La maravillosa jugada de Gemma Styles ∽ L.S©

XLVIV

Salió del lugar abrazándose a sí mismo, sentía miedo, ese lugar no era seguro incluso teniendo a tantos oficiales en cada rincón, no le gustaba, simplemente no le gustaba, Louis, en su auto, observaba su miedo, desde lejos se notaba, así que bajó preocupado, se acercó a él y lo rodeó con sus brazos. El más alto se tranquilizó y correspondió el abrazo.

     —Dios, ese lugar es terrible... —Louis asintió, sobando lentamente la espalda su novio.

      —Lo sé, no te preocupes, no volveremos nunca más.

      —Gracias... —Louis frunció el entrecejo, confundido.

      —¿Por qué?

      —Por todo, eres increíble, realmente nunca pensé que alguien como tú llegaría de forma tan rara y tan tonta. —lo abrazó con más fuerza sintiendo sus ojos humedecerse. —Te lo agradezco Louis, gracias porque estás conmigo, gracias porque me amas, gracias porque creo en tí y sé que nunca me vas a abandonar. —sin querer, un sollozo se le escapó, debilitando al instante al más bajo.

Rompió el abrazo y lo miró con tanto amor, limpió sus lágrimas rápidamente, y lo besó, más fuerte que nunca, como si el muchacho se le fuera a escapar en cualquier momento, como si el viento decidiese arrastrarlo y llevárselo con él, lejos, hasta nunca más verlo.

     —No agradezcas nada, no lo hagas nunca, las cosas pasan por algo, Harry, ¿crees en el destino? —el más alto asintió lentamente mirándolo a los ojos. —El destino hizo esto, nos juntó, no como esperábamos pero lo hizo, así que no agradezcas, aquí estás, eres el amor de mi vida y ya está, todo estará bien y continuará bien, ¿de acuerdo? —asintieron al mismo tiempo hasta que otro abrazo se hizo presente, más fuerte, con más sentimientos.

     —Te amo, Louis.

     —Yo también, mi amor, no me hagas llorar y ya vámonos. —soltaron una risita. Rompieron el abrazo y caminaron hasta el auto, una vez dentro, Louis posó su mirada en él. —¿Te gustan los perros? —el más alto frunció el ceño.

     —Sí, ¿por qué? —Louis negó.

     —Por nada, ¿vamos a casa?

     —Si no me dices porqué me voy a salir y me iré caminando, maldito. —amenazó.

     Soltó una carcajada. —¡No lo vas a hacer! —encendió el motor y arrancó en menos de un segundo, Harry se sobresaltó. —No lo harás porque ya estoy conduciendo y no quieres quedarte sin pies. —Harry golpeó su hombro.

     —¿Enserio no me dirás el porqué de semejante tontería, Louis?

     —¿Enserio te estás preocupado por semejante tontería, Harry? —el rostro de Harry se calmó, era verdad, era una tontería.

     —Es cierto, bueno... ya olvídalo. —Louis sonrió mostrando sus dientes.

     —Está bien. —comentó sin quitar la vista del camino.

[…]

     —¿A dónde vamos? —preguntó el rizado al ver que Louis no conducía por el camino indicado.

     —Voy a secuestrarte. —Harry frunció los labios.

     —¿Huh? Eres un estúpido, Louis, ¿sabías? —el mencionado asintió, estando de acuerdo.

     —Así es, no veo la mentira. —Harry bufó.

     —Ya dime a dónde vamos. —ordenó. Louis negó ocultando una sonrisa. —Ay, te odio, idiota.