Linaje Angélical »Cashton~Muke«

59

ESCAPE

Luke no había resultado como la última vez que lo secuestraron, mantuvo su conciencia despierta con mucho esfuerzo durante un tiempo para lograr zafarse de las sogas que sostenían sus manos, y agradecía que eso lo hubiera aprendido de la pequeña clase que Ashton les había dado. Tuvo problemas en un inicio pues no era tan fuerte como los hombres que lo habían agarrado, pero si fue ingenioso. O por lo menos lo fue hasta que Jack tomó un cuchillo y le cortó la palma de su mano, se debilitó tanto que quedó inconsciente y despertó en un lugar diferente.

Se estaba rindiendo ante la esperanza de que lo encontraran, no entendía mucho de lo que habían dicho sobre su sangre, pero si era consiente de que no era una señal buena y esperó a que, gracias a ese cuchillo con su sangre, no causara la muerte de todos. Cuando volvió a ser interceptado por los mismo hombres para llevarlo a un lugar diferente, tomó el collar que llevaba en forma de flecha y cortó su piel, no sabía si funcionaria con alguno de esos hombres, pero si tenía la oportunidad con algún nefilim, no dudaría en usarlo.

Esperó en el lugar a donde lo llevaron. Una oficina con arreglos antiguos, objetos valiosos y caros. Luke observó todo, no dudaba en que se las arreglaría para escapar o lo intentaría. 

Minutos después de una larga espera, la puerta que estaba a sus espaldas se abrió.

-El ultimo descendiente, al parecer mi hermano hizo un muy buen trabajo.- Escuchó a sus espaldas aun sin saber de quien se trataba-. No nos conocíamos oficialmente, ¿o sí? Mi nombre es Jack.

Luke lo miró de pies a cabeza y odiaba darse cuenta del enorme parecido, y sabía que se veía mucho mejor que su antepasado. No dijo nada mientras Jack se sentaba frente a él.

-No creo que quieras escuchar el discurso de como morirás, ¿verdad?

-¿Tu quisieras escuchar el tuyo?

Jack sonrió.

-Muy audaz. Pero no lo suficiente como para evitar tu muerte.

-No pienso que eso sea un problema.

Luke sonrió igual que él, porque, aunque estaba aterrado por dentro, no quería demostrarle en ningún momento tal debilidad. Y pensó que quizás no poseía fuerza, magia o incluso poderes angelicales como sus amigos, pero si tenía convicción, una cosa que había admirado tanto de su madre por haberlo criado después de la muerte de su padre.

-No tengo el honor de conocer a aquel ángel que te pusieron como guardián- ironizó con toda la intención de fastidiar a Luke-. Pero seguramente hará lo posible por rescatarte.

-Tal vez no.

-¿Te rindes tan fácilmente? ¿O es acaso que no crees que lo pueda hacer?

Luke no respondió al instante, esperó a que Jack perdiera la paciencia y se acercara a él, y como si lo controlara con su mente, no pasó más de un minuto cuando Jack, con el ceño fruncido, se levantó y caminó con pasos decididos hasta Luke.

-¿No vas a responder? – Lo tomó del brazo.

-Quizás no es tan necesario el rescate. – Luke soltó la soga que tenia en las manos y con fuerza, pasó aquella flecha con su sangre sobre el rostro de Jack, agradeció ver que se removió por el dolor y ardor. Y salió corriendo de aquella oficina, encontrándose en un extraño pasillo con puertas cafés, corrió hacia la derecha en dirección a las escaleras divididas, de cada lado había hombres dispuestos a correr hacia él. Miró a los lados, esperando encontrar algún arma funcional, y estuvo feliz de ver que aquella casa tuviera instrumentos pesados antiguos, agarró una figura de bronce y la lanzó con fuerza, sabiendo que no sería suficiente tomó lo que más pudo, esperando a que Jack no saliera y lo atrapara.