Naruto: Dos Jinchuriki

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La cita será mañana. Primero voy a conocer a sus amigos.
-¡Chicos!
"Son bastante gente, la verdad."
Yo ya les conozco, así que...
"Ya me lo has dicho."
-Esta es Fū.
-¡Hola! ¡Me alegro de conoceros!
-Yo soy Kiba Inuzuka y este es akamaru!
-Me llamo Shino a-
-Yo... soy Hinata.
-Soy Ino Yamanaka. Participé en tu operación, me alegro de que te curases tan rápido.
-Gracias por ayudarme.
-Yo soy Sai, nos vimos hace un mes.
-A nosotros ya nos conoces.
-Naruto y yo íbamos a celebrar el final de las pruebas yendo a comer, podríais acompañarnos. He oído hablar de un restaurante que hace una carne asada deliciosa.
A todos les gustó el plan.
-¡Me parece buena idea!
(Entre todos son: Naruto, Sakura, Sai, Fū, Ino Chōji, Shikamaru, Tenten, Neji, Lee, Hinata, Shino y Kiba).
-Tendremos que pedir una mesa grande...
Tienes roda la razón.
Cuando llegaron al restaurante, entre todos movieron  varias mesas y sillas para que pudieran comer juntos.
-¡Seguro que puedes enseñarnos alguna de tus técnicas, Fū! ¿Cuáles más conoces?
-A ver que piense... Puedo invocar sapos con la técnica del Hechicero...
-¿¡En serio!? ¡Yo no puedo!
-El per... Maestro Jiraiya me hizo firmar el contrato de los sapos cuando comencé a viajar con ellos.
-¿Dónde os conocísteis?
-Fue hace dos años y medio más o menos. Me había fugado de la villa de la cascada...
Tras la comida, todos se levantan y pagan la cuenta. Fū está a punto de irse cuando Ino la coge por banda y la arrastra hasta una esquina.
-Tú y yo vamos a ir de compras.
-¿Qué?
-Tranquila, es para conseguirte ropa... ¿Cómo decirlo...? Más favorable.
-¿Por qué?
-He visto cómo os miráis Naruto y tú.
Fū se puso roja y comenzó a farfullar.
-Yo... No... Nosotros sólo...
-No te pongas así, cariño. Me alegro por vosotros. Pero si quieres tener ventaja frente a Hinata, tendrás que tomar medidas.
-¿Hinata?
-Está enamorada de Naruto desde hace años, pero al ser tan tímida, digamos que no ha hecho muchos avances. Casi se desmaya cuando os acercásteis.
-No lo sabía...
-Tranquila, aquí estoy yo para ayudar.
Y saliendo de la tienda, Ino me llevó a varias tiendas de ropa. Fui mirando por ahí y terminé comprando una falda, tres camisetas de tirantes de varios colores y dos pantalones cortos vaqueros de color negro y azul oscuro. En un momento dado me fijé en un vestido verde precioso de una pieza que me llegaba hasta los talones y que era de mi talla. Tras dudar durante diez minutos, finalmente me lo compré. Ino me guió hasta una tienda de lencería.
-¡No pienso entrar ahí!
-¿Por qué?
-¡Me da vergüenza!
-Oh, venga. ¡No seas cobarde!
-¡Nooooo!
Y me arrastró con ella.