My King #2

O c h o

Isabella.

Mis hijos estaban emocionados por viajar en avión, Claire estaba sentada junto a Jos mientras que Braulio estaba a mi lado.

—¿Entonces una luna de miel es un pan? —preguntó Claire inocente mirándome.

Le había explicado que una luna de miel era un pan muy dulce, y que le decían luna porque era en forma de una verdadera.

—Si eso dice tu madre. —dijo Jos a su lado cruzándose de brazos y mirando por la ventana.

Mi pequeña sonrió, pero sabía que en algún momento me pediría una luna de miel.

—Bien, está todo listo para el despegue. —anunció Bryan sentándose frente a mí.

—De acuerdo. —respondí sin emoción.

No me causaba alegría salir de vacaciones sin Alonso, aunque supongo que sea lo que sea que debe hacer es muy importante como para no poder dejarlo para algún otro momento.

—¿Tardaremos mucho en llegar, mami? —cuestionó Claire mirándome desde su lugar.

—Sí, algunas horas cariño. —Claire hizo una mueca y soltó un suspiro.

Aunque, ahora que lo pienso, me parece extraño que Alonso quisiera mandarnos de vacaciones de un momento a otro. No me trago completamente que éste viaje es para que me relaje.

(...)

Después de varias horas de vuelo finalmente llegamos al aeropuerto de Brasil. Jos llevaba a Claire en brazos ya que se había quedado dormida mientras yo cargaba a Braulio.

Bryan había ido con unas personas de aquí para decirles que el avión debía quedarse en un lugar seguro ya que pertenecía a la realeza mientras Jos y yo lo esperábamos en otro lado.

—¿Te sientes bien? —preguntó Jos susurrando, me volteé a mirarlo y asentí confundida.

—Claro, ¿por qué ? —susurré de vuelta y él se encogió de hombros.

—Supongo que debe ser raro no estar con Alonso. —asentí dándole la razón. —Tranquila, solo serán unos días y después volverán a verse y tendrán ese segundo pan dulce. —me dijo mientras guiñaba un ojo, rodé los ojos pero no pude evitar soltar una pequeña risa.

—De acuerdo, el avión ya está seguro. Ahora debemos ir al hotel y todo listo. —anunció Bryan llegando a nuestro lado.

—Genial, pero quítate esos lentes. Te ves ridículo. —Bryan se quitó las gafas de sol y las guardó. —Gracias, el sol no sale hasta dentro de unas horas.

Bryan se acercó a mí para tomar en brazos a Braulio y así todos nos dirigimos hacia el auto que Bryan había rentado para transportarnos.

Bien, solo serán unos días Isabella. Solo unos días lejos de Alonso. Puedes soportarlo.

(...)

Alonso.

El castillo se sentía vacío sin las risas de mis hijos, sin la compañía de Isabella y, aunque me cueste admitirlo, se sentía raro no tener a Jos a un lado mío molestando todo el tiempo.

Es lo único que hace.

—El auto está listo, majestad. —avisó uno de los guardias del castillo.

—Bien, en un momento voy. Reúne a cuatro hombres para que me acompañen. —él asintió y salió de mi despacho.

No estoy completamente seguro de lo que estoy a punto de hacer, pero lo que sí sé es que necesito información acerca de los Blair. Necesito conocer un poco más de su familia y saber de lo que es capaz Charlotte Blair para conseguir lo que quiere.