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—Voy a pasar por ti, así me aseguro de que vayas— sentenció Luke apuntando a Calum con su dedo índice.

—Si, si, como digas— rodó los ojos. Y se fueron directamente a la casa de Calum.

—Entonces te pido que no me hables de esos libros raros, por favor — pidió Luke un tanto exagerado alzando una mano.

—Aunque quisiera hacerlo, no lo entenderías — contraatacó y sonrió, Luke sólo lo miró serio.

Llegaron a la casa del moreno y se dieron cuenta de que nadie de su familia estaba en casa.

—Debido a que mi madre no esta, pediremos pizza— anunció feliz, había pasado mucho tiempo desde que no hacían aquello.

—¡Genial!— exclamó y se recostó sobre la gran cama de Calum—. Quiero contarte algo que me sucedió el día de hoy, así que ni se te ocurra ponerte a leer.

Calum lo pensó un segundo y decidió que era momento de pasar tiempo con Luke, además de que le intrigaba la conducta de éste.

—Bien, tu ganas— dijo recostándose junto a él y Luke sonrió triunfal.

Relató lo que sucedió cuando salió a los pasillos a perder el tiempo, contando como le había parecido aquel chico Ashton y Calum se sorprendió al escuchar que buscaba a Henry.

—Es su pareja o algo así — comentó cuando Luke terminó de hablar—, el otro día los vi discutir.

—¿Muy fuerte?— preguntó interesado. Luke no iba a negar que sintió una fuerte atracción por Ashton.

—No lo sé, me fui de ahí, es extraño ¿no?— dijo.

—¿El qué?

Calum rodó los ojos, Luke estaba distraído.

—Que justo después de que ellos discutieran, Henry haya desaparecido— se encogió de hombros.

—No pienses tan mal, Cal. Además, lo estaba buscando, quizá se preocupó por él.

Calum se quedó pensativo ante esa posibilidad, pero no podía negar que cuando vio a Ashton por segunda vez, una sensación extraña le llegó de pronto, como si fuera necesario el correr de él.

Sonó el timbre y Calum bajó, esperando a que fuera su pedido y se llevó una gran sorpresa al ver a Michael parado justo frente a él.

—¿Luke esta aquí? — preguntó mirándolo con el ceño fruncido.

—Si... ¿Que haces aquí?— Calum dudaba que justo Michael estuviera ahí de casualidad. Y era bastante extraño que preguntara por Luke, definitivamente su amigo le estaba ocultando cosas.

—Buscando a Luke, necesitó hablar con él — respondió tranquilo.

Calum escuchó que Luke bajaba las escaleras.

—¿Por qué tardas tanto, Hood?— dijo llegando junto a la puerta—. Oh, hola Mike.

—¿Podemos hablar? Serán un par de minutos.

Calum fulminó con la mirada a Luke sin que Michael se diera cuenta. El rubio sólo asintió extrañado y salió, dejando al moreno bastante confundido y tratando de escuchar lo que decían, pero ellos caminaron hasta la acera.

Esperó por cinco largos minutos hasta que volvieron a tocar el timbre. Abrió rápidamente encontrándose con un Luke sonriente.

—Espero que la pizz...

—Tu y yo debemos hablar y la maldita pizza puede esperar — tomó a Luke del brazo y subieron a la habitación.

—¿Por qué tanta agresividad?— se libró del agarre de Calum, que no había sido para nada gentil.

—Yo haré las preguntas, Luke. Así que callate y sientate— le indicó y el rubio obedeció a regañadientes—. Para empezar, ¿desde cuando le hablas Michael Clifford?

—Bueno... Hace algunos días — contestó mirando hacia sus manos.

—¿Por qué no me lo habías contado?

—Te la pasas todo el tiempo con tu libro, tuve que rogarte para que fueras a la fiesta— se defendió y se esforzó por no gritar eso último.

Calum se quedó sin palabras porque sabía que Luke tenía razón.

—Creo que ganas esta vez, Luke— se rindió, su enojo se esfumó para convertirse en culpa —, aún así, me gustaría hablar contigo sobre esto.

Luke sonrió, quería a su amigo Calum de regreso, quizá no le prohibiría los libros, pero si quería que hablaran de nuevo.

Después de que la pizza llegara, ambos se la pasaron platicando sobre todo lo que no sabían el uno del otro durante ese tiempo. Qué, aunque no fue mucho, se fue la tarde con rapidez.

Calum estaba a punto de contarle sobre lo fascinante que resultaba para él la historia que ahora sentía real, de los ángeles. Pero no lo hizo, recordando la advertencia que le había dado.

☁⭐☁⭐☁


M

ichael por fin supo que era aquel campo que protegía con fuerza a Luke.

Calum.

Aquel chico tenía en su sangre algo que lo hacia lo suficientemente diferente y poderoso, que atraía la atención de los descendientes de los ángeles. Una raza que para muchos se habían extinto. Pero no para los ángeles protectores como Michael.

Y ahora sabía porque Ashton se estaba debilitando, ante la protección inconsciente de Calum sobre Luke, al nefilim se le borraba la visión.

Ya era hora de que hablara con Maia. A esas alturas ya debería saber sobre su ascendencia.

Así que se dirigió a su casa.

Al llegar, supo que era una casa digna del aquelarre y no por la fachada o la apariencia, más bien por las energías.

Tocó la puerta y esperó unos minutos. Tocó varías veces desesperado, aquel tema no podía esperar.

—¡Ya voy, ya voy!— escuchó al otro lado de puerta antes de que abriera aquella chica morena, llevaba su cabello negro azabache atado en una coleta con varios cabellos saliendo, era un desastre—. ¿Clifford?

—Dejemos las sorpresas y formalidades, Maia— dijo con una sonrisa—, yo sé que eres y justo ahora sabrás muchas cosas más.

Ella estaba en shock, pero sólo asintió, recordando las palabras de uno de los grimorios.

"Aquellos con la fuerza angelical se acercaran a ti, y sabrás por los siguientes hechizos quienes son tus enemigos"

Y los había practicado, justo en ese momento averiguaría que clase de ángel la estaba visitando.


Linaje Angélical »Cashton~Muke«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora