My King #2

C i n c o

Alonso.

¿De verdad justo ahora se aparece? Hace años que no sé sobre éste chico y nuevamente hay señales de vida de él.

—¿Qué ocurre? —preguntó Bella claramente preocupada.

¿Será que James es su primo?

—Nada, cariño. Debo arreglar unos asuntos, nos vemos en la cena. —dí un beso fugaz en sus labios y después de esto caminé rápidamente hasta mi oficina.

¿Por qué justo ahora cuando soy feliz James debe hacer acto de presencia? ¿Acaso no le bastó con ser el futuro heredero al trono en Inglaterra? ¿Acaso de nuevo quieren quitarme mis tierras? Por supuesto que no voy a permitir eso.

—Jos, ven a mi oficina ahora. —le dije a mi amigo cuando lo llamé, no le dí tiempo de responder ya que terminé la llamada y me senté en mi silla con la cabeza entre las manos.

Después de varios minutos Jos ya se encontraba sentado frente a mí con cara de preocupación. Supongo que debe de estarlo, después de todo únicamente lo cité con urgencia sin decirle la razón.

—¿Ya me dirás qué es lo que ocurre? —cuestionó mirándome atentamente.

—James, eso es lo que ocurre. —respondí dando un golpe en mi escritorio.

—¿El principito británico caprichoso? —asentí. —Como lo odio. —dijo rodando los ojos.

—Solo que esta vez hay otro problema... —Jos me miró con una ceja alzada esperando que le contara. —Bella... Pertenece a Inglaterra, o almenos eso me dijo. —abrió los ojos sorprendido y se levantó de la silla.

—Estás jugando, ¿verdad? —lo miré y negué lentamente.

—Desearía que esto fuera una broma. ¿Te das cuenta de lo que podría suceder si Charlotte la encuentra? —mi amigo volvió a tomar asiento lentamente y soltó un suspiro.

—Tenemos que evitarlo. Esa anciana solo traería problemas. —asentí estando de acuerdo con él.

Si Bella es de Inglaterra, sin duda alguna Charlotte es su abuela y eso traería problemas. No solo para ella o para mí, si no que seguramente también para el país.

—¿Y ella ya lo sabe? —volvió a hablar interrumpiendo mis pensamientos.

—¿Qué cosa?

—Que la bruja Charlotte es su abuela. —aclaró y negué con la cabeza como respuesta.

—Hasta donde sé sólo sabe que su abuela es la reina de Inglaterra, pero aún no conoce su nombre. —dije y Jos hizo una mueca.

—¿Crees que... Debas contarle la historia? Digo, supongo que esta historia quedó prohibida enseñarla en las escuelas. —asentí dándole la razón.

Mis padres no deseaban que el pueblo se enterara de los problemas personales que tuvimos algún tiempo con los Blair. Pero Bella es mi esposa, y supongo que debe saber que su familia real tiene algunos conflictos con la mía desde hace algunos años.

—Es mi esposa, tiene derecho a saberlo. —Jos asintió comprendiendo.

Me levanté de la silla y Jos imitó mi acción.

—¿Le dirás en este preciso momento? —interrogó mientras me seguía fuera de mi oficina.

—Así es. —le respondí sin dejar de caminar. —Es mejor que sea ahora a que ocurra alguna otra cosa.

(...)

Isabella.

La repentina salida de Alonso me tomó por sorpresa. No es normal que después de ver a tu esposo con una expresión de asombro y miedo simplemente se levante y te diga que te verá en la cena sin decir nada más.