Miré a mi amiga y bebí de un tirón el resto de la bebida que todavía quedaba en mi vaso. Reí y me dirigí con una elegancia muy impropia de mí hacia donde se encontraban la chica y la copia de mi Philip. A medida que me iba acercando, mis pasos decididos se transformaban en pasos confundidos y la sonrisa triunfante que en mi cara tenía dio paso a un rostro totalmente confundido.
- ¿Philip? - susurré.
Me acerqué un poco más a ellos, esperando un milagro que sabía que no iba a llegar. Lucy y el chico que hasta ahora parecía Philip estaban bailando muy pegados, incluso podía jurar que iban a besarse en cualquier momento.
Sentía que el corazón se me saldría por la boca en cualquier momento, pero lejos de quedarme parada y callarme como la cobarde que era la mayor parte del tiempo, me armé de valor y me situé delante de ellos. Cerré mis puños, como si con ello lograse contener la rabia y las ganas de llorar que en ese momento tenía.
- Disculpad - dije tocando el hombro de Lucy.
Philip y su nueva conquista se separaron y, aunque Lucy me miraba sin saber quién era, la cara del francés era todo un poema. ¡Gilipollas!
- ¿Nos conocemos? - preguntó ella mostrándome su perfecta y blanca dentadura.
- ¿Podrías apartar tus sucias manos de mi novio? - respondí.
- ¿De qué estás hablando chica?
- Él - apunté con el dedo índice a Philip - es mi novio.
Lucy se giró perpleja buscando alguna reacción por parte de su amigo y en cuanto vio su cara, sonrió.
- Creo que te estás equivocado - dijo - ¿Este atractivo chico de aquí, con el que pienso pasar el resto de la noche y no precisamente en este local? - preguntó con una sonrisa - Los tíos como él, no tienen novias.
- No guapa, pero la que te estás equivocando, eres tú.
Mi mirada se centró en Philip, el cual se encontraba al lado de Lucy observándonos inquieto pero sin hacer nada.
- Eres un gilipollas... - le dije negando con la cabeza.
- Alice, tranquilízate, ¿vale? - intervino Philip esta vez.
- ¿La conoces? - preguntó ella sorprendida.
- Claro que me conoce guarra, ¡te he dicho que es mi novio! - bramé.
- ¿Cómo me has llamado? - dijo con la boca abierta como si no me hubiera oído.
- ¿Acaso ahora eres sorda? Te he llamado guarra, ¿quieres que te lo repita? - contesté enfrentándome a ella.
- ¿Pero quién te crees que eres, eh? - dijo apuntándome con el dedo - Seguro que solo eres una chica con la que Philip ha pasado el rato. A él, las únicas chicas que le interesan son como yo - dijo con una sonrisa maléfica mientras se apuntaba a sí misma.
La ira se apoderó de mí. No podía creer que Philip, la persona a la que quiero estuviese permitiendo que su amiga se dirigiese a mí de esta manera y yo, Alice Grestel no iiba a permitirlo y me abalancé sobre ella. Definitivamente me había vuelto loca, pero nadie, JAMÁS iba a pisotearme como esa niñata estaba haciéndolo ahora mismo.
- ¡Ahh, duele! - gritó Lucy.
- ¡¿Cómo puede alguien ser tan rastrera para acostarse con una persona que ya tiene novio?! - grité.
Lucy intentaba zafarse de mí pero no podía. Yo tenía el control y no pensaba cedérselo. Mientras con una mano le aguantaba el brazo evitando que ella me pegase a mí, con la otra le tiraba del pelo.
ESTÁS LEYENDO
Te conocí en París
Novela Juvenil- Yo... No puedo - dije consciente de que estaba haciéndole daño. - ¿Por qué no puedes? Y no me digas que es por mi hermana. Tú y yo somos mayores de edad y no tenemos que estar escondiéndonos por Doris. - Jared, yo... - le miré a los ojos y dud...