Capitulo 14

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Días después***
Vuelve a Narrar Megara*

Guardé mis útiles escolares en la mochila con rapidez, faltaban 10 minutos para que cerraran la puerta del instituto, cabe mencionar que el insituto estaba a 20 minutos de mi casa. Salí de la habitación corriendo como alma que lleva el diablo. Salí corriendo del elevador y comencé a correr por las calles sintiendo como la mochila golpeaba mi espalda, algo bastante pero molesto.

Los pulmones comenzaban a arderme y mi visión se empezó a empañar. Traté de respirar con la naríz para evitar todos los malos síntomas. Corrí un poco más fuerte para poder llegar a tiempo, las piernas me pesaban demasiado era como si algo las estuviera deteniendo.

-Puedo pasar? - grite agitada mientras el guardia se disponía a cerrar la puerta del insituto.

-Señorita hace 20 minutos cerramos la puerta - contestó en tono serio. Lo mire esperanzada.

-Por favor - insistí - es importante. No puedo faltar- contesté agitada

-Pasen y quédense sentadas aquí. Entrarán en la segunda hora. - dijo usando el plural mientras observaba a mis espaldas. Me giré encontrándome con Ginger

-Gracias- respondí con rapidez mientras entraba al instituto. Iría directo al baño y ahí me quedaría fumando hasta la segunda hora o algo así.

-¿A donde vas Megara? - pregunto mientras corría a mis espaldas.

-Iré a la biblioteca - contesté seca. No sabía exactamente lo que debería de decirle o la forma correcta en que debería de reaccionar.

-Te acompañó - dijo sonriente. Asentí con la cabeza mientras encabezaba la caminata al segundo piso del edificio. Subimos las escaleras en silencio, llegamos a la biblioteca y pedí una salita de estudio, ambas entramos en la habitación completamente iluminada y cerramos la puerta. - ¿Vas a estudiar? - pregunto recargada en la pared con una amplia sonrisa en sus labios.

-Tu tampoco lo harás - contesté acercándome hasta la altura de su cuerpo.

-Exactamente - susurró en mis labios antes de besarla. Entonces solo en ese momento me dí cuenta que lo que sentía por ella poco a poco iba muriendo, realmente la quería demasiado pero me estaba decepcionando.

La cargué hasta acostarla en el sofá para hacerle un oral. Baje hasta su cuello donde comencé a succionar su piel de manera suave para después pasarle mi lengua, excitandola. Hundió sus dedos en mi espalda como señal de que le estaba gustando. Besé sus labios rosados y después baje hasta su pecho donde le quite la blusa, no llevaba brasier, mejor aún. Tomé uno de sus pechos en mi boca y con la lengua comencé a lamer su pezón, sentí su cuerpo vibrar bajo el mío. Baje mi lengua por su abdomen hasta su falda donde la desabroche y baje sus bragas. Coloqué sus delgadas piernas sobre mis hombros para poder hacerle el oral. Con la punta de la lengua comencé a estimular el clítoris de Ginger haciéndola gemir suavemente. Metí dos dedos en su vagina mientras seguía con el movimiento de mi lengua a ritmo lento.

Su cuerpo temblaba constantemente bajo mi cuerpo, pase la punta de la lengua con más rapidez por su clítoris ya hinchada sin dejar de penetrarla con mis dedos. De su garganta salían suaves jadeos entrecortados que me hacían saber que le estaba gustando. Aumenté un poco más el ritmo al sentir sus caderas moverse por si solas, mis pezones estaban erectos y mi vagina comenzaba a humedecerse al escucharla gemir.

-¿Megara? - preguntaron tras la puerta. Me separé de ella al instante. Reconocería la suave y fina voz de la bibliotecaria en cualquier parte.

-¿Pasa algo malo Elloise?- pregunte nerviosa mientras me acercaba a la puerta para no gritar. Las piernas me temblaban del miedo. Si nos encontraban posiblemente nos expulsarian. Ginger era un semestre más bajo que yo lo cual nos ocasionaría más problemas.

-¿En cuanto tiempo estarás libre? - pregunto dudosa. Mierda. Me giré a ver por curiosidad a Ginger quien se estaba masturbando de manera desesperada. Corrí hasta donde estaba ella y comencé a hacerlo yo.

-En un momento más. Pensaba pasar aquí estudiando la primer hora pero no quiero causarte molestias - me apresure a decir mientras Ginger seguía gimiendo.

-Me parece bien. Hay unos alumnos de sexto grado que ocupan el cubículo - continuó diciendo. Apresuré mis movimientos, en cuanto la hiciera llegar al orgasmo me saldría de ahí.

-Permíteme guardar mis cosas y salgo en seguida- dije en tono más tranquila. Sentí el cuerpo de Ginger temblar con más fuerza. La besé para que no la escucharán.

-Que sea rápido señorita- agregó en un tono serio.

-Vístete rápido - susurre acariciando su feminidad. Tembló una vez más y con las piernas temblando se vistió con rapidez.

-Toda suya Elloise, Gracias - dije con amabilidad al salir de la habitación junto con Ginger ganandonos las miradas sospechosas del grupito que faltaba de habitación.

Caminé por el pasillo directo a las canchas de fútbol, me sentaría en las gradas a fumar un poco con o sin la presencia de Ginger.


-¿ A donde haya que ir amor? - susurró en mi oído con sensualidad. Cerré los ojos disfrutando de la sensación que me provocaba que hiciera esa acción pero esta vez fue distinto, no sentí nada. Quizas era por el hecho de que la rubia me estaba decepcionando, inconcientemente no quería que lo nuestro acabará.

-A las gradas - dije sonriendo con normalidad. A ella se le iluminaron los ojos mientras sonreía de forma pervertida.

-¿Porque no mejor vamos a mos vestidores? - pregunto inquieta. Sonreí ante tal propuesta. Si fuese otro día hubieramos corrido por el pasillo hasta llegar a los vestidores donde sin tener nada que esperar comenzariamos a tener sexo, hoy no era igual. Hoy solo quería apagar mi mente y dejar que mi corazón respirara.

-Suena demasiado tentador amor-le respondí en el mismo tono seductor que había usado ella anteriormente - Pero quiero disfrutarte lentamente y aquí no tenemos tiempo- continúe diciendo con una amplia sonrisa que ella no comprendió.

La tomé de la mano para caminar por el césped hasta las gradas donde despejaria un poco mi mente.

★Sugar Daddy★[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora