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Uno de los maestros de Naruto llamado Iruka nos invitó a fideos.  De su conversación pillé palabras sueltas,   como el nombre de Gaara, y algo de que ahora era Kazekage. Hasta que Naruto comenzó a gritar. Tras relajarse un poco, el maestro cambió de tema.
-Y bueno, Naruto, dónde conociste a tu novia.
-¡NO ES MI NOVIA!
-¡NO SOY SU NOVIA!
Gritamos a la vez.
-Vale, vale. Sólo era una broma. Chicos, os tengo que dejar. He de volver a la escuela.
Cuando se fue, una tensión repentina nos rodeó. Cambié de tema rápidamente.
-Y...  ¿Quién es Gaara?
-Es un amigo. Lo conocí en los exámenes de Chunin,  aunque en aquel entonces éramos enemigos.
-¿De verdad?
-Si. Las cosas se torcieron bastante. Menos mal que el ermitaño pervertido me enseñó la Técnica del Hechicero. Si no llega a aparecer el Jefe Sapo, me habría convertido en la merienda de Shukaku.
¿¡Has dicho Shukaku!?
-¿Eh?
De repente Naruto apareció en una sala llena de tuberías con vapor y agua. Al fondo de esa sala, estaba el insecto más grande y extraño que había visto.
-Pero qué...
Por fin nos vemos cara a cara, Naruto Uzumaki.
Por la descripción de Fū, supo enseguida que se trataba del Nanabi.
-¿Cómo me has traído aquí?
No tengo ganas de ponerme a explicártelo ahora mismo.
-¿Entonces qué es lo que quieres?
Hace un momento has dicho que te enfrentaste a Shukaku. ¿Cómo es que sigues aquí? Por mucho que seas un jinchuriki, dudo que el Kyuubi te hubiera ayudado. Quiero que me dejes penetrar en tu mente para ver lo que sucedió.
-¿Cómo puedes hacerlo? ¿Es peligroso?
No te hará ningún tipo de daño. Cada Bijuu tiene una serie de habilidades únicas. Una de las mías es poder leer la mente. Obviamente, mi poder se ve reducido por el simple hecho de estar encerrada dentro de mi Jinchuriki.
-¿Qué tengo que hacer?
Sólo tienes relajarte y darme acceso a tus recuerdos. No te preocupes, sólo miraré ese trozo de memoria en específico.
Cuando Naruto cerró los ojos, sintió como si una mano le tocara el cerebro.

Naruto: Dos JinchurikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora