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XIII. LEILA


La traición nunca prospera, porque si lo hiciese, nadie se atrevería a llamarlo traición. - John Harrington

Leila paseó por toda la casa en la mañana, esperando la llegada de sus hermanos, pues los había visto marcahrse y no sentía la presencia de Jack.

Observó la decoración, los muebles, los aparatos nuevos que habían, la chimenea, la cual fue un poco más familiar para ella y que aún así no pudo identificar como es que la podían encender. Curioseando por toda la casa encontró muchas cosas que oprimir, desde los interruptores de luz, hasta la cafetera de la cocina, haciendo también un gran desastre.

Leila había querido aprender un día antes como todos esos aparatos servían, pero justo cuando Ashton le había prometido que le enseñaría todo, Jack los reprendió con que no era necesario todo eso en ese instante. Ella a veces se fastidiaba por la actitud de su hermano, pero nunca se atrevería a llevarle la contraria.

Había una razón simple para ello: Jack siempre fue quien los cuido y aseguró el futuro más prometedor. Jamas los traicionó o vio menos así como lo hubiera hecho Amos.

Leila escuchó pasos y comprobó que Devine estaba también tratando de experimentar con el enorme televisor, como les había dicho Ashton.

-Intenta con ese- Dijo ella señalando un botón verde.

-No creo que sea este... Tal vez el rojo- Devine presionó el botón y la televisión se encendió, asustados al ver como una persona hablaba a través de la imagen.

-¡Estos humanos! Cada vez hacen más cosas- exclamó ella fascinada, Devine cambió de canal varias veces.

Y los dos admiraban los grandes avances, claro que todas esas noticias eran inútiles para lo que querían saber, todo era tan mundano para ellos. Recordando que en tiempos antiguos, usaban una línea de correos para saber sobre el submundo, ahora era muy poco probable que se siguiera usando.

-¿Sabes cómo usar esa máquina?- preguntó Leila. Devine se encogió de hombros.

-No lo sé, pero... de verdad tengo hambre- Devine caminó hasta la cafetera, apretando los mismos botones que Leila había presionando, encontrándose con un mini manual para principiantes-. ¿En serio? Aquí hay indicaciones.

-¡Genial! Ahora prepara algo como Ashton lo hizo ayer- ella aplaudió dos veces y dio un pequeño brinco en su lugar.

-No quedará exactamente igual, Leila, no exijas tanto- Devine rodó los ojos.

-Bien... ¿Has pensado a dónde pudieron ir?

-No lo sé... Buscar algún punto que nos guíe hasta Ambos, tal vez- se alzó de hombros-. Aunque debieron llamarnos para eso.

-Quiza Jack ha perdonado a Ashton... Quizá seamos una familia como antes.

Devine sonrió a su hermana.

-Si, tal vez.- Dudó y ella lo supo.

-¿A qué se debe esa mirada? ¿No crees que sea así?

-No es eso... Me preocupa el cambio en nuestro hermano, son cien años de diferencia, y bueno, Josselyne y Lane han pasado muchos más sin estar despiertos.

-¿Que tratas de insinuar? - Leila frunció el ceño.

-Nada malo... Creo que mientras más tardemos en recuperar a nuestros hermanos, más les costará adaptarse.

- Tonterías... Ya verás que todo saldrá bien.

Leila confiaba, Leila siempre había sido así, jamás cuestionaba la integridad de sus hermanos. A pesar de que era mucho más cruel de lo que aparentaba, ella creía con firmeza en la lealtad.

Quince minutos después de que Devine lograra por fin hacer un par de cafés decentes, escucharon un motor acercarse, emocionados, se asomaron por la gran ventana, comprobando la llegada de Jack, pero sin ninguna señal de Ashton.

Creyendo lo peor al ver que Jack tenía algunas heridas en la frente y su camiseta estaba rasgada.

Leila y Devine salieron en busca de respuestas.

-¿Qué ha sucedido?- Devine ayudó a Jack.

-Es...- pero Jack no pudo concluir con la frase, Leila imaginó que algo ocurría con su garganta, incluso con la lengua de su hermano, recordando como los antiguos brujos usaban un hechizo complicado para dejarlos sin habla, pero todas esas ilusiones se esfumaron al escuchar el llanto de Jack.

-¿Estás llorando?- preguntó, Devine dejó a Jack en el sofá.

-Nuestro hermano nos ha traicionado.- Jack cubrió su rostro con ambas manos, Leila se separó de él, angustiada por la noticia, escéptica ante la posibilidad. Sin embargo, la conexión no fallaba nunca. Lo único que percibía de Jack era frustración.

-¿Que dices? ¿Cómo?- Devine estaba igual de confundido.

- Él... él ha dicho que quiere el poder... Que nosotros somos débiles... Se ha aliado con Amos.

-¡¿Que?! ¿Que hiciste?

-No mucho... Al menos lo que pude en ese instante... Ashton ha caído ante la traición... Hubo un ataque y quizá no sobrevivió.

Leila limpió unas cuantas lágrimas que bajaron por sus mejillas, no se podia creer todo lo que Jack contaba, era imposible. Entonces corrió hasta la habitación que tenía, encerrándose ahí para llorar en silencio la muerte de su hermano.

Porque aunque no tenía el cuerpo en físico, sabía que con esa traición él ya estaría muerto.
Era un golpe fuerte para sus emociones, siendo ella quién enseñó tantas cosas a Ashton, ella que lo protegió de los enemigos antiguos y lo guío en algunas ocasiones.

De todos sus hermanos, Ashton fue el más creyente, Leila lo sabía. Se preguntaba cómo es que había adquirido tal maldad hacia su propia familia.

Y entonces, una vez llorado lo necesario, juró guardar ese perdón hacia Ashton, porque sabía que en algún momento lo volvería a ver, y sería entonces cuando liberaría aquello.

Pero ahora Leila sería como lo fue tantos años antes de que su pequeño hermano llegara a sus vidas. Cobraría venganza hacia el único culpable de todo.

Jurandose a si misma acabar con el sufrimiento que tanto les hizo pasar aquel brujo.



Linaje Angélical »Cashton~Muke«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora