Linaje Angélical »Cashton~Muke«

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XIV. MAIA

No hay nada más trágico que amar a alguien hasta el fondo de tu ser, sabiendo que ellos
no pueden, ni podrán amarte de vuelta.

-Rick Riordan

Maia sabía qué el esfuerzo que todos estaban haciendo por no desesperarse para llegar a Texas era enorme, ella también hacía demasiado, desde mantenerse despierta hasta soportar las quejas y celos de Luke.

Sin embargo, sabía que valía la pena, todo ese recorrido estaba importando demasiado, mientras más camino recorrían, más probabilidades de no fracasar tenían.

-Hay un pequeño hotel a medio kilómetro, descansarán ahí. Estamos a tres días de llegar- Fanny dijo en una pequeña parada, Luke no soportaba en lo más mínimo la presencia de la antigua hermana de Michael. Y, por lo que todos observaban, era mutuo.

-¡Al fin!- gritó el rubio-. Chicos, no puedo creer que consiguiéramos esta ropa en un local muy extraño, ¿en serio es lo único que alcanzó?

- Sí, Luke... si tan solo hubieras traído dinero como todos los demás.

-No pensé que emprenderíamos un viaje a la mitad de la nada.

-Bueno, Luke, en cuanto todo termine, comprarás la ropa que quieras- Maia rodó los ojos. Michael quien era el que conducía, miró a Luke brevemente por el espejo retrovisor y le guiñó un ojo, acto suficiente para que Luke decidiera quedarse callado.

Habían pasado dieciocho horas desde que habían encontrado a Fanny y aún así todo ese tiempo había sido casi insignificante, pero el argumento que Luke iba dando cada que podía fue suficiente para que ella decidiera dejarlos descansar. Maia también había contado el tiempo exacto en el que se había dado cuenta de lo que Ashton había hecho, tres días exactamente.

Si ella sentía una pena enorme por lo que Ashton había hecho, no quería imaginar lo que Calum sentía, aunque era muy evidente el sufrimiento a través de su mirada.

Una vez estando en el hotel que Fanny les mencionó, lograron obtener dos habitaciones gracias al poco presupuesto que tenían, sin embargo, Maia no podía dormir, aunque estaba cansada de todo el recorrido, no podía conciliar el sueño.

Fue así como salió de su habitación y subió hasta la azotea, usando la ventaja de sus poderes como bruja. Le hubiera gustado estar sola en ese lugar, y se arrepintió de estar ahí al ver a Calum de espaldas. Trató de retroceder y en el proceso golpeó algo con su pie, llamando la atención de Calum.

-Hola.- Saludó él, Maia sonrió y caminó hasta estar a su lado.

-¿No puedes dormir?

-Es difícil pretender que descansar es algo común en esta situación, además, las pesadillas me atormentan también- Calum suspiró, tenía la vista al frente, como si el panorama de las pocas luces en los pueblos cercanos tuvieran la respuesta a su dolor, al menos Maia quería creer eso.

Ella no miraba esas luces a lo lejos, no quería perderse en aquello, mantenía más bien su atención al perfil de su amigo, era mucho más interesante para ella... Y doloroso también.

- ¿Pesadillas con Ashton?- Preguntó y Calum negó.

-No exactamente. Tratamos de no pensar en ello.

Maia supo que se refería a Thomas. Y se preguntó la posibilidad de que el amor que sentía no fuera suyo, que si Calum era un simple portador y el sentimiento era solo de Thomas. Ella se sentía terriblemente patética al querer que eso fuera de alguna forma cierto.