D i e c i s é i s

1.2K 182 37
                                    

Alonso.

Incómodo. Así me sentía cuando los dos hombres me miraban.

El tío de Isabella se notaba un poco nervioso al contrario de Christian quien estaba confundido.

—¿Qué haces aquí? —le preguntó acercándose a él. —Majestad, ¿usted lo conoce? —volvió a preguntar ésta vez dirigiéndose a mí.

—Escúchame, Christian. Tu hija está a salvo, ¿sí? No la busques o la pondrás en peligro y tú y yo sabemos que no quieres eso. Por eso aceptaste que me la llevara del país. —miraba a ambos atacarse con la mirada, algo me decía que no se agradaban del todo.

—Solo quiero conocerla, tengo derecho. —Nicolas rodó los ojos.

—¿Sabes? Ella me dijo exactamente lo mismo cuando le conté sobre ti. —Christian abrió los ojos asombrado.

—¿¡Le contaste!? —exclamó. —¡Eso hace las cosas más fáciles! ¡Puedo verla sin problema alguno! —en estos momentos lo que yo quería hacer era intervenir y quitarle esa idea de la mente, nunca dejaría que Bella se expusiera a que Charlotte la descubriera.

—No. Ni lo pienses. Ella está a kilómetros y kilómetros de aquí, no podrás verla. Tu nada adorada madre la va a querer de regreso y tu esposa, quien también era mi hermana, no quería eso. —Christian rodó los ojos y se sentó.

—¿Al menos podría verla en una foto? —pidió con notoria tristeza.

—No lo creo. —respondió Nicolas seriamente. —Tendrás que fingir que jamás tuvista una hija, Christian.

Ok, eso fue algo duro. Christian tiene todo el derecho de conocer a Bella, sin embargo eso podría traer consecuencias y al parecer nadie quiere eso.

—Supongo. Pero... Aún no me has dicho qué haces tú aquí. —recordó de repente, el tío de Bella me miró buscando alguna respuesta así que al fin pude intervenir.

—Es el profesor particular de mis hijos. Él les está enseñando a leer. —respondí con lo primero que se me vino a la mente.

Apenas tienen tres años pero supongo que es bueno aprender a temprana edad.

—Hablando de eso... Me parece muy extraño que su familia no esté aquí, majestad. —comentó mirándome con los ojos entrecerrados.

—Ah, están pasando tiempo con la familia de mi esposa. Yo tuve que quedarme para recibirlos. —mentí intentando sonar normal, me sentía bien ya que estaba seguro que Isabella no regresaría hasta que ellos se fueran.

Las cosas no pueden ir mal.

—De acuerdo, me voy. Tengo cosas que hacer. —dijo el tío de Bella llamando la atención. —Vuelvo cuando su familia regrese, majestad. —asentí e hizo una reverencia para después salir de la habitación.

Christian y yo nos quedamos en un silencio incómodo después de que Nicolas salió. Al parecer él sí quería encontrar a Bella, pero lamentablemente eso no sucederá. Ella está muy lejos de aquí y no volverá hasta que ellos se vayan de aquí.

—Bien, iré a descansar majestad. Con su permiso. —dijo Christian mientras se ponía de pie, asentí y yo me volví a sentar y lo ví salir de mi despacho.

Tomé mi celular para ver si tenía algún mensaje o llamada perdida de Bella, pero no. Mi celular estaba vacío. Ni siquiera de Jos o Bryan diciéndome cómo iba todo por allá. Supongo que en un rato alguno me contará cómo están.

(...)

Me estaba preparando para dormir, estaba en el baño lavando mis dientes cuando escucho mi celular sonar.

My King #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora