XLV

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Anne, se acercó a la puerta sintiendo desesperación y una fuerte felicidad, la abrió lentamente tratando de aguantar sus ganas de saltar y gritar, una vez abierta divisó a su jefe, de nombre Burt Sheeran, y, como siempre, elegante. Mordió su labio inferior nerviosa y disimuló su alegría.

Nunca pensó que alguien tan privilegiado se acercaría a ella así, de esa manera, y es más que obvio que desde hace unos días ya habían comenzado una relación en secreto.

Anne nunca planeó cosas como esa, cada vez que algún hombre con sentimientos se acercaba a ella, se daba la vuelta y volvía a lo de antes, a la vida solitaria y triste, dejando al olvido el vacío que ni Harry, ni Gemma lograban rellenar.

Pero... por alguna extraña razón, esta vez fue diferente, Burt llegó a su vida, entonces, desde aquél día en que le confesó tantas cosas a ella supo que no había marcha atrás y que iba a ser realmente estúpido dejarle ahí, y continuar como si nada pasara. Ella estaba enamorada, le gustaba, le gustaba estar cerca de él, los días en que llegaba tarde tenían que ver única y solamente con él. Burt Sheeran.

     —Hola, Burt. —saludó cortésmente.

El hombre frente a ella, no dijo nada, sólo sonrió admirando nuevamente su belleza, es que, ¡joder! la mujer era increíblemente hermosa, —Burt... —habló Anne una vez más apenada, Dios santo, creía que había vuelto a su niñez cuando sintió un enorme ardor apoderándose de sus mejillas, bajó la mirada.

     —Perdón, —se disculpó segundos después Burt. —¿Puedo pasar? —Anne reaccionó ante la pregunta y se hizo a un lado, este entró, observando todo. —Tu casa es bonita. —comentó.

     —Gracias, —respondió Anne, una vez cerrada la puerta, la mujer lo tomó del brazo derecho. —¿Listo?

Él asintió nervioso, no sabía si Harry y Gemma lo iban aceptar nunca, por lo que, sólo se quedó callado, no dijo nada más.

Anne lo llevó directo al comedor, una vez ahí, la presencia de los dos hizo que los otros tres dirigieran la mirada hacia el señor, espectantes, se levantaron y saludaron al mismo tiempo, cortésmente, y en ese mismo instante, Burt se sintió bien, sus nervios se había desvanecido.

Gemma y Harry no querían hablar para no meter la pata en cualquier momento, por lo que sólo continuaron riendo mientras Burt iba poco a poco tomando la confianza, Gemma, al ser la más madura, pensó que en algún momento tendrá que hablar, o el señor Sheeran iba a sentirse incómodo. Procesó un poco lo que iba a decir, y finalmente lo observó, parecía buen hombre.

     —¿Qué edad tiene señor Sheeran? —Harry la miró, sin saber qué hacer. La chica sonreía, así que pensó que ella estaba cómoda, así que no se molestaría si le dijera que el señor realmente le agrada, entonces sonrió.

     —Tengo 49. —soltó una risilla, y tomó un bocado de su cena. —Lo digo otra vez, esta comida está súper deliciosa.

     —Ya, Burt, no más. —comentó Anne apendada y cubriendo con sus manos su cara.

     —El señor Sheeran sólo dice la verdad. —Louis entró a la conversación, Burt sonrió.

     —Dime Burt, por favor, todos díganme Burt, no me molesta. —dijo amablemente, a lo que todos asintieron.

     —Señor Sheer... digo, Burt, ¿tiene hijos? —Harry preguntó interesado, Louis lo miró achinando los ojos.

     —Así es, sólo uno, —todos asintieron —se llama Edward, tiene la edad de Gemma. —continuó, la comida de Gemma se fue hacia otro lado, esta tosió, pero no tan exageradamente, la sorpresa de recordar que era él el padre del muchacho con el que ha tenido un problema recientemente la puso un poco nerviosa.

     —¿Todo bien, Gemma? —preguntó Burt.

     —Sí, disculpa. —respondió. Aclaró su garganta. —Entonces... ¿por qué no vino? —preguntó después, no sabía porqué había preguntado, sólo salió, mostró desinterés, por lo que nadie sospechó, sólo Harry, él lo sabe todo.

Harry la observó divertido, la sonrisa en su rostro era un tanto malvada, hizo un gesto de burla que sólo Gemma captó, ella arrugó su entrecejo y lo asesinó con la mirada.

     —Mhm... él dijo que no quería, enserio le rogué, pero me dijo que tenía que volver a Transylvania, así que justo ahora debe estar volando. —Gemma asintió, sintió alivio, saber que él no la iba a molestar más durante un tiempo, pero, a la vez, se sintió un poco mal, él realmente quería algo con ella, pero le dijo que ahora mismo estaba en una relación, por lo que él se sintió demasiado mal.

Negó y continuó con la cena, borrando todos esos pensamientos de su cabeza.

[…]

Dos horas después, Anne se encontraba cerrando la puerta de la caza después de un adorable beso de parte de Burt.

Harry y Louis estaban encerrados en el cuarto del más alto, diciéndose cosas cursis, y dándose uno que otro beso corto, Louis debía irse, pero Harry no quería, duraron varios minutos discutiendo, Harry decía que tenía que quedarse a dormir con él, Louis continuaba diciendo que tenía que seguir ordenando su departamento debido al desastre de hace días atrás. El más alto lo obligó a quedarse con tan sólo ordenarle que no se quedará hasta tarde haciendo algo que podía hacer mañana, y agregando al final un “si te vas, te corto las bolas.”, Louis, ante aquello —que obviamente era mentira y que él sabía que no iba a pasar nunca— decidió quedarse, no por la amenaza, sino porque realmente no quería separarse de su novio, tenía muchos días sin estar cerca de él, así que ahora, continuaban discuentiendo, pero cosas triviales.

     —¿Qué pensaran mis amigos de la Universidad? Fionn, Logan, Kendall... —al mencionar el último nombre, pegó un salto parándose de la cama. Louis lo miró confundido.

     —¿Qué pasa? —Harry relamió sus labio y miró su celular.

     —Tengo mucho tiempo sin ver a Kendall.

     —¿Y eso qué? —preguntó incrédulo. —Ven aquí. —ordenó abriendo los brazos y rogándole con la mirada a Harry que volviera a la cama. El más alto asintió y volvió a la misma posición de antes.

Su tranquilidad fue interrumpida por la cabellera rubia de Gemma, entró sin saber qué hacían y realmente eso no le importaba.

     —Entonces, veremos la película sí o no. —miró a los dos chicos frente a ella. —¿Qué? Pensaron que se me había olvidado, —espetó. —Pues no, ahora vamos, de pie, vamos, sigo aburrida. —golpeteó los pies de Harry y Louis y estos se quejaron y se levantaron.

Después de unos minutos ya la película había comenzado a reproducirse, Alicia en el país de las maravillas había sido la elección de Gemma y Louis, mientras que Harry aún continuaba quejándose de que debían poner Cartas a Julieta, los muchachos no le hicieron caso, de todas formas Harry era casi como una señora, que se quejaba por todo.

F.J

[[insultos aquí]]

okno :'v

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psdt: cambié mi firma e.e

La maravillosa jugada de Gemma Styles ∽ L.S©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora