Naruto: Dos Jinchuriki

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Me había olvidado que tenía esta parte a medio escribir. He revisado el manga en Internet. Naruto se puso hecho una furia.
-¿¡Cómo que tenemos que morir!? ¡No hemos venido aquí sólo para ser pasto de gusanos!
Fukasaku suspiro.
-¡Gamakichi! ¡No des ejemplos estúpidos! Tranquilo, Naruto. No tenéis que morir.
Fukasaku saltó hacia una de las inmensas estatuas de piedra y juntó las palmas.
-¿Qué hace?
Gamakichi habló.
-Está almacenando energía natural.
Agarro la estatua de piedra y la levantó.
-¡Guau!
-Increíble.
-Esto es lo que se consigue con la energía natural.
Volvió a dejarla en el suelo.
-Pero para ello tenéis que mezclaros con la naruraleza, ser uno con ella.
-Aún sigo pensando que es extraño lo de quedarse quieto...
Fukasaku sacudió la cabeza.
-Naruto, para los animales, conseguir la inmovilidad absoluta es lo más difícil que hay.
-Osea, ¿que nos quedamos quietos y ya?
-No es algo que se consiga en segundos.
-¡No tenemos mucho tiempo! ¿No hay una forma de acelerar las cosas?
-No es que no la haya, pero...
-¡Entonces podemos usarla!
Fukasaku les guió hasta un manantial compleramente lleno de estatuas de rana de la que salía un líquido de color ámbar.
-Arremángate, Naruto.
Fukasaku mojó uno de sus ¿dedos? En el líquido amarillo y lo restregó e el brazo de Naruto.
-El aceite de sapo del monte Myoboku tiene propiedades especiales. Con el es más sencillo sentir la energía natural.
-Empiezo a notar algo...
-Claro que entraña ciertos riesgos...
El brazo de naruto comenzó a agrandarse y a salirle granos.
-¿¡Qué es esto!?
-Los que no saben mezclar las tres energías acaban convirtiéndose en sapos.
-¡Noooo!
Mientras Naruto se desesperaba, Fukasaku sacó una vara negra y le atizó en la cabeza.
-¡Ay! ¿¡Pero qué haces!?
Naruto vió cómo su brazo había vuelto a la normalidad.
-¿Eh?
-Todo consiste en el equilibrio. ¡No puedes usar las técnicas de ermiraño si no mantienes los tres en perfecta armonía!
Fū se quedó extrañada.
-¿Armonía?
El sapo asintió.
-El problema es que añadir la energía natural en esa mezcla y mantener el equilibrio es casi imposible. Si la energía natural es insuficiente, no se pueden usar las artes armitañas, y si te excedes esa energía natural te convertirá en sapo.
Fukasaku les señaló.
-Mientras la transformación no se complete, volveréis a la normalidad. Pero si termina, seréis ranas toda la vida.
-Cuando dije que moriríais, me refería a que moriríais como ser humano.
Fukasaku señaló con la vara a varias estatuas.
-Los que se convierten en sapos acaban formando parte de la naturaleza misma. Estas estatuas son personas que no lograron superar el entrenamiento.
Naruto y Fū tragaron saliva ante la cantidad de estatuas.
-T... ¿Tantos?
-Tranquilos, yo estoy con vosotros. Mi bastón extrae la energía natural de quien golpea. Si veo que os transformáis en rana, os sacaré la energía natural del cuerpo a palos. Pero dejadme que os diga algo...
-Ni siquiera el Jirai podía lograrlo por completo. Cada vez que pasaba a modo ermitaño, conseguía rasgos de sapo. No era una transformación perfecta.
Fū y Naruto le miraron con determinación.
-Veo que lo que os acabo de decir no os echa para atrás, pero lo preguntaré de todos modos: ¿queréis seguir con el entrenamiento?
-¡Si!
-¡Si!
-¡Así me gusta!