Alonso.
Bien, vamos al doctor, la revisan y nos vamos. Todo será rápido y así no despegaré la vista de los Blair.
Subí las escaleras corriendo encontrándome con Bella cuando llegué a la planta alta. Ella no me miró y solo bajó las escaleras con la vista baja.
—Cariño, ¿qué pasa? —pregunté siguiéndola por detrás.
—Nada, vámonos al doctor de una buena vez. —habló con dureza.
¿Acaso está enojada? ¿Ahora qué hice? ¿Le molestó que la dejara sola? No tendría porqué, le dije que bajaría unos minutos.
—¿Estás segura? —insistí, ella se detuvo y me miró con seriedad.
—Estoy segura, Alonso. Vámonos ya. —volvió a pedir y continuó bajando las escaleras.
Ok, debe sentirse rara por el embarazo. Será mejor no seguir insistiendo por si se pone de peor humor, no quisiera que se enojara conmigo en estos momentos.
(...)
Cuando ella estaba embarazada de los mellizos recuerdo que se sentía extraña cuando fue atendida inmediatamente, ella me había contado de una vez que la ex esposa de su tío había enfermado y duraron en un hospital cerca de dos horas para ser atendidos, por esa razón le resultaba extraño ser recibida con tanta rapidez.
—Necesito que te quedes afuera, Alonso. Si no es mucha molestia. —pidió sin mirarme, mantenía la vista en el suelo y no me quedó de otra más que aceptar.
Por dentro me estaba muriendo de ansiedad. Quería saber cómo estaba mi bebé, nuestro bebé. No sé por qué demonios acepté el quedarme afuera esperando, me estaba muriendo de los nervios. Yo debería estar con ella en el consultorio, apoyándola y escuchando todo lo que el doctor le indica a mi esposa para asegurarme de que ella reciba todos los cuidados que necesita durante este período.
Quiero que nuestro bebé nazca sano.
Repentinamente escuché un grito proveniente del consultorio, era ella. Bella estaba gritando y cuando quise entrar a ver lo que sucedía una enfermera me lo impidió.
—Lo lamento majestad, no puede pasar. —me dijo con lástima mientras me tomaba de los hombros.
—Pero... Mi esposa está ahí dentro, ¡necesito saber lo que pasa! —exclamé desesperado cuando comencé a escuchar el llanto de Bella.
No, no, no. ¿Qué está pasando?
—¡Déjenme entrar! ¿¡Qué está sucediendo!? —sentía un nudo en mi garganta y mis ojos comenzar a cristalizarse.
La puerta se abrió de golpe y el doctor salió y llamó a otro par de enfermeras.
—Traigan una camilla, ¡de inmediato! —al escucharlo decir eso sentí que mi corazón se paralizó.
¿Una camilla?
—¡Exijo saber qué está pasando! —insistí acercándome a él, me miró con tristeza provocando que mi preocupación aumentara más.
—Lo lamento, majestad. Su esposa acaba de sufrir un aborto espontáneo. —me dejé caer en la silla que estaba cerca.
La palabra aborto no dejaba de rondar por mi mente. No puedo creerlo, nuevamente Bella sufría de esto. Nuestro bebé se había perdido.
Las lágrimas no tardaron en salir, me sentía perdido. El mundo se caía encima de mí y no sabía qué hacer. No quiero imaginar cómo se encuentra Isabella en este momento.
Unos segundos después vi que se la llevaban en una camilla, pero nuevamente me negaron el paso y no pude verla.
Supongo que tendré que esperar.
(...)
Después de media hora aproximadamente pude pasar a verla, no sabía qué debería decirle o si querría hablar conmigo. Tenía miedo de la reacción que podría tener.
El recordarla después de su primer accidente me hacía sentir fatal. ¿Y si ahora ella no quería verme a mí? Me moriría, literalmente no sabría cómo podría sobrevivir sin volver a ver sus ojos o su hermosa sonrisa.
Aunque no me separaría de ella en ningún momento, esto lo viviremos los dos, lo sufriremos y lloraremos, pero también lo superaremos.
—Cariño... —le hablé cuando entré a verla a la habitación del hospital.
Un flashback me llegó a la mente al verla acostada de lado sin mirar hacia la puerta, excepto porque esta vez ella sí me recibió con los brazos abiertos. Sentí su respiración agitada en mi pecho y sus lágrimas mojar mis hombros, las mías tampoco tardaron en hacerse presentes.
—Lo lamento tanto, cariño. Perdóname. —me dijo aún con la voz entrecortada, me dolía el pecho verla así de triste, pero de igual manera me dolía lo del bebé.
—No tengo porque perdonarte, cariño. Fue algo que pasó, podemos salir de esta. —le dije intentando darle ánimo.
—No. No saldremos de esta... Nuestro bebé ya no está, Alonso. —sus lágrimas seguían resbalando, las podía sentir, pero aún así no la aparté de mi lado.
Ella me necesitaba, y aquí estaría yo todo el tiempo que me necesite.
—No te merezco, Alonso. —me separé de ella y la miré fijamente.
—Nunca me vuelvas a decir eso, ¿me oíste? Jamás. —le dije tomándola de las mejillas a la vez que limpiaba sus lágrimas.
Le dolía, podía notarlo en su mirada. Esto fue tan repentino, creo que ambos teníamos la esperanza de que fuera un embarazo normal como el de los mellizos. Pero desafortunadamente eso no pudo suceder, yo soy de la creencia de que las cosas pasan por un motivo.
Mis citas fallidas, por ejemplo.
Tuve que pasar por varias chicas para darme cuenta que la indicada estuvo siempre a mi lado. Tantas cosas que sucedieron en esas citas que pude haber evitado.
—Eres perfecta, Isabella Moro. Esto no me va a hacer dejar de amarte, nunca. Las cosas pasan por algo, talvez no estamos listos para ser padres nuevamente. —ella se hizo a un lado y se encogió en su lugar.
Debía darle su espacio y tiempo, tenía que relajarse un momento y tal vez dormir un poco para que esté bien.
Solo quiero lo mejor para ella.
—Te daré un momento a solas, ¿sí? Estaré afuera, si quieres que regrese contigo solo dile a una enfermera que me llame. —le dije mientras acariciaba su cabello, ella asintió y me acerqué a darle un suave beso en su frente.
Aún tenía ese amargo sabor después de lo sucedido, tenía ganas de llorar y desahogarme. Pero quiero mantenerme fuerte por ella, porque me necesita y yo la necesito a ella. Ambos nos complementamos.
La amo y esto no lo va a cambiar, ella tiene que saberlo.

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My King #2
Fanfiction2DA TEMPORADA DE "The Prince" ⚠NO LEER SIN LEER LA 1ª TEMPORADA.⚠ --------------------------------------------------------- Isabella Moro no se imaginaba casada a tan temprana edad, y mucho menos con el chico al que solía detestar. Problemas y drama...