XVI

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Zayn se desmontó de su auto y caminó hacia adentro del edificio frente a él, junto a Dean.

Hace unas dos semanas había hablado con Liam de eso, y no muy claro de lo que Zayn estaba explicándole asintió. Pocas partes de ellas logró captar, y de esas pocas le llegaron a doler, y puede que hasta romperle el corazón.

Zayn ya estaba preparado para cualquier cosa o persona que Cowell le propondrá, ya que, hace unos días el hombre lo había llamado para quedar de acuerdo con una cita y hablar justamente de ello, de lo que tenía miedo y de lo que estaba seguro que iba a pasar.

Caminó sin ganas hacia la oficina de su manager, Simon Cowell, el hombre más temible del mundo... o eso piensa el moreno.

Cowell tiene una apariencia tanto maligna, como hostil, por lo que puede engañar a cualquiera. Su hombría hace que Zayn se sienta tan poco al lado de él, muchas veces ha logrado molestarse bastante por la manera en que lo trata y por el corazón tan frío que éste aporta; no obstante, Cowell puede llegar a ser amable, no tan amable, pero amable, así que Zayn lo cataloga como un hombre cuarentón inestablemente físico y mental. Lo quiere mucho, pero Cowell es muy exigente, y puede llegar a estropear cualquier día felíz de cualquier persona con tan sólo una llamada o cualquier carta.

Suspiró esperando lo peor, entró al elevador dispuesto a entrar a la oficina o pent-house de Cowell. Al llegar allí, salió. Dean iba tras él, para Cowell, él no era ninguna molestia, una gran suerte o una gran desgracia para Zayn, ya que, Dean lo ayuda a no romperle la cara cuando se le dan las ganas.

Cowell ya lo esperaba justo en frente de su oficina, aquélla que estaba aparte de todo el gran departamento, arrugó su naríz y lo saludó con un gran abrazo. El señor obviamente le correspondió no de la manera más deseada y entraron al lugar.

     —Ve directo al grano. —comenta sentándose en un sillón y suspirando pesadamente.

Cowell sonríe un poco y revisa su celular. Frunce el ceño un poco molesto y luego observa a Zayn, quien descansaba su cabeza con su mano, con Dean parado detrás de él y brazos cruzados.

     —Gigi tendría que estar aquí a las tres treinta, y aún no llega. La impuntualidad es una gran desventaja de ésta linda chica.

Zayn palideció, su boca estaba entre abierta y sus ojos abiertos como platos. Luego de unos segundo de haber reaccionado gracias a Cowell por darle un pequeño golpe en su mejilla, apretó sus ojos y sacudió su cabeza.

     —Eso es ser muy directo, Cowell. —dice finalmente frunciendo el ceño.

     —¿Y qué quieres que haga? Me dijiste que vaya directo al grano, ahí está. —Zayn pone los ojos en blanco.

     —Siento que ésto va muy rápido.

     —¡Yo también lo siento Zayn! —confirma un poco frustrado. —Pero ya hace dos semanas y media que presenciamos algo no muy agradable para nosotros, y debes de entender que esto no es muy bueno para nuestra reputación, ¿o no te lo dije hace unos días? Creí haberte dejado en claro que tú no puedes estar saliendo con la persona que se te pegue en gana, Zayn. —sintió las ganas de llorar en es mismo momento, pero si lo hacía, Cowell se pondrá más frío para supuestamente hacerlo más fuerte. Así que olvidó aquéllas palabras y se dispuso a hablar.

Justo cuando iba a soltar una oración la puerta del estudio fue tocada varias veces. El señor le señaló a Dean a que abriera y éste asintió, abrió encontrándose con una linda rubia de unos ojos azules poco verdes delante de ella. Ésta le sonrió al instante al saber que era el guardaespaldas de su querido amigo Zayn.

La maravillosa jugada de Gemma Styles ∽ L.S©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora