e x t r a 2

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Isabella.

Años después...

Alonso, Freddy, Victoria y yo nos encontrábamos en la sala del castillo esperando a nuestros hijos que venían de la preparatoria.

Era impresionante cómo pasaba el tiempo tan rápido. Alonso había decidido mandar a nuestros hijos a una escuela pública para que socializaran fuera del castillo.

Claire había llamado para contarnos que tenía algo importante que decirnos. Alonso y yo nos habíamos sentido confundidos puesto que ella no solía hablar con tanta seriedad, pero nos confundimos más cuando Freddy y Victoria llegaron.

El timbre sonó y la persona encargada de la puerta la abrió dejándome ver a los mellizos y a Alondra junto a Kenai. Braulio estaba completamente serio, más de lo habitual, lo cual me hizo pensar que quizás él sabía algo... Y no le agradaba. O simplemente no estaba de buen humor.

Braulio se acercó y dió un beso en mi mejilla, me encantaba cada vez que lo miraba a los ojos puesto que me recordaba a mi padre. A sus cortos 17 años me parecía el adolescente más maduro que pude haber conocido. Se sentó en el sofá mirando atentamente a su hermana quien se quedó de pie.

Alondra, a sus casi 14 años, era idéntica a Claire. Ambas con sus ojos del mismo tono, la misma mirada y mismos gestos, excepto el cabello. Claire tenía el cabello rojizo, mientras que el de Alondra era castaño.

—Bien, supongo que se preguntarán por qué los hemos reunido... Y tal vez ya hayan sacado sus propias conclusiones. —dijo esto último Claire mirándome, aunque la verdad es que no, no había sacado ninguna conclusión... Aún.

—¿Ha sucedido algo malo? —cuestionó Alonso mirando a nuestra hija atentamente, ella hizo una mueca y se encogió de hombros.

—No lo considero algo... Malo. Solo, no sé cómo lo tomen y... Solo necesito que lo acepten, ¿sí? —todos teníamos una mirada de confusión en el rostro, excepto Braulio, quien lucía un poco enfadado.

—Solo díganles de una buena vez, pero yo estoy en contra de eso. —dijo Braulio poniéndose de pie y caminando hacia la cocina dejándonos aún más confundidos.

Miré a Alonso buscando respuestas, pero lucía igual de confundido que yo. ¿Será algo tan malo como para que Braulio esté así de molesto con su hermana?

—Bien, yo solo tengo una pregunta... —habló Freddy mientras se ponía de pie. —¿Qué hacemos Victoria y yo aquí? ¿Tenemos algo que ver con esto? —noté como Claire miraba de reojo a Kenai, entonces comprendí lo que sucedía.

Este par estaba envuelto en un lío amoroso. Debo admitir que es un tanto extraño, digo... Mi hija enamorada del hijo de mi ex novio.

—Papá, mamá... Kenai y yo estamos saliendo. —dijo finalmente Claire mirándonos con miedo, Alonso abrió los ojos sorprendido mientras que yo aún intentaba procesarlo.

En ese momento Braulio volvió a la sala con un vaso de jugo de naranja en su mano derecha.

Miré a Freddy quien parecía que aún estaba procesando lo que mi hija acababa de darnos a conocer.

—Sabemos la historia que hubo entre usted y mi padre, majestad. —habló Kenai dirigiéndose a mí. —Pero aún así teníamos que dárselos a conocer, y yo quería asegurarles que jamás le haría daño a Claire. Nunca. —dijo esta vez mirándonos a Alonso y a mí.

—Pues mas te vale que cumplas tu palabra, Leyva. Porque tú eres mi amigo, pero ella es mi hermana. Compartimos vientre, por lo tanto tenemos un vínculo muy sentimental y te juro que si le haces daño voy a...

My King #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora