder sentarme, y Mich se sienta sobre mi, con sus piernas alrededor mío. La beso y con cuidado, lentamente, entro en ella. Observo como se muerde el labio inferior, intentando reprimir un gemido, y entonces yo comienzo a mover mis caderas, entrando y saliendo, cada vez más rápido y desesperado, mientras que Mich suelta suspiros y gruñidos apoyando su cabeza en mi hombro y moviéndose ella también. Nuestros gemidos se funden con el eco del agua fluyendo y con el silbido el viento entre las rocas de las montañas. Allí, ella y yo.

-Wi...Willy.- oigo susurrar a Mich antes de soltar una enorme bocanada de aire.

-Mich.- respondo casi sin aliento.

Noto como ella llega al orgasmo, exhausta, dejando caer casi todo su peso sobre mi, y contayendo involuntariamente sus músculos, haciendo que yo también llegue.

Siento el corazón desbocado de Mich en mi pecho, y como ambos intentamos recuperar el ritmo normal de nuestra respiración. Como nuestros cuerpos se relajan y se acomodan uno cerca del otro. Como podría detener el tiempo en este instante y no me arrepentiría.

-Te quiero.- confieso a su oído sin dudarlo, sintiendo que, a veces, esas palabras se quedan cortas.

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Holiwiiis!!!

Hoy os dejo por aquí algo en lo que necesito que participeis para guiarme en futuros capítulos!! 

Veran, a la hora de escribir un capítulo Lemmon, tengo una dificultad: No me gusta escribir cosas muy explícitas, pues creo que ustedes lo verán un poco burdo, pero a veces al ser tan sutil siento como que le falta chispa al asunto. Entonces, para guiarme más o menos, les dejo aquí una encuesta: "http://www.strawpoll.me/2250302" que si no les importa podrían hacer para guiarme. Es solo escoger UNA opción, 10 seg., y a mi me ayudan de cara a continuar el fic.

Muchisisimas gracias por colaborar, por leerme, por interactuar conmigo y con el fic, y espero que les guste muchito, porque ya saben que a mi me encanta hacer lo que hago.

Un beso y un saludo, chicos. ^^

2da TEMPORADA "Tras una pantalla, Tito Willy" (Willy Fanfic.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora