Linaje Angélical »Cashton~Muke«

29

N/a: sí es secuencia del capítulo anterior, solo que esto lo narra Luke.

Cuando murió mi abuelo, lloré porque todos lloraban, cuando mis tíos fueron muriendo, creí que alguna maldición había caído sobre la familia, incluso ya casi no lloré cuando mi padre murió.

Ser hijo único había sido como la mejor de las suertes, pues ya no vería a nadie de mi familia cercana morir.

Claro que nunca me imaginé que el siguiente era yo. Ahora quizá me arrepiento un poco de no haberme despedido de mi madre como debió ser, me habría gustado decirle que la amo y que nos volveríamos a encontrar... Quizá.

No me despedí como se debía de Calum o de Maia, ellos fueron los únicos amigos que tuve, los únicos que soportaron mis berrinches y caprichos.

No sé si estoy muerto ya, porque realmente lo único que veo es una luz blanca y no, no es al final de un túnel como lo dicen las personas, tampoco creo que sea el cielo o el infierno.

Se parece más a una enorme habitación blanca sin paredes. Levanto mis manos y veo que llevo puesta ropa blanca, es tan abrumador este color.

Quisiera escuchar algo o a alguien, supuestamente si estoy muerto, debería de haber alguien esperando por mi, ¿no es así? Que me guíe a encontrar la paz.

Pero nada, absolutamente nada ocurre, tampoco sé si el tiempo aquí es normal o si ya han pasado años.

¿Debería arrepentirme de los pecados que cometí en vida?, ¿acaso esa será la solución? Si es así, entonces quiero pedir perdón a la señora Grenwald por haber corrido a su perro de una forma indecente, también con Maia por envidiar su cuerpo femenino y... No se me ocurre que otras cosas, pero sea lo que sea, quiero pedir disculpas.

Espero impacientemente a una respuesta que no llega, creo que nunca llegará, estoy atrapado en este limbo horrible. Me siento y recargo mi barbilla sobre mis manos, pasaré un largo, largo tiempo aquí, quizá una eternidad.

—No es así como funciona esto— escuché a mis espaldas, no me tomé el tiempo para voltear, simplemente asentí aburrido, quizá ya hasta estoy alucinando—. Mírame Luke.

Lo hice y frente a mi estaba un chico casi de mi edad, su cabello estaba perfectamente acomodado hacia a un lado y en su espalda tenía unas alas enormes, blancas y suaves (al menos eso creo), me pongo de pie con pocos ánimos.

—¿Tú me sacaras de aquí?— le pregunto.

El sonríe, noto que lleva ropa blanca casi igual a la mia.

—Algo así— responde sin quitar esa sonrisa, es bonita, pero creo que todos serán así de perfectos, entonces no me emociono.

—Seria genial que lo hicieras rápido— digo y pasó mis brazos a mi espalda.

—Antes debes saber algo, Luke— dice y él también pasa sus manos detrás de su espalda, extrañamente sin que sus alas lo molestaran. Cosa de ángeles, supongo.

—¿Mi juicio final?— pregunté algo asustado.

—¿Quieres tú juicio tan pronto? Creí que tal vez querrías regresar con tus amigos.