Capitulo 10

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-Mierda lo siento- dije apenada. Ruborizandome por mi torpeza.

-Descuida. Me gusta lo que veo- susurro contra mi oído erizandome la piel.

-¿De donde es que te conozco? - pregunte curiosa.  Me miró con lujuria.  Sentí mi piel caliente,  me sentí sofocada.  Me falto el aire.  Luego oscuridad.


*****

-Despierta Megara- dijo una voz masculina.  Una voz familiar. Abrí los ojos,  me encontraba en una habitación blanca y muy espaciosa.  El olor a cloro inundó mis fosas nasales. Estaba en un hospital.

-¿Que hago aquí? -pregunte confundida. La enfermera me sonrió con cortesía.

-Tuviste un desmayó -Dijo la pelirroja natural de ojos muy oscuros.


-¿Porque? - pregunte sentandome en la camilla.  La enferma me miró un poco asustada.  Voltee a ver a mi Sugar Daddy quien suspiraba sentado en el sofá color azul marino de la habitación.



-Al parecer sufres de Anemia Megara- contesto con voz firme.  Profesional. Lo miré confundida. ¿Anemia?  ¿Como?  No era real.  No es real pensé asustada.

-Tu cuerpo no tiene las vitaminas que necesita,  sin ellas... Podrías morir -comenzó diciendo la enfermera - pero estamos a tiempo.  Podemos curarte.  En cambio si pasa a Leucemia me temo que no tendrías lógicamente cura.  La leucemia en los adolescentes no tiene ninguna cura. -dijo con delicadeza. Negué con la cabeza sin entender.  Para mi no tenía lógica.  La más mínima.

-¿Puede sedarme..? - pregunte de la nada.  Mi Sugar Daddy se levanto del Sofá y la enferma me miro confundida.


-¿Como dijo señorita? -pregunto nerviosa la pelirroja.  Lo notaba en su mirada,  sus labios temblaban.

-Que si por favor puedes sedarme.  Necesito dormir antes de irme de aquí.  No quiero estar aquí pero supongo que tengo que descanzar un momento - contesté con rapidez mientras observaba la puerta de la habitación.



-No puedo hacer eso señorita.  Solo tengo permitido hacerlo cuando la situación lo requiera. -dijo aún más nerviosa.  Mi Sugar Daddy nos observó atento.

-Claro que puedes hacerlo,  la situación en este caso es que él -dije señalando al hombre mayor de rasgos finos que se encontraba recargado en la pared junto a la puerta- te dará una muy buena y jugosa cantidad de dinero por hacer bien tu trabajo.  Así que no insistas y sedame por favor. - contesté enfadada.  La enfermera observó a mi Sugar Daddy quien sonreía de oreja a oreja.


-¿A que nombre debo firmar el cheque? - pregunto mi Sugar Daddy dando efectivamente la aprobación para que ella acatará la órden de sedarme..  ¿Porque?  Ni yo entendía si quiera la razón por la cual quería que me sedaran.

*******

Desperté sintiendo como dos dedos entraban en mi feminidad,  luego un sonido hueco.  Dios es mi vagina. Rei. Abrí los ojos,  la enfermera pelirroja se encontraba penetrandome mientras mi Sugar Daddy la penetraba analmente.


-¿Te gusta? - preguntó con voz ronca. Embistiendola con fuerza mientras acariciaba sus firmes pechos. La enferma comenzó a gemir alto aumentando la velocidad de sus dedos.  Gemi sin pensarlo.  Era como si no pudiese controlarlo,  como si simplemente saliese de mi garganta.



-Me fascina... - contestó agitada. Moviéndose hacia adelante y hacia atrás, invitándolo a moverse con más rapidez.  La enfermera si que disfrutaba tener un miembro viejo dentro de su vagina.  Suerte que no soy la única.


-Entonces sigue complaciendo a mi babe- dijo el hombre mayor con voz ronca mientras la movía en círculos.


La enfermera se subió encima de la camilla,  me quitó la sabana y subió mi bata,  no llevaba ropa interior. Abrió mis piernas elevandolas,  lamió mi clítoris,  di un salto gimiendo.  Su lengua era suave y ella sabía como moverla. Comenzó succionando mi clítoris mientras metía dos de sus delgados dedos dentro de mi vagina, sentí como ella se movia sobre mi cueepo.  Mi Sugar Daddy la embestia con mucha fuerza. Nuestros gemidos comenzaron a sincronizarse entre si,  no quisiera saber que personas nos escuchaban eso si sería demasiado vergonzoso.

Me concentre en sentir la lengua de la pelirroja en mi feminidad succionando mi hinchada clítoris gimiendo en la habitación diciendo “No pares” con los ojos cerrados y la espalda  erguida. Sentí calor en todo mi cuerpo acompañada de una pequeña descarga eléctrica que comenzaba a recorrer mi cuerpo estaba por llegar al orgasmo. Con sus suaves y delgados dedos acarició de arriba a abajo mi clítoris mientras que se estiraba a acariciar uno de mis pezones.  Se acomodó aún lado de mi acariciando mi feminidad con una mano,  mientras que con la otra succionaba mi pezón volviendo mi cuerpo más sensible,  Volviéndome más caliente. Mi Sugar Daddy se colocó junto a nosotras haciéndole un oral a la enfermera.


En un abrir y cerrar de ojos un fuerte gemido saliode mi garganta,  sacudiendo mi cuerpo en una sensación de liberación y explosión. Mi pecho subía y bajaba mientras yo me mantenía aún con los ojos cerrados.  Sentí los labios suaves de la enfermera besar los míos, le seguí el beso. 

Lamento mi severa ausencia chicas!
Ya estoy devuelta!
Voten!!!

★Sugar Daddy★[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora