II

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Harry gruñó al escuchar por quinta vez un golpe brusco el la puerta de su cuarto.

—¡Harry! Son las doce de la medio día ¿No piensas despertar?

—¡Ya estoy despierto, Gemma! Déjame en paz, no me molestes. —gritó adormilado.

—Te espero abajo, tenemos que irnos a casa de Liam. Dice que te tiene algo que contar.

Harry no respondió, sólo cerró los ojos al escuchar los pasos de Gemma alejarse detrás de la puerta cerrada.

Amaneció con ganas de no hacer nada. Almenos tiene algo qué hacer un domingo sin tareas, ni trabajos, hablar con Liam todo el día y saber qué le va a decir, cosa que lo ha dejado intrigado.

Se levantó pesadamente, hacía frío, como todos los días. Buscó con los ojos entrecerrados la toalla hasta encontrarla, entró a su baño con pasos pesados y luego entró a la ducha después de desnudarse.

Salió secando su rizado y largo pelo con una pequeña toalla y buscó ropa limpia. Se vistió y salió de su cuarto.

—Lo prometo, Louis. Prometo ordenar el calendario esta noche, sabes que puedo hacerlo en menos de diez minutos.

—-Bien ¿No vendrás a mi casa hoy? Estoy solito y me siento mal.

—Mi Louis, hoy no puedo.

—Pero ¿Por qué? —su voz tenía un tono dramático.

—Es que...

Harry tomó el celular de su hermana y colgó la llamada. Gemma lo miró, y si con la mirada se matara Harry estuviera muerto en cuestión de segundos.

—Eres un imbécil. Dame mi celular. —ordenó.

—No. —contestó insignifcante. Gemma frunció el ceño más de lo que estaba.

—Soy tu hermana mayor, así que dame mi celular. —volvió a ordenar diciendo cada palabra pausadamente.

—Y yo soy tu hermano, dile al estúpido de Louis que te deje en paz en paz.

—Me parece que...

—¡No! No estoy celoso, toma. —le ofrece el celular. —El problema es que ya no tienes tiempo para mí, porque siempre estás con Louis. —siguió, intentado no parecer histérico, cosa que le resultó muy difícil.

—Pero vámos a ir para la casa de Liam ahora.

—Cierto. —sonrió. —Vámonos. —ordenó.

Gemma entrecierra los ojos divertidamente y sigue a Harry hacia la salida.

Anne, hace unas cuántas horas atrás se había ído a visitar a unas amigas, como suele hacerlo todos los domingos para dejar a sus dos preciados hijos tranquilos para que hagan lo que quieran, para Harry y Gemma, Anne era la mejor madre.

Luego de haber salido de la casa vieron a sus dos vecinos, Niall y Shawn. Harry suelta un suspiro al ver lo linda pareja que hacían.

—¡Hola! —saludó Niall alegremente abrazando a su novio Shawn.

—Hola Niall ¿Como están? —preguntó Gemma. Harry sólo sonrió.

—Pues bien. Sólo que Shawn insiste en ir a la playa ésta tarde.

—Ir a la playa será mala idea, está haciendo frío. —interrumpió Harry.

—Francamente a mí me gusta ir a la playa cuando hace frío, el agua es menos peligrosa. —contestó Shawn.

—No le hagan caso, aún está borracho porque anoche se dió a la tarea de terminar con toda la cerveza que había en nuestro refrigerador. —contestó Niall con una sonrisa burlona en su rostro. —Tenemos que irnos, mi madre nos espera en su casa, dice que tenemos que dar el segundo paso. —pone cara de asco.  

La maravillosa jugada de Gemma Styles ∽ L.S©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora