Alonso.
—¡Acelera, rápido! —le ordenaba a Jos desesperado, sentía que el camino hacia el aeropuerto era eterno.
Iba a llegar tarde, no la iba a poder rescatar de esa mujer. Después de todo Freddy tenía razón, ella estaba aquí.
—Alonso, voy lo más rápido que la ley me lo permite. —reclamó esquivando a algunos autos.
—¡Yo soy la ley y te digo que aceleres! —grité desesperado, Jos me miró por breves segundos y aceleró aún más.
Tenía que rescatar a Isabella, no podía permitir que Charlotte se la llevara. No otra vez. Debía tener alguna ventaja al ser el rey, podía rescatarla más fácilmente ¿no?
Finalmente cuando llegamos al aeropuerto Jos estacionó en un lugar y yo bajé rápidamente sin esperarlo para adentrarme al lugar. Corrí lo más rápido que pude buscando a Bryan, donde él estuviera estaría ella.
Logré localizarlo algunos metros más adelante, se estaba escondiendo y hacia señas hacia un lugar. Me posicioné a su lado y seguí su mirada hasta toparme con Cassandra.
—¿Cassandra? —cuestioné en voz alta llamando la atención de Bryan.
—Isabella está siendo custodiada por tu tío. —me informó sin mirarme. —No me puedo acercar a ella con él ahí cerca, además de esos hombres intimidantes. —ví a cerca de seis hombres inmensos formados en círculo y a un lado estaba mi tío.
Él estaba en la cárcel, ¿quién con más poder que yo ha logrado sacarlo? Nadie tiene más poder que yo, ¡soy el rey!
—Llama a la policía, tengo que sacar a Isabella de aquí. —intenté caminar hasta ella pero Bryan lo impidió.
—No, Cassandra no quiere que nos acerquemos. Es peligroso. —volteé a mirar a la chica quien ya me estaba viendo, hacia pequeños movimientos de negación con las manos y cabeza, formulaba con sus labios las palabras «no se acerquen» una y otra vez.
Me sentía impotente, tenía que esperar a la policía para poder acercarme y salvarlas.
De repente los hombres que estaban anteriormente formados en círculo habían dejado un pequeño espacio dejándome ver a la mujer que ha robado mis noches de sueño, seguía igual de hermosa aún con el cabello negro. La había visto anteriormente en la televisión así, pero ahora tenerla a unos cuantos metros de donde me encontraba era maravilloso y doloroso al mismo tiempo. Me dolía verla ahí parada, con su vientre abultado en donde se encontraba nuestra hija. Era gratificante saber que ella jamás fue de otro hombre, ese pequeño ser que está dentro de ella es mío y de nadie más.
—Ya llamé a la policía, no tardarán en llegar. —no quise despegar la mirada de Isabella en ningún momento, quería continuar admirándola todo el tiempo que fuese necesario.
Quería correr y abrazarla, decirle que todo estaría bien y que nadie jamás le haría daño. Pero me encontraba aquí, escondido. Incapaz de hacer algo por mi propia cuenta.
Segundos después sus hermosos ojos dieron conmigo, ocasionando que llevara sus manos a la boca y que mi pecho se contrajera. Ansiaba tenerla conmigo, le sonreí con dulzura y con un movimiento de labios le dije que todo estaría bien. Ella asintió levemente debido a que los hombres se acercaron más a ella y volvieron a obstruir mi vista.
—Tienen que llegar rápido, maldita sea. —dije comenzando a desesperarme.
No deseaba que ella estuviera más tiempo con esa gente.
De repente, mi tío y esos hombres comenzaron a caminar arrastrando a Cassandra con ellos. Miré a Bryan alarmado, ya estaban por irse y la policía no había llegado, tenía que hacer algo rápido para impedir que se fueran.
Así que corrí, corrí hacia ellos escuchando los gritos de Bryan detrás de mí diciéndome que no lo hiciera. Pero lo ignoré, solo quería ir a rescatar a mi esposa y llevármela conmigo.
Toqué al primer hombre y logré tirarlo al suelo, inmediatamente los demás se arrojaron encima de mí dejándome incapaz de golpearlos para poder rescatar a Isabella. Ella me veía horrorizada, sus ojos se habían cristalizado y comenzababa respirar agitadamente.
—¿De verdad creías que ibas a rescatarla? —logré identificar la voz de mi tío, dos de los seis hombres que estaban encima mío me levantaron permitiéndome mirarlo a esos traicioneros ojos. —Sobrino, eres un completo tonto. —dijo para después soltar una carcajada.
—Y tú un maldito traicionero. —le escupí en la cara con enojo, ni eso había logrado borrar la sonrisa de su rostro pero se acercó y me tomó del cabello haciéndome elevar la mirada los pocos centímetros que bastaban para poder mirarlo directamente.
—Perdonaré tu vida hoy, pero si haces algo por rescatarla le ordenaré a alguno de esos gorilas que te maten para que no te metas en mis planes. —me quedé confundido al escucharlo. —Charlotte me tiene preparado un buen puesto en su país, no estaré encerrado aquí por el resto de mis días. Tendré lujos y el poder que siempre quise. Tal vez no como Isabel próximamente cuando se case, pero sí seré poderoso. Así que, nos vemos. —finalizó ordenando que me soltaran y así los seis hombres volvieron a rodear a mi esposa permitiéndome mirarla por última vez.
Me quedé hincado en el suelo, derrotado. Así me sentía.
A lo lejos escuché las sirenas de los autos de los policías. El idiota de Freddy había llegado tarde, Isabella ya se había ido y no pude hacer nada.
Bryan llegó a mi lado tomándome del brazo para levantarme. Ambos mirábamos hacia donde se habían llevado a Isabella, incapaces de realizar alguna acción para llevarla de regreso con nosotros. Habían cruzado la puerta hacia la pista de despegue, y ya no había marcha atrás.
—Vámonos. —le dije a Bryan dando media vuelta, tardó algunos segundos en seguirme pero finalmente se posicionó a mi lado dando unas palmadas en mi espalda.
Miré hacia el frente en donde venía Freddy y detrás de él una multitud de policías armados, todos ellos detuvieron el paso y el antes mencionado me miró confundido.
—¿Qué... Qué ha pasado? ¿En dónde está ella? —cuestionó obteniendo como respuesta un simple suspiro de mi parte, pasé junto a él y di un golpe en su hombro sin detener el paso.
—Te espero en el castillo. —me limité a decirle siendo seguido por Bryan y Jos quien se había unido a la multitud de policías.
Ni crean que esto se va a quedar así.
(...)
Cerca de un par de horas después había conseguido reunir a todos en el castillo. Freddy, Jos, Bryan, Alan y Victoria, quien no se quería perder ningún detalle del chisme, estaban sentados en la sala mirándome atentos, esperando a que pronunciara alguna palabra.
—Agradezco que se hayan tomado el tiempo de estar aquí, lo que estoy por hacerles saber es muy importante para mí... Y apuesto que para ustedes también. —todos intercambiaron miradas curiosas, así que seguí hablando. —Debido a los acontecimientos de hoy he llegado a una solución.
—Deja de hablar con tanta formalidad y solo ve al punto, Villalpando. —soltó Freddy desesperado haciéndome poner los ojos en blanco.
—Mi tío Ethan se llevó a Isabella de regresó a Inglaterra... Junto a Cassandra. —anuncié mirando a Alan quien se sorprendió y se levantó del sofá pero inmediatamente su primo lo volvió a sentar. —Isabella me hizo saber que Charlotte la amenazó con matarnos a todos si intentaba volver aquí, desconozco si aún estamos en peligro debido a que acaba de regresar con ella. Pero esta vez no pienso quedarme de brazos cruzados.
—¿Y qué piensas hacer exactamente? —me cuestionó Jos cruzándose de brazos mientras se recargaba en el respaldo del sofá. —Somos solo nosotros cinco contra una multitud de soldados Ingleses. No tenemos ventaja de ninguna manera, Alonso. —todos voltearon a mirarme esperando una respuesta.
—Será una misión suicida, probablemente. —admití. —Pero necesito tener a Isabella de regreso. Había pensado en llevar al ejército y así rescatarla, pero probablemente iniciaríamos una guerra y yo no deseo eso. —me quedé callado un momento, intentando formular mi siguiente oración. —No tengo idea cómo le haremos para rescatar a Isabella y Cassandra. Pero iremos a Inglaterra, y las traeremos de regreso.

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My King #2
Fanfiction2DA TEMPORADA DE "The Prince" ⚠NO LEER SIN LEER LA 1ª TEMPORADA.⚠ --------------------------------------------------------- Isabella Moro no se imaginaba casada a tan temprana edad, y mucho menos con el chico al que solía detestar. Problemas y drama...