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LA ÚLTIMA BATALLA. [PARTE 1]

Amos reaccionó después de haber quedado inconsciente varios minutos, y aun así, su cabeza daba vueltas, sus poderes seguían siendo los mismo, no estaba débil, pero se preguntaba qué es lo que había causado tal cosa, qué había sido tan impactante como para que él, teniendo la fuerza que tenía, cayera desmayado.

Caminó hasta la ventana admirando las filas de un ejército angelical dispuesto a pelear. Entendió que aquello fue el causante de su repentina distracción al plan que debía llevarse a cabo, supo también que era eso a lo que Sammael se refería. No consideró la opción de rendirse o dejar que la oportunidad se le escapara de nuevo, así que salió de la habitación y buscó a Jack, la casa parecía tan vacía y aislada, como si no hubiera dejado a nadie a cargo cuando en realidad obligó a brujos a proteger la casa.

Se reunió con Jack en el gran salon, él estaba solamente sentado viendo algún punto en específico.

-Aun no tienes la sangre de tus hermanos, ¿o sí?

-Pronto.

-¿Y que es lo que te tiene de esa forma?

-¿Acaso me mentiste? – Jack entre cerró los ojos, se puso de pie y se acercó a Amos.

-No. Aunque tu arrogancia podría estarte cegando.

-Cumple con tu parte, Amos, solo eso.

-Bien, ¿quieres poder? Trae lo que falta y se terminara esto- habló exaltado, sin ánimos para seguir soportando los caprichos del nefilim.

-Tus demonios han sido destruidos, no será fácil.

-Dame tu mano- Amos le pidió, pero Jack frunció el ceño-. ¿Quieres un incentivo? Dame tu mano y tendrás solo una pisca del poder que lograremos una vez que derrotemos a tus hermanos.

Entonces Jack extendió su mano hacia Amos y éste dibujó una línea recta, dejando que la herida sangrara. Amos, juntó sus manos y comenzó el hechizo.

-Venez sanguis. Venez sanguis, Venez sanguis la force de la bête à moi. Sit cutis sanguinem adurit.

Jack, segundos después de que Amos repitiera un par de veces, pudo sentir una descarga diferente recorrer tu cuerpo, un calor que bajaba desde su cabeza hasta los pies.

-¿Te preocupaba la falta de demonios?- Amos le dijo en cuanto soltó la mano de Jack-. Mira por esa ventana, su ventaja se ha reducido.

***

La mente de Devine estaba dividida, una parte de él aún seguía consiente, intentaba luchar contra el hechizo de Amos y darles a conocer a sus hermanos que estaba ahí, que no se había ido, pero era mucho más fuerte el hechizo, de alguna forma sentía que Amos se aseguraba que él no pudiera reaccionar, no como lo había hecho Leila.

Y había visto morir a Josselyne y había llorado, pero aquella otra parte controlada se había reído, era como si Amos hubiera implantado un virus que consumía todo lo bueno que le restaba. Intentaba aferrarse a esos recuerdos lejanos de su familia, de los años que peleó junto a ellos y en los que se refugiaron, pero no sucedía nada más que oscuridad.

Lane estaba ahora frente a él, con cortes en el rostro, suciedad en sus ropas, dolido por la perdida de una de sus hermanas.

-Sé que estas ahí- le dijo, sosteniendo una espada en su mano derecha, pero sin apuntarle directamente-. Lo sé.

-Su oportunidad se acabó, todos terminaremos muertos.- Le respondió aquel otro sujeto, pero Devine, el verdadero, intentó una vez más, atacando con lo único que podía... y eso solo sirvió para que se debilitara.

Linaje Angélical »Cashton~Muke«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora