XLVI

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Harry se despertó debido a su alarma, Dios mío, ¿realmente extrañaba ese sonido? no lo podía creer, frunció su ceño y la apagó, se puso de pie al darse cuenta que Louis probablemente ya estaba en su oficina al igual que Gemma, y Anne ya debería estar trabajando con su novio o jefe, sólo faltaba él, se metió a la ducha luego de lavarse sus dientes. Cuando acabó se vistió lo más rápido posible y bajó las escaleras, tomó las llaves de su casa y salió casi corriendo de allí, se le había hecho tarde.

Llegando a la universidad, divisó la figura de Kendall mirando a todos lados, sonrió.

     —Hey... —saludó, la muchacha volteó y puso cara de enojada.

     —¡Menudo Imbécil! ¿por qué no te contactas conmigo? ni siquiera respondes mis llamadas.

     —Perdóname... es que han pasado tantas cosas últimamente, prometo contarte todo. —Kendall bufó.

     —Bien... —paró de hablar, y su vista se quedó fija en algo, más bien en alguien, reaccionando a los segundos tapó su cuerpo poniéndose detrás de Harry, la chica rubia continuó su camino, sin mirar a ningún lado, sólo al suelo. —Cara me estuvo persiguendo toda la semana. —Harry río bajo.

     —Kendall, deja de ocultarte, ella ya desapareció. —la morena respiró profundamente y miró a Harry.

     —Y bien, ¿qué esperas para contarme?

     —Te lo contaré después, vamos a clases. —Kendall rodó los ojos y comenzaron a caminar.

[…]

Las horas en la universidad habían pasado prácticamente volando, Kendall y Harry ya habían aclarado todo, obviamente la morena terminó en shock, no sabía qué decir y sólo terminó con un “No soy una buena mejor amiga”, Harry entendió que la muchacha no sabía nada después de todo, y que el culpable había sido él por no comunicarse con ella desde que el peligro había pasado.

Kendall terminó por despedirse de su mejor amigo, para después continuar con su camino a casa, en el trayecto, observó el delgado cuerpo de Cara tomando otro rumbo, la curiosidad no pudo más con ella, por lo que comenzó a perseguirla, pensó en lo irónico que sería perseguir a la persona que mayormente te perseguía a ti, negó y vió cómo entraba al hospital, dudó un poco en si entrar o no, pero no por mucho tiempo, después de todo, ella ya había caminado casi el doble de tiempo que le tomaba ir desde la Universidad a su casa, por lo que su esfuerzo en perseguir a Cara iba a ser en vano si se devolvía.

Entonces entró, encontrándose primero con los grandes saltos de Cara, y sus gritos ahogados para no romper las reglas del hospital, la miró confundida por unos largos segundos, hasta que la rubia terminó, tratando de calmarse caminó hacia la recepción y volvió a hablar con la señora que hace un rato también sonreía de alegría.

     —Entonces... sí lo superó, n-no lo puedo ceer, e-es maravilloso... —era increíble ver como a la chica se le dificultaba el habla, confundida caminó un poco más lento hacia ella, dispuesta a hablarle. Cara se puso de espaldas, por lo que ni siquiera se dió cuenta de que Kendall estraba detrás suyo.

     —Cara... —la rubia alzó la cabeza y se quedó quieta por unos segundos, se volteó con miedo y sus mejillas tomaron más color al ver a la morena, sonrió aún más y sus lágrimas cesaron más rápido.

     —L-lo superó Kendall, m-mi madre s-superó el cáncer. —se acercó a Kendall y la abrazó fuerte sin parar de llorar.

La morena se quedó estática, su corazón se aceleró al volver a sentir los brazos de Cara sobre su cuerpo y terminó por responderle el abrazo, luego de eso, Cara miró su rostro.

     —¿Qué haces aquí? —preguntó graciosamente.

El corazón de la morena se aceleró otra vez, ¿qué le iba a decir? obviamente no le diría que la había perseguido, no. Entonces duró varios segundos en responder. —Kendall... —alzó la mirada.

     —Vine aquí p-para... ehh... para visitar a los niños con cáncer... —Cara arqueó una ceja y dobló la cabeza hacia un lado.

     —Qué casualidad. —comentó finalmente Cara.

     —¿Huh?

     —Nada, aprovecharé para verlos también. ¿Desde cuándo vienes?

     —N-no lo sé, desde hoy...

     —Entonces ven conmigo, —la tomó de la muñeca y caminó hacia un pasillo. —Lydia, muchas gracias. —la recepcionista asintió y Cara continuó caminando, esta vez, entrelazando sus dedos con los de Kendall. —Pero antes, —se detuvo. —tengo que ver a mi madre, aún duerme pero no importa, ¿vendrías conmigo? —la morena asintió, obviamente nerviosa.

Sentía el ardor en sus mejillas mientras se iban acercando al cuarto donde se encontraba la mamá de la más alta, agradeció internamente que Cara no se ha dado cuenta de su violento sonrojo, o eso pensaba.

Entraron al cuarto, Cara la observó maravillada, el color en la piel de su madre se iba restaurando, cada vez más, su piel iba tomando el color bronceado que la caracterizaba, se acercó a ella y le dejó un suave beso sobre la mejilla.

     —Eres hermosa. —comentó finalmente. —Sigue durmiendo. —continuó y volvió a tomar a Kendall de las manos para volver a hacer el mismo acto de antes.

La morena sonrió, sintiendo la comodidad que le emanaba estar cerca de ella, sentir sus manos sobre las suyas.

F.J

Avísenme si hay algún fallo ;)

i love you all <3

La maravillosa jugada de Gemma Styles ∽ L.S©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora