Capitulo 6

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"-Y bien Ginger ¿Porque me hiciste venir? -pregunté sentándome en el mismo lugar que había usado hace dos meses con mi Sugar Daddy.

-Hay Algo que tienes que saber-dijo mirándome directo a los ojos

-¿Que sucede amor? -pregunte preocupada.  A pesar del juego yo la quería bastante.

-Sucede que estamos por cumplir ocho meses y no quiero seguir con eso - respondió negando con la cabeza

-¿Porque? -pregunte abriendo los ojos como platos.  ¿Qué hice mal?

-Se que no sientes nada por mi.  Se que el hijo de tu Sugar Daddy te tiene como perra faldera tras él y también se que han tenido encuentros sexuales y eso se convierte en un engaño. El no es parte del plan- dijo sin apartar la vista de mis ojos.

-Ginger.  Las cosas no son así -dije con rapidez.  Ella saco un sobre y lo aventó sobre la mesa.

-Simplemente no me busques. No quiero saber de ti-respondió levantándose de la silla mientras caminaba hasta las escaleras .

¿Que mierda? -pensé llorando. "

Me levanté de golpe al escuchar unos golpes en la puerta de mi habitación. Traté de controlar mi respiración agitada mientras bajaba de la cama para abrir la puerta.  Tras ella se encontraba mi primo Cárter con expresión preocupante :

-¿porque tocas así? Pude a ver muerto! -grité dramatizando

-Perdón pero Ginger te buscá -dijo com expresión seria.  Lo observe con claridad.  El sol aún no salía,  el seguía en pijama.  Algo malo pasaba. Caminé hasta la sala donde se encontraba mi novia parada en la sala molesta.

- Ginger,  amor.  ¿Que haces aquí a esta hora? -pregunte extraña.  Por algúna extraña razón quise mantener mi distancia con ella.

-Eres una perra Megara! -grito molesta señalándome con el dedo.  Abrí los ojos como platos.

-¿Que?  Relájate!  Tu estas siendo una perra al despertarme a esta hora de la madrugada solo para venir a insultarme-dije en tono serio.  No iba a dejar que me insultara de la nada pero tampoco sería grosera con ella.

-Por tu estúpida actitud sobre protectora conmigo casi hostigante mi mamá descubrió que hace un rato llegué a casa- dijo molesta mientras caminaba en círculos por toda la casa.

-Ginger,  yo fui la que te salvo de un castigo bien cabrón y de un súper cagadon de tus padres! -grité negando con la cabeza

-ah si?  De no ser así cuando llegue no me hubieran regañado! -grito acercándose hasta donde yo estaba.

-De ser más responsable pudiste haber visto mis mensajes así te hubieras enterado de lo que debiste de haberle dicho a tu madre -dije acercándome más a ella a paso firme.  Retándola.  Yo era unos centímetros mucho más alta que mi novia.

-Eres una zorra! -gritó soltandome una cachetada.  Su mano era delgada y frágil,  si físico era más delgado que el mío por tanto su golpe no me dolió como debería.  Si no que rompió mi corazón.

-Largo Ginger!  Fuera de mi casa-dije señalando a la puerta con el dedo.  Ella me miró impresionada. -supongo que no te apetecerá verme y a mi tampoco en lo más mínimo.  Así que fuera. -dije insistente mientras abria la puerta.  Ella se acercó molesta mientras se detenía en la puerta. Le detuve el brazo antes de que me golpeará -Sigue durmiendo cielo,  mañana hay clases-dije sonriendo mientras la sacaba al pasillo donde sin pensarlo cerré la puerta con llave.

-Lo siento Meg-dijo mi primo observándome con mucho pesar.  Levanté los hombros restándole importancia.

-Solo es una discusión a las 3 de la mañana lo más normal del mundo primo-dije caminando de vuelta a mi habitación.  Escuché su carcajada.

-Dicen que en las noches aparecen los sentimientos más sinceros prima-dijo riendo.  Levante el dedo medio provocando que riera aún más.

-Joder cállate -dije antes de cerrar la puerta de mi habitación.  Al entrar en ella observé la oscura habitación iluminada por los focos de navidad que colgaban de la pared con las fotos de momentos mas significativos.  La gran mayoría con mis antiguas amigas, personas que actualmente ya no conocía.

Miércoles por la mañana*

(Reproducir canción de  multimedia)

Me desperté por el sonido ruidoso de la horrible alarma. Me levanté de la cama y me coloqué el uniforme con mucho pesar.  Me miré en el espejo del baño,  lavé mi rostro, después cepille mi cabellera dejándola suelta. Salí del departamento a una muy buena hora pero al bajar del elevador y llegar al vestíbulo recibí un mensaje de mi Sugar Daddy:

Sugar Daddy*
Baby,  estoy en el estacionamiento del edificio donde vives. Me gustaría llevarte hoy a la escuela. Es la limusina. √√

Claro sería un gran detalle

Respondí bloqueando el celular.

Caminé hasta el estacionamiento donde al ver la limusina el chófer me abrió la puerta donde se encontraba mi Sugar Daddy:

-Gracias - le dije al chófer con una gran sonrisa.

-¿Te gusta? -pregunto mi sugar daddy mientras bebía un poco de vino.  El se encontraba frente a mi observando mis piernas.

-Se ve.. Bien-conteste nerviosa.  Oh dios que ldiota pero... ¿Qué se suponía que debía responder?

-Sabes que estaría bien. -comentó dejando aún lado su copa ya vacía.

-¿Que Daddy? - contesté inocente de manera que sonará sexy.  El sonrió de oreja a oreja.

-Solo déjate llevar ¿si? -contestó desabrochándose la corbata.  Lo miré un poco nerviosa. El se inclinó hasta donde yo estaba para atarme la corbata en los ojos.

Beso mis labios con lentitud mientras bajaba sus besos hasta mi cuello mientras abría mis piernas bajando mis bragas de encaje color negro.  Me las quito con suavidad mientras tocaba mi culo acercando mi coño a la altura de su rostro.  De esta forma el podría hacerme un muy bien oral. Comenzó succionando mi clítoris mientras metía dos de sus dedos en mi feminidad,  mi vagina comenzó a humedecerse a la vez que mi respiración se agitaba. Lamia mi clítoris en círculos con la punta de su lengua a la vez que agregaba un poco de presión.  Despegaba la lengua y acariciaba con rapidez mi clítoris hasta que subió sus manos hasta mi culo donde hizo presión para pegarlo más a el mientras comenzaba a succionar mi clítoris.  Comencé a gemir más alto hasta que me corrí en su boca.

★Sugar Daddy★[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora