Linaje Angélical »Cashton~Muke«

23

—No es tan simple como lo explicas— dijo Maia insegura, miraba de la forma más dudosa posible a Ashton.

— Inténtalo, jamás sabrás si es sencillo o no— ánimo él, no tenía expresión alguna y solo así Maia lo intentó.

Separó sus manos frente a ella, cerró sus ojos y comenzó a citar las palabras que venían en el grimorio de su abuela, la llama de las velas que había puesto comenzaron ser más fuertes, Ashton supo que Maia lo estaba logrando, pero no sabía que pasaba realmente.

Y Maia, ella si estaba logrando algo que creía imposible, estaba viendo a su abuela tal y como algún día fue, alegre y fuerte, sin lagunas mentales y con la capacidad de ponerse pie.

Maia abrió sus ojos, tenía frente a ella a Ashton que fruncía el ceño.

"-¿Que sucede?-" preguntó, pero su voz sonaba distante y parecía que Ashton ignoraba su pregunta. A pesar de que había visto a su abuela, ya no lo hacía en ese instante, decidió ponerse de pie y averiguar lo que le sucedía y fue como si se sintiera más ligera, estaba prácticamente fuera de su cuerpo físico.

"-No te alteres, no hay mucho tiempo-" era la voz de su abuela que había reaparecido, Maia tenía ganas de llorar, nunca tuvo la oportunidad de despedirse como tal, pero no habló, solo escuchó a su abuela. "-Aquel brujo es mucho más poderoso, incluso si ustedes unen fuerzas, ni siquiera nuestro aquelarre completo podría contra él... Necesitan a un humano, aquella persona cuyo corazón sea puro. Llévalo ante Amos y solo tú sabrás que hacer en el momento indicado-"  Fue lo último que escuchó y por fin abrió los ojos ya en su cuerpo normal, había sido como un sueño.

—Estas sangrando— fue lo primero que dijo Ashton. Maia se llevó la mano a la nariz y efectivamente tenia un hilillo de sangre escurriendo, se limpió con la manga de su suéter—. ¿Lo lograste?

— Sí, ahora sé que debemos hacer. 

◾▫◾▫◾

Luke no mantenía la calma, ni siquiera sabía que es lo que sucedía, trataba de buscar la paz, estaba consiente de que era un sueño o una pesadilla sin fin, el último rostro que había visto fue el de Michael y el de Maia, quería pensar que estaba soñando mientras lo llevaban con Calum, necesitaba a su mejor amigo.

Pero nada de lo que hacía o quería hacer se cumplía, solo tormento.

De pronto, la voz de alguien desconocido resonaron en sus oídos.

"Solo falta los últimos detalles, la celebración estará lista para dentro de dos noches"

No sabía si era real, no sabía con quién o dónde estaba.

Tan sólo esperaba a que nada de lo que había escuchado se hiciera realidad.

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—¿Y como se supone que encontraremos a un humano de corazón puro?— preguntó Calum.

—Debe haber alguien, si mi abuela lo dijo, debe ser verdad— aseguró Maia—, aunque sea uno solo.

—No, no lo creo, es poco probable... No son tiempos en los que encuentres a una buena persona o de corazón puro— dijo Michael un poco dudoso, quizá si la había, porque él con sus propios ojos lo había visto, pero eso fue hace muchos años y dudaba que aquellos valores en esa familia siguieran.