Capítulo 22

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Mi móvil comenzó a sonar. Miré la hora que marcaba el reloj y me quejé cuando vi que eran las cuatro de la mañana. ¿Quién estaba llamándome a esta hora? Dejé que dejase de sonar con la esperanza de que no volviese a hacerlo, pero no fue así. Decidí coger el teléfono sin mirar la pantalla.

- ¿Quién es? - dije con voz somnolienta.

- Alice.

Rápidamente abrí los ojos No podía ser.

- ¿Philip?

- Sí, ¿podrías bajar? Quiero hablar contigo, por favor.

- Philip... No estoy en París.

- Lo sé pequeña - una tierna risita se escucha a través de la línea telefónica - Estoy en Inglaterra

- ¿Cómo? ¿Qué haces aquí? - pregunté realmente sorprendida.

- Es la verdad Alice, por favor necesito verte y explicarte todo - dije en tono suplicante.

Estaba perpleja. Philip, mi querido francés. había venido desde París hasta mi casa para hablar conmigo. Había cogido un avión para verme y solucionar las cosas. Este chico es adorable, pero no puedo dejarme convencer tan pronto. Él me ha engañado con su querida ex novia.

- Alice, ¿sigues ahí?

Ante esta situación, no podía hacer otra que bajar.

- Sí, espérame un momento. Enseguida bajo.

Me puse lo primero que cogí del armario y bajé en tiempo récord. Respiré hondo antes de abrir la puerta. Sentía que Philip volvía a engañarme, que verdaderamente no estaba en al otro lado de la puerta, que iba a volver a hacerme daño... Pero igualmente me arriesgué, porque lo echaba de menos a pesar de haber vuelto hace unas horas.

- ¡Alice! - exclamó mientras me abrazó con fuerza.

- Philip, ¿cómo sabes donde vivo?

- ¿No te alegras de volver a verme? - preguntó.

- Claro que sí, solo quiero saber cómo has conseguido mi dirección.

- Estuve hablando con tu padre - se apresuró a decir.

- ¿En serio hablaste con mi padre? - pregunté atónita.

- Claro, necesitaba hablar contigo y sé que no responderías a mis llamadas o mensajes - respondió.

- Está bien. ¿De qué quieres hablar?

- De lo que pasó el otro día...

- Philip no tienes que darme explicaciones. Sé lo que me vas a decir - le interrumpí.

- ¿Lo sabes? - preguntó a la vez que frunció el ceño.

- Claro, besaste a Monique porque no has podido olvidarte de ella. Porque habéis estado juntos durante un año y es demasiado pronto para que otra persona ocupe tu corazón. No te preocupes, lo entiendo - dije muy convencida de mis palabras.

- ¿En serio crees que si fuera eso así estaría aquí ahora mismo? Por favor, Alice. Yo solamente te quiero a ti. No te lo dije porque estaba asustado de lo que en tan poco tiempo había comenzado a sentir por ti, pero ahora lo sé: te quiero.

- Philip, por favor. No digas mentiras, tú no puedes quererme después de esto.

- ¿No puedo? - preguntó - Yo creo que sí.

- Lo que te pasa es que me tienes cariño, nada más. Podemos ser amigos y charlar cuando tú quieras.

- ¿Amigos? ¿Quieres que sea tu amigo?

Te conocí en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora