C u a r e n t a

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Alonso.

Mi corazón palpitaba velozmente, creía que aquel periodista me había reconocido. O tal vez estoy un poco paranoico, aquí en Inglaterra dudo que les importe que esté yo aquí... ¿No?

—Vamos, rápido. —me jalaba Bryan del brazo para salir del aeropuerto, detrás de él venían Freddy y Alan y de mi lado derecho estaba Jos. —Si quieres rescatarla será mejor que te apures, no sabemos lo que le pueden estar haciendo en este momento.

Y tampoco quería imaginarlo, aunque no creo que sea algo malo. Charlotte Blair solo se encarga de salvaguardar la pureza de su linaje, en todo caso Cassandra podría estar en peligro pero eso no significa que Isabella tampoco me interese.

—Yo voto por que primero pasemos a comprar algo de comida, mi estómago ruge y si necesitamos escondernos él nos delatará. —propuso Jos ganándose una mala mirada de los cuatro.

—Bien, lo haremos. Pero será una parada rápida, no quiero perder demasiado tiempo. —acepté porque también tenía hambre, y apostaba a que los demás también.

Entramos a un supermercado, quizás con algunas frituras o dulces podamos calmar el apetito hasta que rescatemos a Isabella y Cassandra. Estaba en un pasillo junto a Jos quien tomaba distintos paquetes de galletas mientras yo me limitaba a ver a mi alrededor. En ese momento, una figura totalmente conocida atravesó mi campo de visión; Ethan se encontraba caminando y llevaba consigo un típico carrito de supermercado.

Le dí un codazo a Jos quien soltó un quejido, le hice una seña con la cabeza indicándole hacia donde mirar. De inmediato cerró los puños y comenzó a caminar hasta él posicionándose frente a su carrito y yo detrás de él. Ethan nos miró con el entrecejo fruncido para después rodar los ojos y sonreírnos burlonamente.

—¿Sabes? Presentía que vendrías, al parecer sí eres demasiado estúpido como para venir a que te maten. —esta vez yo puse los ojos en blanco.

—Tienes que decirme en dónde tienen a Isabella. —le dije tomándolo del cuello de la camisa.

—Tranquilo, sobrino. Yo no sé en dónde está en estos momentos. Ayer la dejé en el castillo pero ahora probablemente esté en otro lugar arreglándose para su boda.

Para su boda...

Una sonrisa atravesó el rostro de Ethan, yo sabía que sí conocía en donde la tenía pero no me diría tan fácil.

—¿Quieres algo a cambio de la información? ¿Dinero? ¿Un puesto importante? ¿Mi puesto como rey? —le ofrecí desesperado, no me importaba si me quitaba la posición de rey, lo único que me haría feliz es tener a Isabella de regreso conmigo.

Jos me miró asustado y confundido. Tal vez pensaba que estaba enloqueciendo, y efectivamente lo estaba, pero porque no podía obtener respuestas. Estaba loco de los nervios, quería a Isabella conmigo ya.

—Ah, sobrino... Es una propuesta realmente llamativa. Pero no, todo tu pueblo sabe lo que le hice a Isabel antes de casarse contigo. Creo que ahora todos deben odiarme y eso no va conmigo. —tomó mis manos y me obligó a soltar su agarre de él comenzando a alisar su camisa. —Mira, aún somos familia, y por tu propio bien te digo que no te acerques más a los Blair. Sé que no me creerás, pero no me gustaría verte muerto Alonso. Así que no te acerques a ellos, ¿entiendes? —me advirtió señalándome con un dedo para después irse dejándonos solos a mí y a Jos en el pasillo.

Lo ví alejarse y aún en ese preciso instante estaba debatiendo conmigo mismo si debía seguirlo o conseguir información por mí mismo. Ethan se veía completamente convencido a no decirme una sola palabra sobre la ubicación de Isabella.

My King #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora