My King #2

Especial: JOS

Bien, debo llevarme a los niños en este momento.

¿Debería hacer sus maletas? ¿O Alonso tendrá todo listo?

Como sea, supongo que los niños sabrán qué hacer.

Entré a su habitación y encendí la luz provocando que ellos elevaran sus edredones hasta sus ojos.

—¡Arriba niños! ¡Es momento de una aventura! —exclamé dando palmadas y cerré la puerta detrás de mí.

Busqué por todos los rincones alguna maleta o mochila con ropa de ellos, pero no había nada. Supongo que tendré que improvisar.

—Tío, es muy tarde para una aventura. —se quejó Braulio y se tapó con el edredón hasta la cabeza mientras que Claire ya estaba de pie y emocionada.

—Nunca es tarde para una aventura, Brau. Deja de ser tan gruñón como tu papá. —murmuré lo último causando una risa por parte de Claire.

Busqué alguna maleta en donde pueda guardar ropa, juguetes y dulces para los mellizos. Supongo que tendré que llevarlos a mi departamento... O a un hotel, sí. Ellos serían felices en un hotel, jugando en el ascensor, la piscina. ¡Sería fantástico!

—¿A dónde iremos tío? —preguntó mi favorita y caminó hacia su hermano para quitarle el edredón y jalarlo de los pies hasta hacerlo caer de la cama.

Yo le enseñé eso. Estoy muy orgulloso de la pequeña.

—A un lugar fantabuloso. —dije y ambos me miraron confundidos.

—¿Fantabuloso? —preguntaron los dos al mismo tiempo.

—Sí, ya saben... Algo fantástico y fabuloso al mismo tiempo. —les expliqué mientras tomaba algunas de sus pertenencias y las guardaba en una bolsa de plástico que encontré debajo de la cama de Claire.

—No estoy muy seguro que esa sea una palabra, tío. —rodé los ojos al escuchar a Braulio corregirme.

¿¡Por qué tiene que ser tan parecido a su padre!?

—Pues a mí me parece una palabra fantabulosa. —me apoyó Claire, le sonreí y revolví su castaño cabello.

Al fin alguien me apoyaba en algo. Por eso esta pequeña es mi preferida.

Continúe guardando sus cosas en la bolsa mientras ellos dos platicaban animadamente y escuché a Claire decir fantabuloso más de tres veces y esas mismas veces su hermano intentaba corregirla.

—¿Ya nos dirás a dónde vamos, tío? —insistió en saber Braulio, ya había terminado de guardar su ropa así que di media vuelta y caminé hacia él.

A ver... No puedo decirles que están en peligro y por eso me los llevaré y no podrán volver a ver a sus padres hasta que los Blair se larguen de una buena vez, así que modificaré un poco más la historia.

—Escuchen, pequeños. Sus papis me pidieron que los llevara conmigo a algún lugar porque...

—¿Ya no nos quieren? —me interrumpió Claire mirándome con los ojos cristalizados y sus mejillas levemente rojas.

—No, no, no. No es eso pequeña. —me apresuré a decirle para evitar que se soltara un río de lágrimas. —Ellos me pidieron que me los llevara porque... Quieren que ustedes pasen los mejores días de su vida, ¿y quién mejor que el tío Jos para hacerlo? —les sonreí con diversión, el rostro de la pequeña Claire mostró asombro mientras que parecía que a Braulio le daba igual.

De acuerdo. Es mi sobrino porque su padre es mi mejor amigo, pero no puede ser posible que no esté emocionado por estar conmigo. ¡Todo el mundo lo estaría! ¿O no?