NOCHE DE SANGRE
Calum estaba confundido, no podía moverse y no pensaba con claridad. Aún mantenía los ojos cerrados, no supo en qué momento le sucedió eso, tan solo sabía que las palabras de Thomas seguían lejanas y confusas. Y ahora no podía hacer nada.
Como si se tratara de una alerta, abrió los ojos, la luz de una lampara lo cegó momentáneamente, miró a los lados y sus muñecas estaban sujetas con una cuerda resistente al igual que sus tobillos. Intentó zafarse, pero sólo logró lastimarse la piel.
Quiso gritar y no pudo pronunciar más que gruñidos, parecía que las palabras se quedaban en algún sitio estancadas. Tenía un dolor de cabeza agudo y el pecho le ardía. Siguió moviéndose a pesar del dolor en sus muñecas.
-Mantente quieto- una mujer hermosa se acercó y colocó su manos sobre su pecho, Calum notó con que frialdad habló e incluso en su mirada se notaba que estaba siendo controlada. Ella le colocó una marca con algún liquido sobre la frente y eso solo hizo que Calum se sintiera mareado, su cuerpo comenzó a relajarse y volvió a quedar inconsciente.
Tuvo esta vez un sueño, en donde veía desde una torre alguna ciudad ficticia, y que para él era un lugar donde podía vivir, pero que no sabía si era correcto. Se veía a sí mismo, pero también veía desde las alturas. Escuchó pasos lejanos y después a su lado, las formas de la ciudad cambiaban rodeadas de llamaradas de colores verdes y morados, sin embargo, la silueta de una persona se posó frente a él.
Le sonrió y sintió que su cuerpo tenía vida. Fue como si a su alrededor no existiera absolutamente nada, solo la persona frente a él. Y Calum sabía, de alguna forma, que esa persona era Ashton. No quería pensar que era solo una proyección de sus subconsciente, no deseaba que esa tranquilidad se esfumara.
-Escúchalo...- le dijo y Calum no entendió del todo, las palabras de nuevo sonaban lejanas-. Te pertenece.
Volvió a despertar sintiendo como si una descarga eléctrica le recorriera todo el cuerpo, seguía en el mismo sitio y no era consiente del tiempo que permaneció dormido, se dio cuenta de que la mujer que había estado antes se había ido.
Su corazón comenzó a latir desesperado, y sintió el sudor en su frente. De pronto, escuchó de nuevo en su cabeza la voz de Thomas, primero distorsionada y distante, y después, tuvo la misma claridad que antes. Comenzó a relajarse, sabiendo que no todo estaba perdido.
» No hay mucho tiempo... Intentará cortar la conexión... mantente fuerte, lo haremos... Hay algo que él no sabe y no permitiremos que suceda «
Calum quiso preguntar a qué se refería con eso, pero en ese momento escuchó como una puerta era abierta, así que se mantuvo alerta. Dos personas habían entrado y una de ellas era Amos. Colocaron objetos sobre una mesilla junto a Calum, así como también un par de botes justo a la altura de sus brazos, todo era silencioso, la incomodidad recorrió cada parte de su cuerpo, esperaba a que le dijeran algo, pero eso no sucedió.
En cuanto Amos apagó la lampara, Calum comenzó a preocuparse, cerró los ojos y esperó un par de segundos hasta que sintió un afilado cuchillo que abría su piel justo en su brazo derecho, escuchó, además del grito de dolor, algunas palabras que eran pronunciadas por Amos y su acompañante. La marca de su brazo empezaba a cerrarse dejándole una cicatriz extraña, pero eso no fue suficiente, pues Amos caminó hasta el otro extremo e hizo lo mismo.
Minutos de agonizante dolor vivió Calum, escuchando no solo sus gritos sino también los de Thomas en su mente, y, aunque no lo escuchaba o veía, sabía que Ashton sentía el mismo dolor.
-Con esto será suficiente- dijo Amos poco antes de que Calum cerrara los ojos por lo débil que estaba, volvieron a colocarle una marca en la frente y lo dejaron completamente inconsciente y sin fuerzas para volver a soñar con algo que lo tranquilizara.
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Linaje Angélical »Cashton~Muke«
Fantasía[Terminada] El último descendiente directo de un ángel y una humana aún habita en la tierra, y debe cumplir el legado que le fue encomendado. "Destruir hasta el último de sus descendientes" Un ángel dispuesto a proteger hasta el último chico que l...