★Sugar Daddy★[+18]

Capitulo 8

1 Mensaje Nuevo.

Vibró mi celular. Observe a mis compañeros incómoda,  en clase de historia estaba estrictamente prohibido usar celulares.  Desbloque el teléfono esperando tener la respuesta de mi Sugar Daddy,  en efecto.

Sugar Daddy*

-No soy tu Sugar Daddy.  Pero joder el tiene razón,  eres bellísima. 
√√

Bloqueé el teléfono asustada ¿Quién más podría tener el celular de mi Sugar Daddy?  El era un hombre bastante importante y nadie tenía acceso a su celular...  Mierda.  Estaba en serio problemas.  Traté de concentrarme en los resúmenes que teníamos que entregar en la hora de clase,  otra razón más para odiar al profesor tres resúmenes de 3000 palabras exactas en cada uno. Era un completo pendejo. Mi celular volvió a vibrar lo saque de mi mochila y lo deje en modo silencio,  volví a abrir el chat con mi Sugar Daddy tenía dos mensajes más :

Sugar Daddy*

-¿No le dejarás más regalos a tu Sugar Daddy?
-Apuesto a que le encantará tanto como a mi que le mandes más fotos
√√

Valió madre... - pensé asustada 

¿Qué debía de responder?  La única persona con quien podía hablarlo se encontraba molesta conmigo,  no era justo.  Era un completo fiasco.  Dejé sin responder los mensajes sería caso perdido si preguntaba quien era. Además, era mas que claro que era una broma, no pensaba ser parte de eso.. Seria mejor ignorarlo no?

*****

Llegué a casa y esta se encontraba vacía,  era bastante normal encontrarla de esta forma entre semana.  Entré en mi habitación sin nada más que hacer considerando la idea probarme lencería sexy y tomarme fotos,  reí ante la idea tan vergonzosa que cruzo por mi mente. Recibí una llamada entrante:

Llamada*

-Hola-contesto una voz masculina

-hola?  Quien habla? -pregunte confundida

-Soy yo Nena,  tu Sugar Daddy-Respondio riendo.  Vaya esa voz tan grave jamás la olvidaría.

-Hola Daddy-conteste de manera educada e inocente-¿Sucede algo malo? -pregunte un tanto preocupada

-Me gustaría volver a escuchar tus hermosos y delicados gemidos.  Me gustan demasiado pero no tanto como tu me gustas nena- contestó con voz ronca.  Mordí mi labio inferior recordando mi arranque de calentura en la salita de la biblioteca..  Vaya de cierta forma ese recuerdo me producía cierto calor interno acompañado de una delicada palpitacion en mi feminidad.

-Te necesito Daddy-susurre lo suficientemente alto como para qué solo el me escuchará.

-¿Que necesitas Babie? -pregunto en tono seductor.

-A ti,  sentir tu piel,  tus labios contra mi ser,  tus manos explorando todo mi cuerpo -respondí relamiéndome los labios con cada frase que decía.

-Sabes que en este momento me gustaría besarte todo el cuerpo.  Bajar por tu cuello hasta llegar a la altura de tu pecho donde te quitaría con delicadeza tu hermoso brasier de encaje para poder chupar y morder cada uno de tus pezones-dijo con voz ronca. Inconscientemente mi mano divago entre mis pechos hasta bajar a la altura de mi entre pierna donde comencé a frotar mi clítoris.

--Me gusta Daddy- dije jadeando.

-Apuesto a que también te gustaría que mi lengua jugueteara con tu hermosa clítoris.  De arriba hacia abajo nena,  como te gusta- dijo riendo.  De alguna forma sus palabras me produjeron cierta calentura que no podía parar.  Solté el teléfono ignorando a mi Sugar Daddy.

Frote mi clítoris con más impaciencia mientras soltaba leves gemidos aún con los ojos cerrados.  Mi cuerpo correspondía a la perfección con las caricias. 

-¿Te ayudó Megara? -pregunto una voz masculina. Abrí los ojos de golpe aun sin dejar de tocarme. Era Aaron quien me miraba de una forma extraña.

-Pero que mierda puerco!- jadee asustada

-Vamos, sabemos que lo necesitas tanto como  yo-susurro de forma seductora

-No es verdad, ya vete por favor. Debería  darte vergüenza ser así. Lo siento pero nadie merece lo que tu me acabas de hacer. A caso crees que es como el porno? No entiendo que te hizo pensar que accedería y que me pondría súper caliente - le grite molesta

-Lo sabía Megara. - dijo fulminándome con la mirada. Quede en shock.

-¿Que..? -  El me miro asqueado.

-Eres una puta.  Y siento pena por ti-dijo antes de salir molesto de la habitación. Lleve mis manos hasta mi rostro mientras maldecía una y otra vez. Tomé el móvil aún en la llamada. Miérda. 

-Se Sincera Megara...  Ese chico no te supo amar... ¿Cierto? -dijo en tono serio.  Quise reír.

-Los chicos de mi edad no saben como amarme.  Son inmaduros e ilusos.  Tu en cambio eres perfecto.  Lo sabes todo Daddy- respondí con sensualidad.

-Todo sea para mi princesa- respondió antes de colgar.

Fin de la llamada*

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