★Sugar Daddy★[+18]

Capitulo 18

-¿Que comprarás exactamente? - pregunto Noemi observando al igual que Mariana y yo la tienda de vinos.

-Más bien.. Para cuanto le alcanzará- corrigió observando los precios de las estanterías.

-Buen punto Mariana- conteste observando desanimada las cosas. Abrí los ojos como platos al recordar las tarjetas de crédito con lo que me depositaba normalmente mi Sugar Daddy.  Bingo. -Pero..  He estado ahorrando y creo que será pan comido chicas- dije sonriendo mientras tomaba tres botellas de vino blanco,  tres de vino amargo y otras tres de vino dulce.

-Te apoyo con los vasos y la botana.. Yo no tomo- contestó la más bajita.  Noemí nunca tomaba y realmente no pensaba mal influenciarla. No se lo merecía.

-Yo tampoco wey! Y también le daré para el pisto- dijo Mariana mientras regresaba con cuatro botellas de vodka en las manos.

-Esa es mi chica-dije chocando las manos.  Noemí nos observó negando con la cabeza.

-Estan locas- comento mientras obsevaba una botella de Borgoña 1970.

-Hechala al carrito,  sabe deliciosa- dije guiñandole un ojo. Ella me hizo caso después de dudar unos segundos.

-¿Y Mariana?- pregunto la castaña volteando para todos lados en busca de la más alta.

-chicas.. Tomenme una foto estilo Tumblr aquí por favor - dijo colocándose en el suelo en posición de cuclillas. Saqué mi celular y abrí la cámara para tomarle su foto.

-Listo.  Tómame una a mi pero ayúdame a subirme aquí - señalé el mueble de botellas.  Entre ella y Noemí logré subirme arriba del mueble para la foto logrando capturar un segundo espectacular... Justo como los ojos de esa persona que tanto amas y temes perder.

*******

Entré en el deficio justo a las 8:56 de la noche.  Resulta que después de hacer todas las compras e ir corriendo como focas con retraso mental por las calles de la ciudad hasta llegar a mi casa se nos hizo bastante tarde.  Y es que oye!  Ir corriendo mientras cantas, con comida, botellas y a Noemí de acompañante no es nada fácil:

Flash back*

-Cuéntale la historia de una famosa persona- comenzo a tararear la más alta mientras observaba la calle vacía.- todos la conocen con el apodó de Chona! - continuó gritando más alto.

- Su marido dice ya no se que hacer con ella.  Diario va a los bailes y se compra una botella! - grite cantando mientras le seguía el juego.

-Ya van a empezar.. - contesto Noemí caminando mucho más rápido que nosotras.

-Y la chona se mueve..! -gritamos al unísono.

-Cállense! -grito un conductor de un carro blanco.. Las tres nos miramos con cara de “Puagh” y comenzamos a reír.

Fin del flash back*

Terminé llegando a casa justo a las 8 subí casi corriendo hasta mi piso solo para abrir la puerta y dejar con sumó cuidado las cosas sobre la mesa.  Después salí corriendo y pedí un uber que me llevará a la empresa de mi Sugar Daddy.  Me acerqué con nerviosismo con la secretaria principal:

-Hola, mi nombre es Megara tengo una cita con el señor Shane- respondí nerviosa.

-¿Sabe como llegar a su oficina cierto..? -respondio con enfado la pelirroja natural.. No como yo claro.

-Aja.. - respondí en el mismo tono desinteresado como el de ella.

-Entonces sube- contestó como si fuera lo más obvio del mundo. Rode los ojos y caminé hasta el elevador donde presioné al número del piso. Estando ahí había de nuevo otra secretaria. Me acerqué esperando que no fuera tan mamona y grosera como la chica anterior :

-Buenas noches señorita.  ¿Viene a ver a alguien? - pregunto con amabilidad la chica de ojos verdes y tez morena clara. Era preciosa.  Jamás había visto una chica de rasgos sumamente finos y con ese tono de voz tan suave.

-Buenas noches...  Vengo a ver a.. - comencé diciendo nerviosa hasta que una voz masculina me interrumpió.

-Viene a verme a mi.  Gracias. - dijo un chico alto,  el mismo chico que me encontré afuera del Starbucks,  ese chico que me salvó prácticamente.. ¿Que mierda hace aquí? - Señorita,  acompáñeme -dijo ejerciendo un gran control en sus palabras. Lo Seguí hasta entrar en una habitación mucho más grande que la sala de espera donde había un enorme ventanal.  Desde ese punto de vista la ciudad lucía hermosa. - Siéntate en el sillón Megara- respondió sonriendo.  Lo obedeci al instante sentandome en el sillón de cuero negro.

-¿Donde esta Antonio Shane? - pregunte por impulso. - El me pidió que viniera... Así que.. - comencé diciendo atropeyadamente lo cual parecio divertirle ya que soltó una enorme carcajada.

-Princesita. El no te pidió que vinieras,  yo soy Steven Shane.  Su hijo y yo le dije a la secretaria de mi padre que te citará aquí - dijo sonriendo abiertamente mientras me observaba levantando una ceja.

-¿Porque? - pregunte temblando.

-Porque quiero saber quien eres y el porque estabas con mi padre el fin de semana pasado. - dijo en tono serio.

Santísima mierda ¿Ahora que hago?