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Y como Luke lo había prometido, le hizo pasar una tarde llena de estrés a Michael llevándolo de una tienda de ropa a otra, haciéndolo cargar bolsas, el pobre chico rubio teñido se sorprendió al ver que era más su paciencia que sus ganas de tirar todo y abandonarlo.

—Solo faltan tres tiendas más — anunció Luke caminando lo más relajado y arrogante posible.

—Estoy ansioso— dijo Michael sarcástico y antes de que entraran a una tienda se quedo en Shock al ver el reflejo de un espejo, las pequeñas visiones que llegaban de pronto. Pero esta vez eran malas noticias.

—¿Te gusta esa chaqueta?—escuchó vagamente la voz de Luke a sus espaldas, dándose cuenta de que había un bonita y elegante chaqueta negra.

—La comprare, claro— respondió ocultando su preocupación.

—Bueno, continuemos, entonces — casi ordenó Luke.

Michael tenía bastante hambre, deseaba que el día concluyera ya, sin embargo,  debía demostrarle a Luke que podía con eso. Tenía que ganarse su confianza.

Dos horas después de que por fin a Luke se le acabaran las ideas para torturar a Michael pasando a muchas tiendas de ropa y zapatos, se rindió por fin, dejando las cosas sobre el asiento trasero de la camioneta de Michael.

—¡Esto no es justo! — se quejó una vez sentado de lado del copiloto.

—¿Qué no es justo, rubiesillo?— se burló Michael.

—¿Como es posible que soportaras todo eso? Ni siquiera Calum lo soportaría — dijo ofendido y muy en el fondo admirado.

—Bueno, es un don especial — dijo satisfecho —, y eso quiere decir que ahora debemos ir a donde yo diga.

Algo de miedo corrió por el cuerpo de Luke.

—Tranquilo, no te asesinare si es lo que crees— se burló, dejando más nervoso a Luke ¿en que se acaba de meter?

—Decirme eso no me tranquiliza para nada, genio — trató de que su voz no lo delatara.

—¿Crees que no sé los estúpidos rumores que todos dicen por todas partes?— preguntó arrancando la camioneta —. Te aseguro a que no es nada comparado a lo que es realmente.

☁⭐☁⭐☁

Para Calum fue extraño no recibir ningún mensaje de Luke por la tarde, pensó que al menos su amigo seria como antes, pero descubrió que no.

Entonces prefirió concentrarse en lo que si importaba, seguir leyendo, se había quedado impactado con la descripción de las sirenas, comparó ambos libros que tenía y descubrió que eran bastante parecidos.

Leyó el que estaba más completo. Analizando la supuesta teoría evolutiva donde decía que los primeros hombres que habitaron la tierra prefirieron las costas, comiendo rocas y moluscos, hasta adaptarse y evolucionar como uno de ellos.

Fue un golpe muy extraño, no quería creer del todo, pero buscó en internet documentales basados en aquel libro, encontrando que si era posible.

La mente de él se estaba nutriendo de nuevas y mejores cosas, se sentía emocionado, pues quería hablar con su profesor de todo eso.

—¡Calum! ¡Llegó un paquete que es para ti! — grito su hermana desde la planta baja, él por un breve momento no reaccionó, hasta que recordó el libro que había pedido.

Bajó corriendo las escaleras hasta llegar a la puerta, donde un hombre lo esperaba para que firmara el papel de entregado, recibió el ejemplar que estaba envuelto y volvió a subir con la misma rapidez y emoción.

Quitó las cosas que estorbaban en su escritorio y dejó el libro, ya no esperaba el momento para leer el único tema que le interesaba y que quizá explicaría parte de su sueño.

☁⭐☁⭐☁

Amaba a los rubios, de esos que podía manejar a su antojo, descubriendo que solo para causar placer servían.

Y el rubio que escogió era perfecto.

Sorprendiéndose cada vez más que no necesitaban sangre de ángel en sus venas para ser hermosos.

«Lástima que son tan desechables» pensó al cambiarse de ropa, dejando al chico sobre la cama, dormido.

Al parecer sería simplemente su distracción, de la situación frustrante que tenía.

Salió de ese buen apartamento para dirigirse a otro lugar.

—Eso es porque estas perdiendo tu toque, querido— llegó Fanny, una ángel caído, malvada y engatusadora como toda su especie.

—No estoy para tus malos comentarios — espetó.

Había descubierto aquel bar, donde seres míticos y humanos convivían, claro que ellos no sabían con quienes se estaban relacionando.

—¿Cuánto tiempo lo llevas buscado? ¿Un mes? ¿Dos?— se burló.

—No es de tu incumbencia — dijo y pidió al mesero una cerveza.

—No, pero me gusta molestarte.

—Fan, deja de molestarlo, la última vez no terminó para nada bien — advirtió un demonio transformado en humano, la única cosa que lo diferenciaba eran sus ojos—. No pienso perder un brazo por ti, otra vez.

—¡Vamos, Greg, crecen de nuevo! — gritó alguien.

—Usando mucha magia, no me quiero arriesgar— negó repetidas veces.

A esas horas de la noche, ningún mortal estaba consciente como para diferenciar lo real de lo fantástico.

Él terminó su bebida y se dirigió a la casa  donde se estaba quedando, jamás había durado tanto tiempo en un sólo lugar.

Cómo le estaba costando encontrar al último con el linaje.

☁⭐☁⭐☁

Calum despertó aún con la imagen de unas alas enormes en su cabeza.

Y con las palabras que alguien le había susurrado.

Llegó la hora.

Linaje Angélical »Cashton~Muke«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora