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Al llegar Fū, Naruto ya tenía las dos campanillas. Se las enseñó con orgullo.
-¡Lo hemos conseguido!
-¡Si!
Cuando Fū le abrazó, Naruto se puso colorado. Cuando se apartó,  oyó una voz en su cabeza.
Qué mono, parece una puesta de sol.
"Cállate, Chōmei. No estás ayudando. "
Si, claro. Como si no te gustara verle así.
"¡Cállate! ¡Eso no es cierto!"
Podrás decirle eso a los demás,  pero ten en cuenta que yo puedo leer todos tus pensamientos. Recuerda que conozco todos tus secretitos...
Ahora era Fū la que estaba completamente roja.
-¡He dicho que te calles!
De repente, se dió cuenta de que esto último lo dijo gritando. Sakura se quedó a cuadros.
"Dios mío! ¡Esta tía está loca!"
Aaay,  nunca me cansaré de reírme de ti. Avísame si ocurre algo interesante, me voy a dormir.
Cuando Chōmei se puso a dormir,  Fū murmuró "Estúpida Chōmei..." completamente roja.  Entonces se dirigió hacia Sakura y Naruto.
-Siento haber gritado...
Naruto sacudió la cabeza.
-No te preocupes. No es la primera vez.
-Deberíamos ir a ver a la maestra Hokage.
Cuando Fū se dió la vuelta, Sakura le susurró a Naruto:
-¿Qué le pasa a esta?
-No te preocupes, es algo entre nosotros.
Sakura se quedó igual de confundida ante la respuesta de Naruto. Cuando volvieron a la villa, Naruto se detuvo delante del puesto de fideos.
-Sakura, puedes hacerme un favor y decirle a la abuela lo del entrenamiento? Voy a invitar a Fū a un bol de ramen.
-¿En serio quieres que vaya yo sola?
-Venga, llevamos todo el día sin comer y hemos luchado contra el maestro Kakashi.
Sakura suspiró y bajó la cabeza.
-De acuerdo, pero me debes una.
-¡Si! ¡Vamos,  Fū!
Y tirándola de la mano, entraron en el Ichiraku.

Naruto: Dos JinchurikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora