2da TEMPORADA "Tras una pantalla, Tito Willy" (Willy Fanfic.)

Los sueños.

-¡Alex, que me matan, que me matan!.- pedí auxilio a mi compañero de Juegos del Hambre ante un ataque contrario con una espada encantada con aspecto ígneo, por lo que me estaba quemando.

-¡Aquí llega Alexby!.- en mi pantalla se podía ver una entrada triunfal del skin de Alex montando a caballo y acabando con la vida de todos lo que se cruzaban en su camino, como un auténtico luchador. Mató al chico que me estaba atacando, pero yo morí consumido por el fuego.

-He muerto, demasiado lento Alex...- le culpé, y después reí por lo bajo.

-Si anda, será culpa mía que tu seas un manco...- ambos estallamos en carcajadas mientras observaba a Alexby jugando y seguíamos con bromas y culpabilidades.

Cuando estábamos comentando el patético Parkour que Alex estaba haciendo, comenzó a sonar música en el salón de abajo. Ruedo los ojos. Una grabación más que no nos vale para subir a Youtube, y ya van unos cuantos. Menos mal que lo disfrutamos como críos, si no diría que es tiempo perdido.

Llevaba solo toda la mañana, así que supuse que Mich ya había llegado. Muy raro después de todo el trabajo que tenía con el grupo, pero tampoco hay muchas más opciones. 

-¡Miiiiich, la música!.- grité, pero todo seguía igual.- ¡Miiiiiiich!.- nada, 0 respuestas. Me llevé la mano al rostro, con algo de impaciencia.- Ahora vuelvo Alex, no debe de escucharme...

-Va va.- asiente, y yo me levanto del escritorio, dejando abierta la llamada.

Bajando las escaleras, comienzo a escuchar los acordes y los versos de "Hold onto me.", de Mayday Parade, pero con algo diferente. La voz que canta esos versos no es de hombre, sino de mujer. Una voz de mujer muy familiar para mi, dulce, potente, emocional...una voz que me encanta. La voz de Mich.

Abro la puerta del salón, y me encuentro a Mich con una sonrisa amplia, brillante, que me hace sentir un cosquilleo en la nuca, que me inunda, me llena. Esa sonrisa es la sonrisa que me alegra los días. En sus manos, una carcasa de disco decorada con una imagen en la que ella, Rodri, y el resto del grupo aparece con sus instrumentos rodeados de hojarasca, disfrutando de lo que tanto les gusta: La musica.

Me acerco a ella, contagiándome de su sonrisa, con pequeñas risitas que dejan escapar mi emoción, esa emoción que ella me transmite moviendo su nuevo album de un lado a otro con sus manos. La tomo de la cintura, y ella se abalanza sobre mi, abrazándome.

-Lo hiciste.- susurro en su oído.- Has cumplido tu sueño.

-He cumplido mis sueños...- me responde.- Gracias.

-¿Gracias por qué?.- pregunto, confundido.

-Por apoyarme, por animarme, por estar ahí cuando estaba a punto de estallar, y sobre todo...- me dirige una mirada profunda, intensa, luminosa.- Por ser uno de esos sueños.

Tomo sus mejillas con mis manos, y la beso en los labios breve pero dulcemente. Después, tomo sus manos, y comenzamos a mecernos suavemente entre sillones mesa y sofá, mientras la voz de Mich cantando "Iris", de Goo goo Dolls, acaricia nuestros oídos, creando un aura distinto, especial, y muy nuestro. Giramos, saltamos, reímos...Nos olvidamos del resto del mundo, estamos nosotros, en nuestro hogar, acariciando con la yema de los dedos la perfección en un momento, en un breve instante, un instante que nos pertenece.

Noto sus manos acariciando mis mejillas, mi barba, la comisura de mis labios, mi pelo, mi cuello, y noto su boca fundiéndose con la mía. Me embriaga, me hechiza. En mi mente, el deseo de que ese momento se detenga, justo ahí, cuando la tengo pegada a mi, cuando noto su respiración acelerada, cuando el aire que tomo está cargado con el aliento rápido de la persona que quiero.

Mich salta sobre mi, atándose con sus piernas a mi cintura, besándome intensamente, con ansias, y haciendo que ambos caigamos sobre el sofá. Queda ella sobre mi, y yo comienzo a morder suavemente su cuello, dejando pequeñas marcas, haciendo que suelte pequeños suspiros que causan el aumento de la temperatura entre los dos. La ropa sobra, y la primera prenda en desaparecer es su sweater, seguido de mi sudadera y mi cinturón. Sus shorts, sus medias, mis pantalones, y la ropa interior de ambos. Todo vuela en pocos minutos, dejándonos a ambos expuestos a la voluntad del otro, una voluntad erótica y desesperada.

Las caricias, los roces, todo nos hace estremecer, activando nuestras terminaciones nerviosas, haciéndonos sensibles al toque. Noto los dedos de Mich acariciando suavemente mi impaciencia, mi entusiasmo, mi excitación, jugando con ella, despertando mis instintos. Por otro lado, yo no me quedo atrás, y provoco con la yema de mis dedos la contracción de los músculos de su cuerpo, que hacen que emita sonidos ahogados sin ella quererlo.

Mi móvil suena varias veces, pero no estoy en condiciones como para contestar a nadie. Continuamos torturando el uno al otro, hasta que Mich y yo nos sentamos, ella acomodada sobre mi, rodeando mi cintura con sus muslos, y yo con las piernas dobladas para que ella pueda apoyar su espalda. Con mi ayuda, comienza a subir, a bajar, a ascender, y descender, iniciando una marcha carnal. tomando un ritmo que se acelera cuando nuestros cuerpos comienzan a rozar el límite.

Los gritos de Mich se mezclan con los míos, mientras me dejo llevar por la visión de su cuerpo, por sus gestos, sus detalles, su aspecto cuando está al borde del precipicio junto a mi. Me dejo llevar por las sensaciones, por el placer, por la ocasión.

Mich cae, y yo caigo tras ella. Ambos, desnudos y exhaustos, nos tumbamos junto al otro en el sofá, ella delante de mi, rodeándola con mis brazos, acariciando su piel todavía sensible, mientras recuperamos la forma. Regalo suaves besos tras su oreja, y observo como descansa tranquila y protegida a mi lado. 

-Esta vida es la que quiero.- dice suave.- Para siempre.- Yo no digo nada, simplemente respondo con un beso en su pelo, inhalando ese olor tan característico de ella, y viendo como poco a poco se va quedando dormida.

Cojo el móvil alargando el brazo, con la intención de ver quién me ha llamado tantas veces, y solo veo un mensaje en mi pantalla.

"La próxima vez, cuelga la llamada...Por cierto, tienes muy buen micrófono."

Mierda, Alex...